pena por no torear en Madrid
Frascuelo entrando a matar

Os traemos una nueva anécdota taurina, esta vez protagonizada por el gran Frascuelo y que hemos titulado la pena de no torear en Madrid, peor que una cornada. Y es que así lo reconoció el maestro en una tertulia con amigos:

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«Por incompatibilidad de su carácter con el del público de Madrid estuvo «Frascuelo» sin torear en la Plaza de dicha capital los años 1881, 1882, 1883 y 1884, excepto en dos corridas de Beneficencia, de cuyo alejamiento fueron también culpables, en cierto modo, los lagartijistas, cuya hostilidad solía adquirir gran virulenta en determinadas ocasiones.

Aconsejado, según se dijo, por varios amigos y admiradores, formó la firme resolución de abandonar la Plaza madrileña luego de terminar la temporada de 1880, y como algunos años después, encontrándose de tertulia con varios amigos, le preguntara uno de ellos, al hablar de sus cogidas, cuál de ellas le había dolido más, contestó inmediatamente:

— Aquella que me obligó a no torear en la Plaza de Madrid durante mucho tiempo.

En cambio, hoy huyen de ella las llamadas primeras figuras todo lo que pueden».