José Ponce y el toro Abubillo

Compartimos una anécdota protagonizada por el diestro José Ponce y el toro Abubillo, además del presidente del festejo, un presidente con mucha manga ancha. Dice así la anécdota:

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«Toreando en Cádiz José María Ponce, el 8 de agosto de 1859, hubo de entendérselas con el toro «Abubillo», de la ganadería de Romero Balmaseda, y tan laboriosa resultó su faena, que invirtió en ella la friolera de cincuenta y tres minutos.

Y es que las hazañas de dicho matador de toros no merecieron nunca ser perfumadas con la mirra y el incienso que se quema en honor de los héroes.

No hay que hacer cuenta de los sablazos que Ponce repartió, ni es preciso señalar que el Presidente hizo caso omiso de los avisos reglamentarios. Como la noche se viniera encima, parte del público abandonó la Plaza, y no faltó quien advirtiera a dicho presidente que diera orden de sacar los mansos para llevarse el toro al corral, aparte de que ya era hora de que la corrida terminase, a lo que aquél replicó inmediatamente:

— ¡Qué es eso de sacar los mansos! El que tenga algún quehacer, que se vaya, que Ponce y yo no tenemos prisa.

¡Admirable presidente para los que, en vez de matadores, debieran ser llamados «lesionadores de toros»!».