La evolución del mal

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En estos tiempos del Covid-19 y su acción devastadora de destrucción de personas y de la propia sociedad, se hace necesario reflexionar sobre la maldad, siempre presente en toda sociedad; maldad que adquiere actualmente unas dimensiones desproporcionadas, con la mentira y el terror  como acompañantes de un genocidio encubierto. Políticos degenerados en su totalidad, unos por acción y otros por omisión, son los ejecutores, convertidos en mercenarios y esbirros de unas élites cainitas modernamente llamadas satanistas.

[Sale A La Luz El Nombre De La «Amiga» De Iñaki Urdangarin Y Unas Sorprendentes Declaraciones De Su Hijo Pablo]

(Génesis.Cap. 4; versic.. 4-8).  “Y Abel trajo de los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró Jehová con agrado a Abel y su ofrenda; mas no miró con agrado a Caín ni a la ofrenda suya. Y Caín se ensañó grandemente y decayó su semblante.

Entonces Jehová dijo a Caín: ¿por qué te has ensañado y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? Y sino hicieres bien, el pecado está a la puerta, con todo esto, te deseará, pero tú te enseñorearás[1] de él.”

En estos cuatro versículos del capítulo cuatro del Génesis se relata la actuación de Caín previa al asesinato de su hermano Abel. Quiero hacer, por medio de ellos, a las personas creyentes, una aproximación a la raíz del mal que todos los humanos nos hacemos a nosotros mismos y a nuestro prójimo.

Todo mal o pecado tiene su origen en nuestra disposición frente a Dios. No puede ser de su agrado todo aquello que no le reconozca y ensalce como supremo bienhechor y hacedor de todo lo creado.

Caín a través de sus pobres ofrendas se privaba a sí mismo de la acción bienhechora de su Dios, de ahí la reacción simplemente humana cuando al amor no le damos cabida en nosotros: “Caín se ensaño grandemente y decayó su semblante.” Jehová se limita a interpelar a Caín con una pregunta que le aclara y pone luz a su incómoda situación, para manifestar a continuación mediante otra pregunta la conducta correcta que nuestro Creador nos ha insuflado en nuestro espíritu: “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido?”. Primero aceptar y después actuar de acuerdo con esta realidad bíblica constituye por tanto un camino de perfección humana a través de la auténtica sabiduría.

Por su parte la práctica del mal conduce al propio ensañamiento y la pérdida de cualidades que enaltecen el alma.

A continuación, el texto prosigue con tres afirmaciones que ponen de manifiesto las consecuencias de este mal obrar:

1. “el pecado está a la puerta”. Cuando, no valoramos lo suficiente, menospreciamos, o prescindimos de nuestro creador. La acción realizada, presenta frutos amargos, a través de falsas satisfacciones, placeres que degradan nuestra espiritual humanidad, y anulan nuestra capacidad de amarnos a nosotros mismos y amar nuestros semejantes.
2. “con todo esto, te deseará” es la incapacidad para amar, fruto de las malas acciones, lo que da lugar en nosotros a la aparición de situaciones o creación de entornos que nos conducen a las tentaciones y constituyen la puerta de nuevos y crecientes pecados.
3. “pero tú te enseñorearás de él”. Esta afirmación encierra en si misma todo el terrible poder destructor personal y social de la maldad humana. “No sé. ¿soy yo acaso guarda de mi hermano”.
   

¿Qué decir de los caínes creadores del Covid-19?:

– Si la quijada de asno era el arma más poderosa de aquel tiempo, el arma mas poderosa del SigloXXI es una pandemia creada artificialmente por un inexistente virus como pretexto para producir un genocidio y el dominio de nuestra mente mediante una falsa vacuna experimental, convertida en un inyectable transgénico, de efectos presentes conocidos, mientras que los efectos a medio y largo plazo se intuyen por la creación de elementos informáticos de control mental en nuestro cuerpo a través de las vacunas.

– Si en el apartado anterior se trata del arma material ejecutora del perverso plan, el armamento mental que le acompaña es más devastador, si bien sus efectos se atenúan con el paso del tiempo; estas armas son la mentira acompañada por el miedo. Dos armas que imposibilitan la capacidad de emitir un juicio o análisis equilibrado de la verdad ocultada, y con ello descubrir las falacias e incongruencias que la falsa realidad mostrada necesita encubrir. Señalar también ese otro efecto de carácter mas espiritual como es el bloqueo emocional, fruto de la terrible indefensión a que se siente sometida la persona; bloqueo que le lleva a exacerbar su individualismo tendiendo a aislarse de los demás en su afán desmedido de autoprotección.

Algunos católicos al menos, entre los que me encuentro, vemos con inquietud la posición terriblemente tibia de la jerarquía eclesiástica, frente a esta realidad, y el daño que quizás está produciendo en numerosas almas esta situación que nos conduce por un laberinto como Camino, una mentira genocida como Verdad y a una Vida donde el amor nada soluciona y queda reducido, como he dicho, a la propia autoprotección.

Entre tanta mentira y miedo antepongamos esta verdad que es vital para conservar la fe y seguir amando como única fuente de vida.

“Quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta”. Santa Teresa de Jesús.

*Un artículo de Pablo Blas Villarmín

[1]Y Jehovà dijo a Caín: ¿Dónde está Abel, tu hermano?. Y él respondió: No sé. ¿soy yo acaso guarda de mi hermano (Gen.4; v. 9)