Querido Pablo, apreciado Presidente del Partido Popular: Lamento tener que verme obligado a dirigirme a ti, movido por el desengaño al que me has llevado. La verdad es que después de lo visto estos últimos días, colofón lamentable de no pocos indicios anteriores durante, al menos, el último año, y de los que siempre he querido ver el lado bueno a tu favor, me cuesta utilizar la mayúscula de tu cargo para dirigirme a ti. Y conste que me he fajado en tu favor ante no pocos opositores, por lo que me duele doblemente lo que estoy haciendo. Y lo hago además como continuación de la carta que te dirigí el 11 de Enero de 2019, cuya respuesta sigo esperando. No ya tuya, pero sí al menos de alguien de tu equipo, que es lo menos que se merece un ciudadano que escribe en los términos que lo hice.
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Dudo que hayas leído alguno de los muchos artículos que te vengo enviando, porque veo que aunque tuviste un principio esperanzador, como el resto de tus antecesores y políticos en general, la cúpula se convierte en reducto inaccesible, desde el que ignoráis a los que con su voto os ponemos ahí. Ya sea por la enajenación mental transitoria –a algunos les dura incluso después de dejar el cargo– que parece producir el puesto o porque el filtro de la mediocridad que os rodea no lo permite, lo cierto es que aunque habláis muy bien –algunos y no siempre– y citáis mucho a los ciudadanos –eso todos–, los olvidáis de elecciones en elecciones, salvo alguna visita foránea que obliga al saludo sonriente y a dejar alguna foto para el recuerdo.
Desgraciadamente, la ilusión que se vislumbró después de tu triunfo en las primarias de Julio de 2018, prolongada hasta final de año con la campaña de las elecciones andaluzas, que sin duda ayudaste a ganar a Juanma Moreno Bonilla, no duró mucho. Y es que el tiempo –poco, en este caso– vuelve a dar la razón a eso de que “la experiencia es un grado”. No se puede llegar a tan alta responsabilidad con tan poco bagaje profesional a las espaldas, aunque sea la moda en política, no sólo en España. Así le va a buena parte del mundo. No se puede tratar de gobernar un país como España –ninguno, posiblemente– con un grupo de amigos procedentes de una estructura clónica de la nacional como es Nuevas Generaciones, sin más currículum que ese. Ir trepando en ella a base de cintura, cual “bisagra” engrasada, aplauso diligente y sonrisa fácil, hasta conseguir un puesto político, acaba mostrando las costuras. No pocas veces he dicho y escrito que esa organización juvenil, como la equivalente en el PSOE, sobraba en el partido. Creo que lo dije en alguna de mis participaciones en los coloquios de las sesiones que asistí del Campus de la Fundación FAES, en 2015, a las me invitaron pese a no ser afiliado. Como recogía en un artículo de 2018, “Cincuenta años después: 1968 desde la perspectiva de 2018”, tu tocayo, Pablo Picasso, decía que “Lleva mucho tiempo ser joven” y, también que “El camino de la juventud lleva toda una vida”. Y, en la línea de lo que Víctor Hugo decía respecto a las edades, algo así como “Los cuarenta son la edad madura de la juventud; los cincuenta, la juventud de la edad madura”, me permito darte el consejo que le doy a mis hijos, entre los que por edad podrías estar: “jóvenes, hasta los cuarenta, aprended lo más posible y formaos como personas. Entre cuarenta y cincuenta, acercaos a los ‘jóvenes’ maduros para completar esa formación –ya sea en lo público (con verdadera vocación de servicio) o en lo privado– y a partir de los cincuenta y… hasta que el cuerpo aguante, caminad firmes en busca de esa otra ‘juventud’ –la que yo llamo tercera–, con responsabilidad y mucho esfuerzo y respeto”.
Sin ánimo de ser exhaustivo para no alargarme, ya en el primer nivel de la primera Ejecutiva que formaste tras la citada victoria, sólo aparecía Isabel García Tejerina con un contrastado currículum, primero académico, después en la Administración y por último en Política. El resto, amigos o con el fracaso en sus anteriores pasos hasta el paraguas de Génova 13, pasando por Congreso y/o Senado con más pena que gloria. Por respeto a ellos no voy a citar a ninguno, pero hago mía la frase que el jueves decía Isabel Díaz Ayuso: “¿Cuántos votos han conseguido algunos de los que te acompañan”, por ejemplo en Murcia, Cataluña, Vascongadas o Logroño. La verdad es que en la mayoría de vosotros no dejo de admirar lo difícil que debe ser compaginar la exigencia de esas carreras académicas con la actividad política, salvo que a ese gremio sólo lleguen “supermanes”, a los que la “compatibilidad” auto-votada les permite llegar a todo. Como te decía en un correo electrónico de fecha 29 de Octubre de 2021, “Creo que es una buena recomendación -que a mí me ha dado buenos resultados cuando he tenido la responsabilidad de seleccionar colaboradores- rodearse de los mejores y cortar cuanto antes “herencias” poco adecuadas. No parecen serlo algunos de los que todavía ocupan primeros niveles en el partido, especialmente los que siguen poniendo palos en la rueda a Isabel Díaz Ayuso, uno de los mejores activos hoy del PP y una gran realidad gracias a ti “
Tampoco voy a analizar segundos niveles, de los que se salvaría media docena si se hubieran aplicado criterios objetivos de selección en base al mérito derivado de la experiencia. Sólo haré la excepción, después de lo sucedido la semana pasada, citando a Alberto Casero, el que se equivocó al pulsar un botón –de tres y con colores, para más facilidad–, lo único que se conoce por sus representados de esta señoría del Congreso. Pese a todo, la mayoría de militantes, confió en ti y buena parte de los potenciales votantes y/o simpatizantes, entre los que estoy, nos agarramos al clavo ardiendo de la esperanza que despertaron tus palabras, desde el desencanto con la etapa anterior. Precisamente de esos segundos niveles surgió tu descubrimiento, Isabel Díaz Ayuso, a la que ahora, mal aconsejado por ese presunto “clan de los genoveses”, te quieres cargar en lugar de presumir de tu acierto y aprovechar a la que se ha convertido en uno de los principales activos, si no el principal, del PP.
Empezaba 2019 con la tardía convocatoria –más de diez meses después– de las esperadas elecciones generales, con cuya inmediatez trataba de justificar su moción de censura el que “desilusionó” a Macarena Olona, y llegó el primer chasco. Cierto que debido, en parte, a que los egos inconmensurables de tus principales opositores/enemigos entonces, Albert Rivera y Santiago Abascal, no aceptaron tu propuesta de comparecer juntos, al menos, en las provincias más pequeñas. Era evidente que la división ofrecida por esas prefabricadas “tres derechas”, que algunos repicaban sin cesar en sus medios, no presagiaban nada bueno en esas provincias en las que las colas del recuento favorecen al partido ganador. Y no lo era menos que iba a pasar factura el daño dejado por tu predecesor en el partido, especialmente entre 2013 y 2017, causante del descontento que aprovechó muy bien el satánico psicópata, que llegó desde la impostura y la mentira, rescatando a VOX del desierto al que lo había llevado Abascal. Por eso, un grupo de exmilitantes y simpatizantes, pensamos que sería útil poner en marcha algo que sirviera de revulsivo a ese sector pero alguien de esos que te rodean lo frenó y el resultado del 26 de Abril de 2019 ya lo conoces. Los 4’36 millones de votos que te dimos, quedaron muy lejos de los 7’9 de la pequeña remontada de Rajoy en Junio de 2016 y no digamos de los casi 11 que le dieron la mayoría absoluta en 2011. Casi siete meses después y con el mismo escenario de división en la “derecha”, tu ascenso a los 5’02 millones tampoco sirvió de mucho y, entre medias, las municipales y autonómicas tampoco dieron muchas sorpresas ni mejoras destacables del PP, aunque se consiguió salvar Madrid y Castilla y León gracias a los pactos con Ciudadanos. Dudosos pactos que, en Madrid llevaron a la disolución del parlamento y a convocar elecciones que tu candidata ganó con solvencia, sumando más que las tres izquierdas y dejando estancado a VOX, lo que le permitía gobernar en solitario. Pero eso y el “¡Queremos una Ayuso!”, cada día más extendido por toda España desde entonces, parece que molestó a algunos de tu cercanía, aparte de al principal adversario y enemigo de España, del que Isabel se había convertido en su azote. Así, cuando Isabel te pedía con toda lógica, tras su victoria, convocar el congreso regional en Madrid, ya bastante desfasado, para, como en el resto de comunidades, unificar presidencia regional y del partido en la región, parece que se debió iniciar una trama para acabar con tan molesta rival, dentro y fuera del partido.
Lo que ahora se ha sabido sobre tu llamada a Isabel en Septiembre, que ella pensaba que sería para hablar del tan retrasado congreso madrileño y en la que le comunicas el asunto de su hermano, desde unos posibles datos fiscales y bancarios personales suyos que te “han llegado”, supone del estallido del pasado jueves, cuyas consecuencias intuyo que no van a ser buenas para ti y tu entorno porque adolecen de no pocos puntos débiles. Pero lo peor, tampoco para España.
Para empezar, su más que dudosa procedencia, sea de Moncloa, como Isabel dice que le dijiste, y yo la creo –como muchísimos españoles– o del único organismo que puede tener acceso a ellos, el Ministerio de Hacienda, que para el caso es lo mismo. Lo normal hubiera sido, de ser cierta tu versión, que no hubieras tardado en poner en manos de la Fiscalía esa información, posiblemente constitutiva de delito de revelación de datos, algo suficientemente grave en sí mismo, salvo que en la supuesta trama de la que hablaba, haya alguna otra información o colaboración que todavía no haya salido a la luz.
A continuación, tras la rotunda comparecencia de Isabel Díaz Ayuso, en su comprensible hartazgo del fuego amigo, que no fueras tú el que saliera a responder a su, en mi opinión, fundada y directa acusación a ti. Sin embargo encargas, o permites –si lo primero es malo, lo otro sería peor–, que sea Teodoro García Egea el que comparezca. Me parece increíble que tenga que recordarte que la responsabilidad no se delega. Se puede delegar una función, pero la responsabilidad final es indelegable. Parece que toma cuerpo lo que dice Isabel y algunos más de tu partido sobre que has “dejado el poder en manos de Teo”, lo que no dice mucho en tu favor.
La comparecencia de Teo empieza mal: “Yo soy el secretario general del Partido Popular”, como si fuera nuevo y, por lo visto en estos meses, y sobre todo el jueves, no sólo malo como persona sino un poco pardillo. Sólo desde esa doble condición se puede entender que sea, si se demuestra como muchos apuntan, el muñidor de esta trama contra Díaz Ayuso y que dé por buena una información, derivada, al parecer, de una declaración de facturación global de una persona. Según decía el jueves Esperanza Aguirre en Trece TV, si no recuerdo mal, “Teodoro venía advirtiendo a los periodistas durante los últimos meses que le iban a encontrar un escándalo a Isabel Díaz Ayuso”. Y también decía: “Si yo fuera Egea, dimitiría hoy antes que mañana”. En esa línea, como seguramente te habrán dicho, Isabel San Sebastián recogía esto en un tuit del viernes: “Dice Teo García Egea que nunca ha elaborado ningún dossier sobre Isabel Díaz Ayuso, y hace dos días convocó una comida con más de 20 periodistas, que dedicó a hablar de eses dossier y calumniar a la Presidente de la Comunidad de Madrid. Acusar sin pruebas, como ha quedado demostrado”. Lo cierto es que al verl a Teo ante los periodistas no pude evitar acordarme de la frase atribuida a Carlos III, que no quería en sus tropas “murcianos, gitanos ni gente de mal vivir”, aunque lo de murcianos no era por el toponímico de Murcia, sino por la práctica del arte de murciar, según el DRAE, “hurtar o robar”.
Y si era malo que lo dijera Teo, peor aún es que tu repitas la misma información en los micrófonos de la COPE, que Isabel te desmontó en un detallado comunicado minutos después. Ni el concepto, “honorarios y no comisión” ni la cantidad, “55.850€ frente a los 286.000€” que repetías, parecen corresponderse con la verdad que, sea cual sea, ya la veremos, deja muy en entredicho tu rigor, impropio de tu responsabilidad y de tu formación jurídica. ¿Por qué esa doble acusación, aparentemente sin pruebas, a Isabel de “irregularidad o falta de transparencia” cuando simplemente se anuncia la “apertura de un expediente informativo para clarificar todo”, según Teo? Expediente que, según una noticia que me llega, se va a cerrar casi antes de abrirlo.
También es de destacar la cara de tensión e inseguridad, en una especie de “a mí que me registren”, que reflejaba en su comparecencia José Luis Martínez Almeida, hasta el jueves otro de tus aciertos, ahora ya no lo tengo tan claro, que invitaba a la duda. Primero por su afirmación de que otro de la cuadrilla, Ángel Carromero, asesor del Ayuntamiento de Madrid desde 2009 y director general de Coordinación de la Alcaldía de Madrid desde la llegada del anterior, cuyo historial invito al lector a buscar en Wikipedia, le había asegurado que no tenía nada que ver con el asunto. ¿Por qué sale este nombre? ¿Por qué el Instituto Municipal de la Vivienda quiere contactar con una agencia de detectives, cuyo titular dice que recibió “más de 16 llamadas”, al parecer para investigar algo en relación con Isabel Díaz Ayuso?
Podría hacerte muchas más observaciones y preguntas, pero me voy a limitar a reproducir lo que dijo hace unos meses Esperanza Aguirre: “El PP está lleno de chikilicuatres” y algunos de los citados y la forma en que estás llevando esto, siento mucho decirte que demuestra esa afirmación.
El resultado es que habéis puesto al Partido Popular en una tesitura muy difícil que, ya que no has cesado de manera fulminante a Teo ni puesto a disposición tu cargo, sólo se podría resolver bien con un Congreso Extraordinario lo más urgente posible al que, por supuesto, no debes presentarte. Creo que es lo que se deduce de las declaraciones de los barones de tu partido.
Me despido con lo que titulaba mi artículo-carta, hazle un último favor a España –o tal vez el primero importante de verdad–. Convoca, ya, un Congreso General Extraordinario y quédate en funciones hasta entonces porque, después de este cisma que habéis organizado, sólo puede quedar uno entre tú e Isabel y creo que las muestras de cariño que recibe ella y las reacciones que este desgraciado complot están generando, demuestran que para España ella es más necesaria e importante, por mucho que te duela y, como decías al final de una entrevista que te hacía Antonio Corbillón en Junio de 2015 en HOY, “Me siento competitivo en el mundo privado y es en la universidad donde me veo el día que me vaya de la política”. Yo, seguiría hablando bien de ti después de ese gesto.
Un fuerte abrazo.
¿Desengaño? ¿Por qué? ¿Acaso usted era de los pocos que un pensaban que la pp era de derecha? La pp desde bastante antes de casado, es un partido socialdemócrata globalista. Casado no hace más que cumplir con lo que le mandan, lo mismo que hará ayuso o a quien sea que pongan al frente de la pp.
Largo, lastimero y melancólico articulo en forma de epístola. Se comprende la desilusión del articulista, como la mía, por haber puesto demasiada esperanza en una persona que yo, sinceramente, y el articulista lo sabe bien por habérselo comentado en su día; no se por qué, pero siempre le vi con falta de un hervor; en las primarias, tras Rajoy, no era precisamente el favorito para mi; sin embrgo ganó.
Para mi, perdió dignidad y mostró una miseria infinita el día que pisoteó a Abascal en el debate de la moción de censura a Sánchez, fue ese día en que a muchos españoles le empezó a temblar la mano si tuviera que depositar su voto en una urna. Así como Ayudo creció por las críticas exacerbadas de Sánchez y los podemitas; Abascal medró con esa actuación, y posteriores, de Casado. Ahora tiene que irse por la puerta de atrás por su miseria, cuando al menos pudiera hacerlo dignamente por la de delante, admitiendo su error y dimitir.
Ahora a esperar lo que venga y que no se vuelvan a cometer los errores que él cometió.