La medicina ha avanzado tanto en los últimos años, que ya estamos todos enfermos. La tecnología se ha desarrollado tanto, que nos hemos vuelto inútiles sin ella. La informática nos ha facilitado tanto la vida, que ahora ni si quiera tenemos tiempo para cuidar de los abuelos o educar a los hijos. Los medios de información informan tanto y tan bien, que no tenemos ni idea de lo que está ocurriendo en el mundo. La ciencia ha acumulado tanto conocimiento, que nunca antes fuimos tan ignorantes y tan arrogantes con ella.

La inversión dejó de ser sólo simbólica, ya está materializada en la tierra: endiosamos a demoniacos mequetrefes, linchamos a los pocos venerables maestros que restaban, nos gobiernan nuestros peores enemigos. Y algunos pocos de nosotros, advertimos de la que se avecina, calmos, serenos, resignados, ya sin pretensiones proféticas ni oraculares. Mientras se dormita en la fantasía de que las autoridades saben, cuidan, protegen, se va extendiendo la red que caerá sobre nosotros, como animales cazados. Imaginemos a un oso que advierte a otro que, entre la hojarasca, hay un artefacto creado por los hombres llamado cepo. La respuesta del oso sería: “¡Hay que ver qué tonterías dices, oso conspiranoico! ¿A quién se le ocurre? ¡No tiene sentido que los hombres fabriquen algo así y nos lo pongan escondido entre las hojas!” 

Creo que es momento de asumir que ya hace tiempo pisamos la trampa. La pisamos cuando aceptamos las mentiras inoculadas desde la cuna. Pisamos el cepo cuando, orgullosos, nos graduamos en la escuela y la universidad, cuando deseamos ser millonarios, cuando votamos por primera vez, cuando defendimos a algún político, cuando justificamos alguna guerra, cuando participamos en alguna corrupción de estados e instituciones, cuando miramos hacia otro lado ante crímenes monstruosos como los mostrados en Alcàsser, 11-M o el expediente Royuela. No hay nada que hacer, salvo esperar a que tiren de la caña después de que el anzuelo se haya enganchado en nuestro paladar, esperar a que haga efecto el veneno tragado hasta el corvejón. Por supuesto que es nuestro deber moral alzar la voz, denunciar, ayudar en la medida de lo posible a seres queridos, acompañarnos entre semejantes durante estos tiempos postreros. Pero también es nuestro deber intelectual reconocer que una caída libre resulta irreversible sin puntos de apoyo, sin nada a lo que agarrarse. Por muy consciente que seas de que te aproximas al suelo a gran velocidad, el batacazo que te espera es inevitable.

Quizás esta sea la única discrepancia que tengo con mi amigo José Luís Sevillano Rodríguez, un valiente y lúcido médico empecinado en que esta situación se puede revertir. Sevillano pertenece a esa ya casi extinta tradición humanista y cristiana, que asevera que la ciencia está al servicio de la vida de los hombres, y que sólo la verdad nos hará libres. Y más allá de si Sevillano está en lo cierto o equivocado en cuanto a si podemos frenar lo que yo considero un desastre embalado a una velocidad y precisión que nos supera como humanos, su contumacia y sus reflexiones nos han inspirado, acompañado y consolado durante estos durísimos últimos dos años. Cuando la medicina toca fondo y los médicos se muestran como meros colaboradores de la aberración, que exista un médico como él nos resulta necesario. En una compleja trama de mentiras como esta, un discurso sencillo y honesto como el de Sevillano hay que reconocerlo. En medio de una vorágine de inhumanidad y vileza como la que vivimos, hay que agradecer que un ser humano como él dé la cara. Por eso y por otras tantas cosas, muchas gracias, José Luís. 

 

16 Comentarios

  1. La corrupción de menores,y el abuso sexual infantil,son hechos que deben ser perseguidos y lo son…sin embargo la concienciación de la sociedad,todavía deja mucho que desear.

    No sólo son los actos infames es también el después,las secuelas de por vida.Los que hemos sufrido abusos en la infancia…https://t.me/AdrenochromeHumanTrafficking/582…entendemos mejor a Kathy O’Bryan,y a muchas más personas…sin embargo todavía encontramos trabas a la hora de denunciar hechos la malloria de las veces prescritos por el tiempo,o sin poder aportar pruebas,y lo peor!,trabas por parte de informes de psiquiatras que no entienden que un abuso en la infancia puede desembocar en una adicción en la juventud,y se suelen considerar toxicómanos a las víctimas abusadas,y tratadas como tal o excluyendoles socialmente.

    Por eso lo mejor es insistir en proyectar un futuro mejor para las nuevas generaciones,erradicar el feminismo versus comunismo de la educación,perseguir la corrupción de menores en la enseñanza pública,enducer las penas a los pederastas y sobre todo,favorecer los derechos del menor y la protección gubernamental del menor.

    Para eso se necesita un consenso social…y estas políticas actuales tan corruptas solo ponen trabas y obstáculos,es el pueblo quien tiene que defender a sus hijos,de todo tipo de abusos,también gubernamentales.

  2. Muy buen doctor y, sobre todo, mucho mejor persona. Con personas como Vd. hasta el fin del mundo.

  3. Buen tipo el Dr. Sevillano al que sigo con interés.

    Comparto su fe en la humanidad, yo también creo desde hace años que saldremos fortalecidos de esta situación. Sí creo esto es porque todo lo que está sucediendo yo lo tenía descontado desde hace varios años, exactamente desde las leyes de género, modulación que siempre me pareció mucho más peligrosa que cualquier control mental que puedan intentar.

    Romper la unidad Masculino-Femenino como se ha pretendido con las leyes de género es robar el alma humana, La Unidad, los opuestos en armonía. El mayor crimen jamás cometido, todo lo demás que puedan hacer es secundario y posible gracias a la destrucción de esa barrera espiritual.

    Yo soy optimista, se cómo funciona el asunto y el hombre tiene unos recursos que no están al alcance de los malos, ellos no pueden acceder donde pretenden por ese camino. Pueden destruir, es lo que han hecho siempre, pero no pueden acceder, ese es un lugar prohibido para malvados. Así funciona, La Gracia es La Gracia.

    Me gustaría comentar algo que creo desconoce el Dr. Sevillano, quizás no.

    Hace un año y medio o dos encendí la televisión para ver una película y estaba en el canal de Cuarto Milenio, lo dejé un par de minutos por interesarme lo que decían, un invitado hablaba sobre Rafael Yuste, y si no recuerdo mal, lo que dijo este invitado que no recuerdo quién era, fue que Rafael Yuste había dejado la experimentación en EEUU porque los experimentos que realizaban acababan provocando la esquizofrenia de los sujetos. Más o menos cito de memoria y no recuerdo más, pero se me quedó grabado. No sé si es cierto o solo fue una cortina de humo.

    Pero a mí me llamó especialmente la.atenxion porque siempre he sabido que la esquizofrenia tiene que ver con traspasar la barrera del alma, y por lo que siempre he pensado que es imposible acceder a donde ellos pretenden.

    • También la promoción de la marihuana como terapia creo que tiene que ver con este problema, aplacar la esquizofrenia producida por la manipulación sicológica.

  4. Nunca me gustó ni Sevillano ni la 5ª Columna.

    Por lo que a mí respecta, son solo actores que forman parte del montaje.

    • Todo es probable, pero el grafeno está en las patentes y las patentes dicen las mismas cosas que el Dr. Sevillano.

      yo conocía esas patentes antes de la vacunas por lo que pensé que los laboratorios no tendrían ningún escribo en introducirlo en las vacunas, hasta entonces decían haberlo experimentado con ratas, pero por otra parte se sabía que esos experimentos producían esquizofrenia en humanos.

      Puede que usted tenga razón y solo sea el.intento de normalizar una tecnología entre la población haciendo ver qué los conspiranoicos exageran.

      Pero que del chip no te libras como no te pongas serio, eso lo verá en menos de dos años.

  5. El Dr. Sevillano es uno de los pocos ejemplares que quedan de una especie a extinguir ; la de los Médicos humanistas, que curan no sólo con su propia experiencia y reflexión médica, sino al mismo tiempo con su conocimiento del alama humana. Quedan algunos otros, pero hemos visto que son más bien pocos. Ahora hay técnicos sanitarios, que durante la visita del paciente no dejan de mirar y escribir en el ordenador, sin que haya comunicación humana con la persona que tienen delante. Y tras la visita, tal como hemos comprobado en los dos últimos años, “si te he visto, no me acuerdo”.
    Conozco a otro Doctor parecido al Dr. Sevillano, y, como no abundan, dejo un enlace para confirmar cómo debería ser un Médico normal, no como los técnicos sanitarios de la estúpida nueva normalidad.
    https://www.youtube.com/watch?v=hHUy4ti5I10

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