Hoy hablamos del maestro Minuto y su chulería torera, en una anécdota publicada en el semanario El Ruedo y que deja a las claras como se las gastaba Enrique Vargas. Dice así esta pequeña historia sobre la chulería torera:
[150 plazas de socorristas para piscinas en varias zonas de la Comunidad de Madrid]
«Fué el matador de toros Enrique Vargas, «Minuto», un diestro tan chico físicamente, pero al mismo tiempo tan hábil, que parecía mentira que un hombre con quien la Naturaleza se mostró tan poco pródiga venciera los grandes obstáculos de su peligrosa profesión.
Monárquico Liberal, figuró entre los amigos más adictos del que fué ministro sevillano señor Rodríguez de la Borbolla; en ciertas elecciones verificadas en la ciudad de la Giralda fué interventor del candidato de su partido, y un periodista madrileño de avanzadas ideas, redactor de un diario republicano que se cuidaba de hinchar los telegramas, dijo cuando lo supo:
— Desde ahora le voy a bajar a «Minuto» todas las estocadas que vengan por telégrafo.
Se enteró Enrique y en vez de asustarse, contestó al que le dió la noticia:
— ¡Pobre zeñó! Por mucho que las quiera baiá no las dejará nunca tan bajas como las pondré yo en los toros».