Aunque lo del virus no es de máxima actualidad en estos momentos, los medios vendidos y falsarios que hemos sufrido a lo largo de estos dos años siguen montándose películas infumables para justificar cosas que tienen fácil explicación.

Uno de los medios que ha tenido un comportamiento más miserable en todo este tiempo ha sido el diario ‘El Mundo’. En un nuevo ejercicio de “ciencia ficción“, este medio ha publicado un artículo que, ciertamente, ya nos suena hasta surrealista: “Superinmunes: así es el escudo genético e inmunológico que protege a los que no se han contagiado seis olas después”.

Nuevamente, parece que este artículo se basa en sesudos estudios realizados por esos expertos que no son más que científicos que están a sueldo de quien sea para hacer lo que les manden. Nos cuentan batallas para no dormir: “En un trabajo publicado en Nature Immunology, el inmunólogo y pediatra francés Jean-Laurent Casanova, director del Laboratorio que comparte entre la Universidad Rockefeller de Nueva York, y el Hospital Infantil Necker, en París, señalaba que “el panorama genético de un individuo en particular y de una población en general parecía desempeñar un papel fundamental en la configuración de la dinámica del Covid-19”.

Y la cosa parece mucho más simple que eso. Cualquiera que se hiciera PCR continuas, como se han estado haciendo muchos cada vez que se lea ha caído un moco, habrían figurado como contagiados en algún momento del tiempo que ha durado toda esta farsa. Pero hay otra más, la no inoculación del medicamento experimental. A más inoculados, más contagiados.

Simple, ¿verdad? Y nosotros no somos científicos de ninguna prestigiosa universidad… Rockefeller.

 

4 Comentarios

  1. Es indudable que cada cuerpo tiene una predisposición genética a la que se suman las circunstancias de vida, y esas características genéticas lo mismo sirven para tener un sistema inmune a prueba de cualquier infección, como de ser propenso a desarrollar enfermedades varias tras la inoculación de una sustancia experimental portadora de cincuenta mil mierdas.

    Tengo que reconocer que tras este virus he dejado de creer en la medicina y ciencia actual, lo que no significa que existan buenos científicos y magníficos médicos, pero en la SienSia oficial y periodística no creo ni tengo ninguna esperanza de que cambie en un corto espacio de tiempo, más bien al contrario, todo apunta que tiende a empeorar, al menos los síntomas es lo que indican.

    Lo que dice el artículo es una verdad de perogrullo, el hecho de que una persona tenga un sistema inmune fuerte no quiere decir que no pueda desarrollar cualquier enfermedad. Todos podemos enfermar por cualquier causa, la ciencia se debe limitar a buscar la verdadera causa y subsanar el error de vida o circunstancia. Eso si, con mucha prudencia, sin patentes ni deseo de fama. El buen médico solo tiene la recompensa de la sanción, que no es poco.

    En esta época hay mucho gilipollas que se olvidó el cerebro en el vientre de su madre.

  2. ROSENDO: “Si estuvieras convencido, si tuvieras opinión, si fueras más constante y prestaras atención, si te hubieras protegido de la manipulación, hubieras entendido que unos pican y otros no”

  3. Los de El Mundo son unos vendidos, ¿qué van a decir? Les propongo que nos cuenten ahora el por qué de los miles y miles de muertos a causa de las vacunas. Y millones de enfermos para toda su vida.

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