El Índice de Precios al Consumo -IPC- adelantado correspondiente al mes de febrero se ha situado en el 7,4 %, es decir, eso es lo que han subido los precios. Se trata del porcentaje más alto en 30 años, es decir, desde el año 1992, época en la que, todavía, estaba el socialista Felipe González al frente del Gobierno.
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Y, además, hemos de decir que en esta subida del IPC al 7,4 % no se contempla la guerra de Ucrania, por lo que podemos esperar que los precios sigan subiendo en próximas semanas.
Se trata, por lo tanto, de la mayor pérdida de poder adquisitivo de los españoles en tres décadas, pues el español normal, tú y yo, está viendo como con el mismo sueldo es más pobre y cada vez le cuesta más llegar a final de mes.
Por ejemplo, con estos números queda demostrado que la subida del Salario Mínimo Interprofesional, no provoca un aumento de la capacidad económica de las familias, pues esa subida de precios lo anula de raíz.
Pero ante esto nadie se manifiesta, nadie protesta; nadie sale a la calle a alzar la voz contra la subida de los precios, exigiendo al Gobierno social comunista que nos desgobierna que tome decisiones efectivas para contrarrestrar la subida del IPC.
Y así nos va…
España lleva 20 años siendo una economía termundista, sin tejido económico alguno, con un gasto público insoportable y una continua destrucción del empleo privado. La inflación es típicamente tercermundista, de República bananera, y cualquier desajuste internacional le afecta porque no controla su actividad económica. El que no vea que somos la próxima Venezuela es que está ciego. El poder adquisitivo de los sueldos españoles es equiparable al año 2000, no hemos evolucionado sino involucionado. Estamos cerca de la quiebra del Estado y muy pronto los millones de empleados públicos tendrán problemas para cobrar su salario. Bienvenidos a Españistan… dentro de muy poco te regalarán un piso si eres capaz de pagar tres recibos seguidos de luz y gas.