Nuevamente se cumple el aforismo: todas las comparaciones son odiosas. Sobre todo cuando, como en este caso, un país “en vías de desarrollo”, la India, le da sopas con onda a otro, supuestamente desarrollado: Españistán.
Me ha llegado la demanda presentada por un abogado balear, ante el TSJB, contra el pasa-torpe covid. Los médicos pueden sacar de ella sustancioso zumo de las soluciones dadas en el estado indio de Uttar Pradesh para luchar contra el ignoto virus. Los abogados pueden acopiar munición científica y técnica para luchar en la arena forense contra las medidas liberticidas.
En esta demanda hay meses de investigación y acopio de información.
Para quien no quiera leérselo entero, haré un resumen de lo que pueden encontrar en ella.
Demuestra que llamamos vacunas a terapias génicas, que nada tienen que ver con vacunas, y cuya eficacia real es inferior al 1,5 %, muy lejos del 95% publicitado por algún fabricante (pags. 4 a 10).
Sigue, demostrando las irregularidades en la aprobación de emergencia (USA) y condicional (EU), en la que ya quedaron de manifiesto su ineficacia y sus efectos adversos (pags. 10 a 17), explicando las trampas utilizadas para sobreestimar la supuesta eficacia del 95 %. Aprovecha para darnos una lección magistral sobre lo que es un Ensayo Clínico Aleatorizado (pags. 17 a 25). Muy notable la constatación hecha por los propios fabricantes, de que los ensayos no estaban diseñados para estudiar el impacto de la “vacuna” sobre la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte (pag. 24). Evidentemente, era un ensayo cuyo resultado estaba preparado de antemano, y las autoridades estaban “mentalizadas” de darlo por bueno, dijese lo que dijese.
A continuación estudia los brutales efectos adversos producidos por esta terapia génica (pags. 25 a 40).
Advierte, previamente, de la dificultad de acceder a datos fiables y manejables en los registros de EEUU (VAERS) y de la Unión Europea (Eudravigilance). Demoledor el gráfico de VAERS de los efectos adversos de vacunas de los últimos 30 años (pag. 27), que debería de hacer, por sí solo, que se suspendiese la inoculación de esta sustancia.
Muy llamativos los estudios sobre sub-notificación de efectos adversos, que estiman que sólo se notifican entre el 1 y el 13 % (pag. 30), en base a los cuales calcula, a 7 de enero, para EEUU, unos 167.000 muertos.
Entre los efectos adversos, aparte de las defunciones, llaman la atención las cegueras bilaterales (309 en U.K) y los casos reportados de reducción del pene a micropene.
A partir de la pág. 41 explica la maniobra orquestada en muchos países para dejar como única alternativa la “vacuna”, y su aprobación de emergencia/condicional, que exige la ausencia de otro tratamiento.
Llegamos al clímax, cuando explica cómo en Uttar Pradesh, estado indio de 230 millones de habitantes, acabaron completamente con la enfermedad, facilitando a los enfermos un kit que incluía la ivermectina, medicamento antiparasitario, muy usado en veterinaria.
Los gráficos de las pags. 49 a 51 deberían llevar a la cárcel a todos los políticos y funcionarios baleares implicados, por delito de genocidio. No lo verán nuestros ojos. En Españistán sobran leyes, pero falta justicia.
A partir de la página 55 tenemos una impagable descripción del montaje urdido para engañarnos, aplicando los principios del “paternalismo libertario”: Llamar “vacuna” a lo que no lo es, para mejorar su imagen; descartar otras terapias alternativas, dejándolas inaccesibles en el sistema de salud; implantando un pasaporte que exige, sin alternativas viables, la vacunación para seguir vivo en la sociedad.
Y todo ello SIN JUSTIFICACIÓN CIENTÍFICA.
Y termina, desmenuzando el despropósito de la ausencia de consentimiento informado (pags. 58 a 60), y sus funestas consecuencias.
Mejor que cualquier best seller, de los escritos para distraernos y embrutecernos.
De lectura obligatoria para médicos y abogados.
Si después de leerlo, sigue siendo Vd. tragacionista, consulte urgentemente a su psiquiatra.
El pasaporte covid no es más que la antesala del crédito social chino, la desaparición del dinero físico para tener el control total sobre los seres humanos, por eso nos quieren marcar a todos como si fuésemos ganado, el que se va a inocular para poder viajar ya le dan el billete para el camposanto, también quieren decidir el tiempo que vivimos y cuando debemos de morir, esos locales que están exigiendo el certificado covid están promoviendo el crédito social y además están cavando su propia tumba.
Genial.
“cuya eficacia real es inferior al 1,5 %”
Lo que es a las claras que es un “crimen y estafa” de lesa global, y de experimento tiene nada, se inyecta sabiendo lo que se inyecta y que efectos consigue, está muy estudiado, ten miedo, terror, a esto, no a un resfriado, si no tienes otras patologías.
las cobayas con las q se experimentó el ARNm, murieron todas, dicho por una investigadora, de la que ahora no recuerdo su nombre, pero q es colega de la Dra. Karina Acevedo.
Ahora, la estrategia d las élites ni siquiera la ocultaron, con total descaro realizaron el evento 201, y lo copiaron punto por punto.
El dolor, la tortura y la ruina al cerrar las fuentes de trabajo durante el confinamiento, los niños 2 meses sin ver la calle y los viejos muriendo aislados, encerrados en habitaciones de asilos durante 8 meses y negándoles atención hospitalaria por el hecho de ser viejos y morfina como único tratamiento, a poco que te pongas en situación resulta fácil darse cuenta de lo horrible de la misma, que en muchos casos fue la antesala de la muerte.
Después de la tortura a medida para cada uno, anunciaron la solución, las vacunas que no son tal si no fuera porque la OMS cambió la definición de la misma, así como después de la N1H1 cuando también se cambió la definición de pandemia para poder declararla en este evento.
Y hay q decir q con las vacunas realmente es, o se parece mucho, a lo q los nazis llamaron la solución final. La diferencia respecto a aquella época es que ahora imploramos por la vacuna de forma incondicional, siendo complice del delito y la pagamos con gusto, y en la época nazi, el gas, era gratis.
Buenísimo… y el final es de crack.
Esta información no debemos olvidarla nunca…. esta es hoy la cruda Realidad en muchos aspectos.
Enhoranuena.
“Y todo ello SIN JUSTIFICACIÓN CIENTÍFICA.
Y termina, desmenuzando el despropósito de la ausencia de consentimiento informado (pags. 58 a 60), y sus funestas consecuencias.
Mejor que cualquier best seller, de los escritos para distraernos y embrutecernos.
De lectura obligatoria para médicos y abogados.
Si después de leerlo, sigue siendo Vd. tragacionista, consulte urgentemente a su psiquiatra.”
Cojonudo.