Es tremendo lo que está sucediendo en televisión espantosa desde que Sánchez asumiera la presidencia del gobierno. La manipulación, el sectarismo y el servilismo hacia el gobierno está a la orden del día en esta empresa pública que cada día nos sale más cara a los españoles.
Pero por si eso fuera poco, están los millonarios fichajes de “periodistas” de la cuerda del gobierno que acaban siendo, además de caros, un fracaso absoluto de audiencia. Eso es lo que está pasando con el infumable Javier Ruiz y su programa Las Claves del siglo XXI, no lo ven ni en casa del periodista y la audiencia está yendo de mal en peor con un tipo que, además, cobra “4.000 euros por dirigir cada programa y que viene los lunes a dar instrucciones, y grabar la promoción, y no vuelve hasta el jueves por la tarde para hacer los ensayos. Y que además cobra otros 1.000 euros por programa presentado. En suma, ingresa cada semana 5.000 euros por tres días de trabajo presencial”, según denuncia el sindicato USO RTVE en una nota de prensa de-mo-le-do-ra.
Al parecer, en la televisión pública de Sánchez prima más el pago de favores, que el beneficio de la propia empresa. Total, como pagamos los demás, a todos estos politicuchos y a sus compinches les da exactamente igual.
Pero si solo fuera eso… El problema es que Ruiz, y siempre según la nota de prensa de USO, “maltrata a los trabajadores de TVE con desprecios y vejaciones”. Vaya con el pipiolo y después va de “bienqueda” por la vida. Atentos a la nota de prensa completa porque es tremenda:
“Es una lástima tener que estar siempre llamando la atención sobre cosas que, de pura lógica, se caen por su propio peso: los contratos están para regular la gestión empresarial y evitar los fraudes y la corrupción, con sus cláusulas obligacionales tanto para el contratante como para el contratado. Su incumplimiento puede llevar a los tribunales hasta el punto de que disuelvan el acuerdo completamente y determinen el pago de indemnizaciones.
USO exige la cancelación del programa “Las Claves del siglo XXI”. Y no lo hacemos porque nos dé la gana o nos guste más o menos, sino porque se está incumpliendo flagrantemente un contrato.
Hay más motivos que vamos a razonar y desgranar, pero primero el más básico: el director del programa Javier Ruiz, tras ser despedido de su último trabajo con Ana Rosa Quintana, firma en su contrato con RTVE que se compromete a garantizar una audiencia mínima del 9,7 del share en horario “prime time”.
Pues bien, en la primera emisión solo llega al 5,5 % de share, en la segunda baja al 4,8 y en la tercera volvía a descender al 4,1 llevando a TVE a las peores cifras en sus más de 60 años de historia en la principal franja horaria de emisión.
USO considera que a la tercera va la vencida y que, si en tres intentos los números van a peor, difícilmente se podrán remontar en sucesivas emisiones. Eso quiere decir que, de mantenerse la tendencia, lo que los economistas llaman la vela de un valor, ya somos la última preferencia audiovisual de la audiencia en la noche de los viernes y que ha quedado patente que una oferta de este calibre no es el servicio público ni esperado ni demandado. Como bien sabe, un servicio público sin público, no es un servicio público.
En USO no hablamos del contenido, como hacen otros. Estamos para mantener, auditar, proteger y garantizar la sostenibilidad de CRTVE, no para hacer campaña política a favor de unos o de otros. Los “nuestros” son todos los trabajadores de la Corporación, y por supuesto, toda la ciudadanía.
Si los ciudadanos expresan su opinión no sintonizando nuestra programación, se debe exigir el máximo respeto de las cláusulas de los contratos y rescindir todos aquellos programas que no cumplen con los requisitos establecidos. Cúmplase. Sin más. Lo contrario huele a supuesta prevaricación, posible trato de favor, amiguismo y quizá corrupción. CRTVE no está para ir recogiendo, por intereses en los que no entramos, lo que otras empresas rechazan o desprecian.
USO no quiere usar como argumento el hecho de que el periodista Javier Ruiz cobra 4.000 euros por dirigir cada programa y que viene los lunes a dar instrucciones, y grabar la promoción, y no vuelve hasta el jueves por la tarde para hacer los ensayos. Y que además cobra otros 1.000 euros por programa presentado. En suma, ingresa cada semana 5.000 euros por tres días de trabajo presencial en Prado. No habría nada que objetar si esa cantidad se viera reflejada en los índices de audiencia.
Tampoco queremos pedir la cancelación del programa argumentando que el señor Ruiz maltrata a los trabajadores de TVE con desprecios y vejaciones, y no para de echarles la culpa de todo lo que le da la gana antes que reconocer sus propias limitaciones, porque desconoce o ignora los protocolos de producción de TVE.
Es más, se permite el lujo de decir textualmente, en el plató y ante testigos, que “esta empresa es una mierda” creando un ambiente de trabajo de lo más “motivador”.
El programa es impecable en cuanto a la realización técnica (todos los medios y trabajadores son de plantilla de TVE). Así que no nos queda otra salida que pensar que, vista su pésima acogida por parte de la audiencia, lo que falla es la presentación y la exposición de los contenidos. No engancha. No apasiona. No convence. No atrae. Y además, incumple contrato. No hay más cera que la que arde.
Señor presidente, no se deje engañar por mercachifles y cantos de sirena y no olvide que difícilmente puede ser considerada, argumentada y justificada como servicio público una oferta que no cumple las expectativas y que el propio público rechaza“.
La cara de ese infraser lo dice todo.
¿Ya no hay “viernes negros” con los socialcomunistas?, ¿solo viernes masaje amado líder supremo?, ¿y vivan las cadenas, de tv?
Bueno hoy sería delito de de odio, fascismo, y xenofobia llamarlo asín :), por eso de el “avance en libertad” con la PProgresía sucialcomunista. Bueno si le laman viernes negra negre negro, quizás tiene un pase.
El problema del programa es su contenido :sectario, manipulado y para idiotas, su presentador:desagradable, manipulador, nada profesional y pro 2030. Inhumano, infrahumano, animal pervertido quiza?
Dictator necesita sus dictatorcitos.Menuda pandilla de maldad e ignorancia.