Os traemos una nueva anécdota relacionada con la mítica ganadería de Miura. Una anécdota que hemos titulado precauciones con los Miura y que se publicó en el semanario El Ruedo, número 701 de noviembre de 1957. Dice así la anécdota de las precauciones con los Miura:
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«Cuando la fama de los toros de Miura se hallaba en su apogeo (hace unos cincuenta años) fue a Sevilla el empresario de una Plaza andaluza para contratar a un matador que no hay por qué nombrar.
Pronto quedaron de acuerdo en el dinero del ajuste.
— ¿Ganado? —preguntó el diestro al empresario.
— De Miura — contestó éste con cierta satisfacción.
— Conque… de Miura, ¿eh?
— Sí. No pretenderá usted volverse atrás por esta circunstancia. Usted es un torero valiente y con recursos de sobra para torear todo lo que le echen.
— Bueno… Verá usted. ¿Cuántos burladeros tiene la Plaza?
— Seis —contestó el empresario con extrañeza.
— Pues ahora mismo le rebajo a usted cincuenta duros en el precio convenido y va usted a colocar otros seis. ¿Estamos? Y no se hable más del asunto».