El payaso siguió con la payasada

SÍGUENOS EN TELEGRAM

Una vez más la farándula del cine nos dejó una payasada de muy señor mío. Estoy seguro que, de haber sido otro actor de menor categoría de la que tiene, al parecer, Will Smith, no hubiese dado la vuelta al mundo la bofetada de este gracioso que, como actor, no tiene sentido del ridículo, a pesar de ser actor. Antes de empezar diré que este actorcito nunca me ha gustado, es más cuando el hormiguero lo llevó, este, el que suscribe, se pasó a otro canal, aunque, a decir verdad, casi nunca lo veo.

[Todas las vacantes de Ferrer en la provincia de Barcelona y América Latina]

A lo que iba. Este payaso, y perdón a los payasos, la cara que puso, cuando uno de los presentadores de la gala de los Oscar, Chris Rock, dijo: “Jada, no puedo esperar a ver La teniente O’Neill 2”, en pocos segundos, ni corto ni perezoso este actor el llamado Will Smith, le pegó una bofetada que todos el que estaba viendo el programa, estoy seguro que se llevaría las manos a la cabeza. Mano de este engreído actor le dio una sonora bofetada en plena actuación, como si se tratara de uno del film que hace este comediante.

Hay quien ha dicho que: “el modelo de un maltratador que justifica entre lágrimas su delito porque lo cometió por amor” pues si señor, lo dicho, como actor debería haber pensado cuando a Chris Rock, le dio la bofetada. Comparándola con la actriz Demi Moore En su película La Teniente O’Neill. Las comparaciones no deben ser tan odiosas cuando el paralelismo no se deja en entredicho., ya que la señora Moore como la señora del enfadado actor, es también guapa y que con la cabeza rapada siguen siendo las dos elegantes, tengan pelos o no. Benditas sean las comparaciones “Señor” Smith. La mujer que es guapa, tenga pelo o no lo tenga siga siendo guapa.

Repito que solamente vi una de sus películas. Dos policías rebeldes. Estoy seguro que les gustó a muchos que la vieron, pero a mí, que me gusta el cine, el teatro no vi en los dos “actores” esa comicidad que parecían tener en esa cinta.  Poca esperanza les ha dado a su files y esperanzados clientes de sus próximas películas. E incluso- me atrevo a decir- a su propia raza. Bien es verdad que todas las personas sean blancas, de color o amarillas son todas iguales en sus mejores cualidades, sin menospreciar y tener a menos ningún rango, todas para mí me merecen un respeto enorme.

Pero en esta ocasión he visto que no. Su rebeldía y osadía, posiblemente se creía que estaba actuando para una de sus películas, ha visto que no, era in situ, donde medio mundo la estaba viendo y el otro medio la ha visto, por activa y por pasiva en las teles del mundo entero. Deje las rabias y las bofetadas para sus mediocres películas, la vida real es diferente. Se pasó de la raya.  Aunque, a decir verdad, por muchos dineros que tenga, el respeto y la humildad no se compra, se nace con ella. El perdón se perdona no cometiéndolo.