hombre

No consiste en hacer leña del árbol caído ni tampoco vilipendiar al personaje sino más bien tratar de llegar al meollo del asunto arrojando algo de luz.

[Mahou San Miguel busca cubrir cerca de una treintena de vacantes en varios puntos de España]

Por eso, estoy en disposición de afirmar que a tenor de la experiencia de estos días tan contradictorios, la cantera a diferencia de en otras disciplinas, en política, no forja líderes. Más bien lo que genera, son personajes inmaduros los cuales mal asesorados, pueden destrozar un proyecto que aún viciado de serie (como todos los demás), a día de hoy debe ser la base para la alternativa al socialismo enfermo de comunismo extremo, nacionalismo corrupto y populismos regionalistas

El resultado de la suma de la transversalidad moderada y la especifica identidad del electorado creciente de su propia escisión nacida en 2014, sabemos a ciencia cierta que bien movilizado da para gobernar. Sin embargo, el mismo Pablo Casado en su epitafio parlamentario y para más “I.N.R.I.”, de “motu proprio” (pues no había ninguna necesidad, salvo la de sacar a pasear una vez más a su orgullo autodestructivo), de nuevo -y debe ser la enésima vez-, agachó la cabeza y se humilló ante su verdugo -henchido de estatalismo-, reconociendo que había fracasado en la búsqueda del santo grial: “la centralidad descentrada”.

Tratar de llevarte al huerto al PSOE más radical de toda la democracia, institucionalmente hablando (ya que su Historia asesina lo precede), o intentar dar la mano al presidente más sectario que jamás conoció España sólo comparable a J.R. Zapatero, sólo puede salir mal. Llevar a cabo tal iniciativa solo demuestra un enorme desconocimiento de la realidad política y social que padecemos. Defender esta posición implica gestionar un partido político de espaldas a tu propio electorado. En definitiva ser la muleta del PSOETA, sólo puede finalizar como ha terminado, con el escarnio público.

No basta con participar en las funciones de los martes o miércoles actuando como el “cornudo ofendido” y menos aún, cuando entre tus filas tienes a víctimas del terrorismo. No es suficiente repetir hasta la saciedad lo indigno que se puede llegar a ser en política, denunciando que las instituciones están en manos del control político del actual Gobierno, para terminar entregando la cuchara a la primera de cambio sin dar explicaciones; incluso -y sería el colmo de confirmarse las informaciones publicadas por Rubén Pulido en Libertad Digital-, a cambio de un dossier para espiar a tu principal baza electoral.

El error en la votación el día en que se aprobó la “reformilla” laboral de la comunista Yolanda Díaz (que a tantas y tantas personas va a afectar negativamente), hizo que hasta gran parte de la opinión pública ajena a la política, se percatara del “petardazo”, no ya por el singular aspecto físico del grotesco diputado carne de meme, sino más aún después de conocer que el susodicho, ostenta uno de los principales cargos en el partido y fue el hombre de confianza de Teodoro García Egea (segundo de Casado y del partido), y como no: otro producto de la factoría de las NNGG.

Y claro en el momento del mosqueo, la gente que no es tonta aunque desde los partidos especialmente crean lo contrario, echa cuentas y cae en la de veces que el PP apoyó el inconstitucional estado de alarma, incluida la última prórroga de seis meses, lo cual supuso el mayor espacio de tiempo que el Congreso de los Diputados no ha controlado al Gobierno.

Clamaban al cielo las denuncias que la exportavoz Cayetana Álvarez de Toledo lanzaba a los medios, mientras eran interpretadas desde el aparato del partido como un brindis al sol, generadas desde el despecho por haber sido apartada de su cargo. Seguramente parte de razón no los faltaba pues la diputada siempre pecó de altiva, pero que se la apartó para no molestar al Gobierno y especialmente al vicepresidente por entonces –Pablo Iglesias-, hoy y con el paso del tiempo cobra más empaque como parte de la teoría del PPSOE.

Se le acabó el crédito. Lo del espionaje a la Presidenta Ayuso y sus esperpénticas declaraciones en la entrevista de la Cope con Carlos Herrera acusando sin pruebas y robándola (como ella mismo denunció por las redes sociales), su presunción de inocencia fueron la gota que colmó el vaso.

Pasará a la Historia de la política española como el único presidente de un partido político al que su propio electorado rodeó su sede nacional en venta, para pedirle responsabilidades, además de la dimisión. Ya da lo mismo lo que haga saliendo del partido, ayer, hoy o mañana por la puerta de atrás. Es igual que se resista convocando a unos o a otros con la esperanza de permanecer un día más, tratando de justificarse con los protocolos marcados desde el departamento de “compliance” (cumplimiento), del que tanto alardea. Es culpable y responsable de la investigación o espionaje a su amiga y hermana política, Isabel Díaz Ayuso.

Coja la puerta y váyase señor Casado (o enhorabuena si lo ha hecho ya), y recuerde cerrar al salir, pues llegar al cargo después de preguntar a Alberto Núñez Feijóo si se iba a presentar a las primarias tras la fuga del expresidente Mariano Rajoy, no podía traernos nada bueno, por el preguntado y nueva opción para los intereses de la corriente conservadora del partido, pese a que inicialmente se le acusaba desde los medios de pertenecer a ella.

El hecho en sí mismo de pedir la bendición y permiso a un barón regional significa que el “casadismo” flanqueado por la tutela de la “teodocracia naif”, nació herido al estar al mismo nivel moral del “caciquismo chusquero” heredado desde los principios de los tiempos del partido. Por todo esto podemos afirmar que el choque de trenes con los aparatos regionales, estaba servido.

Cuatro años perdidos y vuelta a la casilla de salida. Más “sanchismo”, al menos hasta la mitad de la siguiente legislatura. Ruina, compadreo, inmadurez.