rezar

Si te vieras perdido, en medio del mar, y tuvieras una radio ¿Qué harías? Sin duda, llamarías pidiendo auxilio, pero ¿y si nadie contesta? Pues seguirías insistiendo, una y otra vez. ¿En qué momento te darías por vencido? ¿No es eso mismo lo que hacen los creyentes cuando rezan?

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Los creyentes creen tener unas radios mágicas que emiten unos mensajes mágicos que llaman “rezos”. Se trata de códigos formados por palabras que no tienen siquiera obligación de comprender (Prueba de ello es que, tanto da, que se pronuncien en español o en latín), que repiten, una y otra vez, con la misma insistencia que el naufrago repite “Alfa, whisky, tango”. Dos mil años llevan utilizando esa “técnica” sin poder contactar con Dios. ¿Dispones tú de dos mil años para seguir probando?

Los creyentes creen que los evangelistas fueron los transmisores del mensaje de Jesús pero no hicieron caso a Mateo cuando dijo: “No uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”. Es más, les dijo también que, para establecer contacto con el Padre, lo mejor era no ir al templo. ¿Y qué hicieron ellos? ¡Construir miles de templos!

Vemos pues que no es lo mismo creer que hacer caso. Jesús, que no era creyente, sí optó por buscar un lugar apartado, libre de interferencias, para establecer contacto, y lo logró, según relató el mismo Mateo en “Las tentaciones del desierto”. Cualquiera que sepa lo que es la meditación sabe que, lo que se explica en ese pasaje es la receta de Jesús para alcanzar el estado meditativo: Elegir un lugar que propiciara el silencio, ayunar para “purificarse” (Ahora lo llamaríamos “Desintoxicarse”) y esperar, atento, al tentador, cuya misión es perturbar al meditador, ofreciéndole mil cosas en las que pensar, con el único fin de que no pueda alcanzar el estado de no- pensamiento. Un estado en el que la mente nada emite y permanece, por tanto, cien por cien receptiva (Pues la mente, como la radio, no puede emitir y recibir a la vez).

Todo meditador sabe, por propia experiencia, que el tentador va proponiendo sus “entretenidas conversaciones mentales”, echando mano de los deseos y miedos que aquel cobija. Así, un obseso sexual no podrá meditar porque, en el momento en que lo intente, le asaltarán pensamientos libidinosos y una persona asustadiza tampoco podrá, porque le asaltarán pensamientos terroríficos. En “Las tentaciones del desierto” todo meditador puede ver tres ejemplos con los que el tentador intentó captar la atención de Jesús, apelando al hambre y a la riqueza (Con lo que le estaba sugiriendo -Déjate de búsquedas espirituales y preocúpate de la materia que necesita tu cuerpo-) y apelando a algo muy del gusto de los materialistas-satanistas: probar a Dios, para ver si existe. -Tírate al abismo: Si existe Dios te cogerá al vuelo porque ¿qué padre dejaría que su hijo se estrellara? Y si no te tiras, es porque no crees que exista ese Dios-Padre-. Eso es lo que le propuso el tentador a Jesús para provocarle inseguridad, miedo, desconfianza; y lo que éste rechazó sabiamente, con lo que pudo retomar su meditación y culminarla.

Doy por supuesto que aquellos que cayeron en la vorágine del rito-repetición, encontrarán increíble esta interpretación de las Escrituras, y es bueno que así sea pues ¿Para qué creer lo que se puede comprobar? ¡La meditación está al alcance de todos! Solo hace falta un mínimo de humildad para entender que la interpretación realmente imposible es la que ellos creen pues entendiendo que Jesús es hijo de Dios y, por tanto, heredero de todo lo que existe ¿Qué interés podían tener, para él, las ofertas del diablo? ¿En qué podía beneficiar a Jesús que el diablo le prometiera “hacerle dueño de los reinos de este mundo”?

La meditación puede llevarte a ese estado de silencio mental, de receptividad total, en el que puedes ser consciente de que la mente es tu herramienta y no tu conductor, de que eres tú quién tiene el poder de dirigirla y no ser más víctima de sus veleidades, de que eres libre de acoger o ignorar cada una de sus sugerencias (O pensamientos). Esa es la verdadera libertad, que Jesús encontró y enseñó a encontrar. Esa es la libertad que el tentador no quiere que encuentres y tampoco sus siervos materialistas-satanistas, cuyo deseo es tenerte, al menos, otros dos mil años, bajo sus pies. Ellos no podrán meditar, ni por tanto liberarse, mientras cobijen ese deseo; de ahí que Jesús advirtiera que “Más fácil es para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el reino”. De ahí que dijera también que “Los primeros (Los distinguidos, los encumbrados, los engreídos, los creídos, los vanidosos, los que carecen de humildad) serán los últimos y los últimos serán los primeros”.

Doy por supuesto que te parecerá increíble lo que he dicho, (Salvo que sepas lo que es la meditación). En cualquier caso, es bueno que seas escéptico, científico. Así podrás verificarlo por ti mismo. Y si como tantos seres humanos, te sientes hoy solo, como perdido “en mitad de un mar de confusión”, piensa que no es muy distinto de sentirse en mitad del desierto y verás que tienes parte de la receta ya hecha.

9 Comentarios

  1. Muy buen artículo. Completamente de acuerdo con lo escrito y perfectamente aplicable a lo que nos ocurre hoy en día.

  2. A los 18 años empecé a practicar artes marciales, a los 20 empecé a practicar meditación zen en el dojo que tenía la Asociación Zen Internacional en el barrio gótico de Barcelona. No fui captado totalmente por la secta de Deshimaru, pero sí que eso tuvo una gran influencia en mi vida posterior. No voy a extenderme aquí, he pasado también por influencias taoístas, budismo de la Tierra Pura, etc…en fin, lo que quiero decir es que conozco muy bien todo este asunto muy muy muy a fondo. El resultado final ha sido que he vuelto a la Fe de mi niñez, a Cristo…no a ninguna religión en concreto, y menos aún teniendo en cuenta quién las dirige hoy en día…pero sí a Cristo…el demonio es el Engañador…por eso hay gente que termina recitando mantras del nombre de Amida (y eso les parece muy sabio y natural) mientras critican a sus abuelas por rezar un rosario. Yo no soy mucho de repeticiones tampoco, ni soy católico, pero sí soy cristiano. Porque, al final, tras todos los engaños de la vida, te das cuenta de que es muy raro que los apóstoles murieran por una mentira que sabían que era mentira…es decir: nadie moriría por decir que ha visto a Cristo resucitado sabiendo que no es verdad…Jesús nos enseñó el Padre Nuestro…es una oración que contiene todo, es perfecta…es un modelo, claro…el malhechor que estaba crucificado al lado de Jesús nos dio otro modelo, algo así como “Señor Jesús, ten piedad de mí”. Y ya sabemos lo que le contestó Jesús. Eso no te lo va a dar la meditación, más bien lo contrario, por mucho que lo niegues. Es más: la meditación oriental es la expresión del deseo de ser como dioses, una idea muy extendida en la Nueva Era. No hay peor error. Así que mi consejo es abandonar toda influencia y práctica ajena al cristianismo y volver a la simplicidad y a la humildad de Cristo. Dios no escucha a los arrogantes, pero sí a los humildes que saben cuál es el único bien, la vida eterna. Lo de este mundo…todo es vanidad.

    • Veo que recibiste extensas influencias pero poco intensas. No es “ser como”, eso es lo que pretenden los cientifistas-satanistas. Es “ser-Dios”, es Seu-uno-con-Dios. Sentir a Dios, necesariamente es ser Dios. Para lograrlo, solo hay que cumplir su voluntad. Pregúntale ¿Qué quieres de mí? y verás cómo lo sientes.

  3. Gracias por tu testimonio, es increíblemente bello.
    Dan ganas de preguntarte cosas para aprender de ti.
    Un saludo.

    • Gracias a ti por el tuyo pues es de los que estimulan. Pregunta lo que quieras. Si sé la respuesta, te la diré y si no la sé, será otro estímulo. (En cualquier caso, te invito a leer los dos artículos anteriores, que tratan el mismo tema. Pulsa sobre mi nombre y te saldrán todos los que he publicado en este periódico). ¡Un abrazo! Gracias a ti por el tuyo pues es de los que estimulan. Pregunta lo que quieras. Si sé la respuesta, te la diré y si no la sé, será otro estímulo. (En cualquier caso, te invito a leer los dos artículos anteriores, que tratan el mismo tema. Pulsa sobre mi nombre y te saldrán todos los que he publicado en este periódico). ¡Un abrazo!

  4. Veo que recibiste extensas influencias pero poco intensas. No es “ser como”, eso es lo que pretenden los cientifistas-satanistas. Es “ser-Dios”, es Seu-uno-con-Dios. Sentir a Dios, necesariamente es ser Dios. Para lograrlo, solo hay que cumplir su voluntad. Pregúntale ¿Qué quieres de mí? y verás cómo lo sientes.

  5. Gracias a ti por el tuyo pues es de los que estimulan. Pregunta lo que quieras. Si sé la respuesta, te la diré y si no la sé, será otro estímulo. (En cualquier caso, te invito a leer los dos artículos anteriores, que tratan el mismo tema. Pulsa sobre mi nombre y te saldrán todos los que he publicado en este periódico). ¡Un abrazo!

  6. Un par de apuntes. Lo primero es que pienso q tienes demasiado pelo para ser tan “zen”. Lo segundo es que, como siempre, hablas sin tino de lo que ignoras por completo y con una absoluta falta de respeto cuando alguien t contesta con su experiencia personal y no coincide con la tuya. Lo tercero es que usas un título mendaz para colar tu “hare krisna” (supongo q para conseguir lectores desorientados q además t aplauden con las orejas, los pobres, qué le vamos a hacer).
    En fin, otro poemita este artículo. Pienso q los lectores de este medio nos merecemos algo de honestidad y más respeto, sin subterfugios y sin trampas. De eso ya vamos sobrados en todas partes. De nada.

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