No es nada nuevo bajo el Sol la generosidad que muestra siempre el que dejó de aprendiz al muñeco del maestro Gepeto, el conocido Pinocho, con los socios que le permitieron llegar al deseado sillón de la Moncloa y mantener bien asentadas sus posaderas en él, en el Falcon y en las plácidas instalaciones y arenas de La Mareta canaria y Las Marismillas de Doñana a costa de lo que sea.
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Ni se ha inmutado esta vez ante el enésimo exabrupto del ignorante y desocupado –“Cuando el diablo no sabe qué hacer, con el rabo mata moscas”– ministro de Consumo, Alberto Garzón. Un ministro, sin competencias e incompetente, de cuota de la cuota, ya que es la parte “okupada” –con k– por la “difunta” Izquierda Unida, liquidada por el personaje “consumista” –o comunista, sería más apropiado, en una fácil sopa de letras– y subsumida en el morado podemita. Cuando en el pasado Julio presentó una de sus “geniales” campañas como la de “Menos carne, más vida”, y dijo que había que “reducir el consumo de carne”, como los solomillos con los que él obsequió a los invitados a su despampanante boda, el jefe se limitó a “contradecirle” un poquito en su “show” al efecto: “Un chuletón al punto es imbatible”. Y a pasar página, que a éste no se le toca por si se enfada Yolanda y los suyos. O PabLenin Iglesias en la distancia.
Esta vez, en un nuevo despropósito, si no traición, a un sector vital de su país como el cárnico, el ¿ministro? se desahoga con The Guardian inglés en otra clara imprudencia, cuando menos, producto quizás de algo más que su incompetencia, su maldad y sectarismo antiespañol: “España debería comer menos carne para limitar la crisis climática” –sobre lo que, de haberla, tampoco sabe nada, claro–. Y arremete de nuevo contra las macrogranjas, con las que tiene fijación, diciendo que “España exporta carne de mala calidad de animales maltratados” y tampoco pasa nada. Su verdadera jefa Yolanda Díaz y su “altacoz” de Barcelona Ada Colau, lo justifican, y algunos socialistas, como Lambán o García Page –digno alumno del “transparente” Pepe Bono, el de los “bolsillos de cristal”–, se desfogan como siempre, a bote pronto lo critican, pero luego sus “disciplinados” diputados votan contra la reprobación del “elemento” en el Congreso. ¿Se imagina el lector la que hubieran armado los sindicalistas “marisqueros”, si el de Consumo hubiera puesto en cuestión las gambas, langostinos, cigalas y otros “frutos del mar”, que dicen los franceses? Y Falconeti, mudo, como la mayoría de la “macrogranja” –esa sí que es macro– que lo acompaña en la mesa del consejo de sumisos, que se escabulle con su demagogia característica en boca de su nueva “portavoza” que destaca “la unidad de criterio del gobierno” y la “defensa del sector cárnico”, pero el de la cuota sigue y a ver cuál será la próxima, que será, más pronto que tarde.
Y debe ser por ese espíritu “bondadoso” que caracteriza al doctor Plagio cum Fraude que, por fin, se digna a rebajar los precios de los famosos tests de antígenos –“hoy no… mañana”–, esos que dan positivos “asintomáticos” –a veces falsos– que colapsan centros de salud en busca de baja laboral, dejando pingües beneficios al fisco de 21% en 21%. Y lo hace, fijando como precio máximo 2’94€, parece que un 50% superior a la media europea. Rebajar sí, pero poquito que Hacienda se resiente y su ministra Marisú Montero le tira de… la corbata. Otra muestra del intervencionismo que gusta al socialcomunismo ruinoso. Se dirá para sí: “Pongo los precios y… sigo siendo el rey”, de oros, lógicamente, que es lo que les va a ellos como le iba a sus compañeros andaluces, dos, condenados hoy por una pieza separada de los ERE. Y lo hace ahora, no antes de Navidad, que hubiera venido mejor a los diezmados bolsillos de los españoles ante la previsible avalancha de exigencias por el incremento que se veía venir entonces –si no se produce de forma natural se impulsa el miedo desde los medios y… a testarse todo quisque–. Para este “genio” de la Economía, “si se descuenta la inflación”, es que nada ha subido, como dijo el otro día para justificar que “se había pagado de electricidad lo mismo que en 2018”.
Pero lo que no rebaja nunca nuestro peor presidente de la democracia es el reparto de subvenciones a esos socios que le aprietan donde más duele y cierran un poquito más la mano, a modo de aviso, ante cualquier desvío cesionista del yerno del de las saunas. Así lo demuestra el reparto de Fondos Europeos que distribuyó desde el ministerio de Trabajo entre tres comunidades socialistas, Valencia, Navarra y Extremadura, con Vascongadas para completar el póker de “generosidad”, agradeciendo así su apoyo a los Presupuestos Generales, que en su día llamé PGETA. Eso sí, previa cesión al gobierno vasco de la gestión de prisiones que empieza a ejercer ya Íñigo Urkullu, que abre “la puerta a una nueva vida” a algunos de los 84 etarras todavía en prisiones vascas, que podrán acortar sus penas “por participar en talleres de jardinería y bibliotecas”. Así podrá ir soltando poco a poco a los “200 presos que todavía tenemos en las cárceles”, que decía Arnaldo Otegui cuando justificaba su firma a esos PGETA: “si tenemos que firmarlos, los firmamos”. Es decir, de asesino, a jardinero o bibliotecario, vía cursillo, no de cristiandad precisamente. Ya veremos qué da de sí el recurso que se ha apresurado a poner la Presidente madrileña Isabel Díaz Ayuso ante el Tribunal Supremo por la “arbitrariedad en el reparto”. Un recurso al que de momento no contesta la Comisión Europea, pero Bruselas avisa al socio español de que “implementará también su estrategia de control para asegurarse de que los fondos han sido utilizados apropiadamente”.
Lo que no veo es la reacción unánime del Partido Popular recordando a todas horas que si Sánchez tiene la posibilidad de disponer de esa arbitrariedad en el reparto que está demostrando, es porque VOX se abstuvo en la votación del Decreto Ley que planteó el gobierno en su día. Decreto que salió adelante por eso, pese al voto en contra del PP, UPN, ERC, JpC, la CUP y el BNG, al que se sumó, creo recordar, Ciudadanos.
Mientras, el ejecutivo sigue recibiendo varapalos judiciales. Esta vez ha sido el CGPJ el que ha tumbado la propuesta de informe al anteproyecto de Ley por el Derecho a la Vivienda que había aprobado el gobierno a instancias de Podemos. Además, el CGPJ cambia al ponente, que había sido el exdiputado socialista Álvaro Cuesta , que será sustituido por José Antonio Ballestero y Enrique de Lucas. Y van…
Hijo de perra cabrón, al paredón, este mentiroso embustero cada día me da más asco,ni debería quedar ningún traidor sin acabar tirado dentro de un contenedor de basura que es lo que son estos mierdas.
Todo lo que relata el articulista, y más que hiciera todos los españoles sabemos de su certeza; lo que ocurre es que son tantas y tan asiduas las tropelías que comete la banda de los 23, que una se superpone a otra en el corto espacio de tiempo, que apenas nos da tiempo a criticar la precedente cuando ya aparece la siguiente.
Hay veces que me propongo analizar cual de los veintitrés ministros pudiera salvarse de la vulgaridad, ineptitud, del cupo, etc. y es que no encuentro individuo al que se pudiera elevar a tal categoría; siendo benevolente, diría, a mi entender, por su discreción, que el de Agricultura, Ganadería y Alimentación por su discreción y vocabulario apropiado y nada fuera de lugar. Descarto de antemano al mendaz y presuntuoso Sánchez, el cual está apuntalado por toda la ralea del panorama político.
Esperemos que esta cruz pase pronto; pues no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo aguante.