Una de las cosas que más claras están quedando con todo lo que lleva pasando a lo largo de estos casi dos años, es que en este mundo todo aquel que cuestione el relato oficial, que se plantee alguna duda o que intente alertar sobre lo que está sucediendo, es insultado, ridiculizado, criminalizado e incluso literalmente perseguido. Y simplemente por dudar. Solo por intentar alertar a todos de que lo que está pasando no parece demasiado normal.

Por otro lado, aquel que sigue el relato oficial, que se cree lo que se nos está contando, aquel que pone alegremente el brazo, el de sus familiares e incluso el de sus hijos, parece ir por el mundo con una especie de orejeras que no le permiten ver más allá que lo que le digan que tienen que ver aquellos que están al mando de la farsa.

Si se dan cuenta, llegan incluso al extremo de utilizar exactamente las mismas palabras, las mismas coletillas, el mismo discurso y el mismo desprecio ante los que planteamos dudas. Y la realidad es que los que dudamos tratamos de buscar información para fundamentar nuestras dudas. No hemos ideado todo lo que está sucediendo y nos hacemos preguntas más que justificadas porque nos va la vida en ello.

Y mostramos, como hacemos hoy, datos oficiales en los que fundamentar lo que decimos. Y tiramos de datos que, bajo nuestro punto de vista, deberían provocar que aquellos que no se cuestionen nada comiencen a hacerlo. Hoy volvemos a poner nuestra mirada en los datos del VAERS (Centro Nacional de Información sobre Vacunas) estadounidenses. Y lo que nos muestran esos datos debería ser motivo de preocupación para muchos.

Si tenemos en cuenta que en estos datos solo se reflejan entre un uno y un diez por ciento de lo que realmente sucede, ¿cómo es posible que haya alguien a quien le pueda parecer normal que se hayan registrado 19.249 casos en los que la persona inoculada con este brebaje experimental han fallecido y se siga viendo todo esto como normal? Tengan en cuenta que en la estimación más optimista, si se hubiera denunciado el 10% de lo sucedido, nos encontraríamos con cerca de 200.000 personas muertas. La cosa no parece ir de aquello de “son mayores los beneficios que los riesgos”.

Y piensen, por otro lado, que los datos están actualizados al día 19 de noviembre. Esto es una hecatombe.

 

8 Comentarios

  1. “son mayores los beneficios que los riesgos” como explicación científica es tan científico como decir que hacer el amor tiene más beneficios que riesgos, de ahí a decretar “el follar” obligatorio con el primero que pase hay un trecho.

    Imaginemos que un herniado, sifilítico, sarnoso, leproso o sidoso obligados a follar con cualquiera por decreto. No estaría bien y tendría más riesgos que beneficios.

    Seamos prudentes, yo por si acaso no le vacuno, aunque entiendo que por si acaso otros lo hagan.

    Yo no tengo ningún miedo a contagiarme de covid, no es más que un virus como muchos otros que han perecido en mi cuerpo, sin embargo, si tengo miedo a una vacuna elaborada por personas sin escrúpulo alguno, ávidas de dinero, control y poder a los que les fascina experimentar con el primer pobre ignorante que se les pone a tiro, bien sea en África, India o Europa.

    No tengo ni idea que contienen las vacunas, en España no hay una trazabilidad de las mismas ni unos análisis aleatorios exhaustivos escalonados en cada una de las fases de la distribución,.no tengo ninguna garantía de sus componentes o/y estado. Ninguna autoridad médica nacional o regional garantiza lñsus ingredientes, tampoco sus efectos secundarios al ser un producto aprobado de urgencia en fase de experimentación.

    A los nazis solo les hubiera bastado aprobar de urgencia sus terroríficos experimentos para que fueran humanitarios, que tontos fueron los nazis y que listos los gobiernos actuales.

    • Cuando dicen eso de… “son mayores los beneficios que los riesgos”, dicen la verdad, puesto que están pensando en si mismos y en los enormes beneficios que les aportan las vacunas con riesgo cero, puesto que están exentos de responsabilidad pase lo que le pase a la persona “vacunada”.

      Ahora bien, si lo pensamos desde el punto de vista de quien esté pensando si le vale la pena vacunarse, en mi caso lo tengo claro… beneficios CERO y riesgos TODOS, desde morir directamente por culpa de la vacuna, hasta desarrollar, por la via rápida además, terribles enfermedades de tipo neurológico, cardiaco, etc. ¿ Y todo por hacerle caso a unos políticos mafiosos y sin escrúpulos? ¿O por miedo a un virus que no existe?. Que le pregunten a Bill Gates si ha vacunado a sus hijos, o por qué nunca lleva mascarilla. Igual es porque sabe que no hay virus y las “vacunas” son otra cosa.

      • Desde el inicio todo esto ha sido una cuestión de miedo. A los miedosos, confiados y creyentes adoradores de la vacuna de la viruela los han encerrado en un tarro y etiquetado con el código Quimera Repe.

        Leer en cualquier medio algo relacionado con la variante Baltasar es vomitivo.

  2. Con un par de muertes antes se suspendía la vacunación contra lo que fuere. Esto clama al cielo. Pero los burros no se enteran, y aunque les digas los fallecimientos que está habiendo, y las enfermedades para toda la vida, no lo creen. Es que ni se molestan en acudir a los informes de VAERS o EUDRAVIGILANCE para comprobarlo. Están lobotomizados. Es posible que les hayan echado algo en las vacunas para estupidizarlos. más aún…

  3. A lo mejor están testando el número de habitantes capaces de vivir plenamente y a todo trapo sin pasaporte covid.
    La verdad es que éste será el primer censo europeo de hombres con el espíritu y el intelecto intacto, aparte de libres y valientes, ya lo hubieran querido tener este censo en sus manos Alejandro o Napoleón para elegir a su tropa.

  4. Al principio el covid era un test de inteligencia.

    A estas alturas solo un retrasado extremo se traga las patrañas que no paran de soltar.

  5. Los nazis aprobaron sus experimentos: el Me-262 (del que incluso habla el actual papa cuando sirvió en la Wehrmacht), primer avión a reacción, el dispositivo para visión nocturna sobre tanques, cañones propulsados y caza tanques, el misil (V1 y V2), la bomba atómica (aunque no la lanzó porque no quería invadir territorio con radiación, sus planos cayeron en manos soviéticas), la MG-34 (o sierra humana, la más mortal ametralladora de la guerra, de lejos), el Panzerfaust (con el que incluso señoras y niños pudieron despanzurrar centenares de tanques soviéticos y demócratas en las ciudades alemanas asediadas), etc. Pero los nazis luchaban contra los comunistas y sus lacayos demócratas, que son precisamente los que “humanitariamente” inoculan la marca de la bestia eutanásica. Claro que para opiniones, algunos no distinguen entre verdad y mentira, entre marca mortal y “vacuna”, entre nieve y carbón.
    Y lo del fuelle ya no opera desde el siglo XIX, sea quien sea el operario y el mal que padezca. Las acerías ahora cuentan con robots para refrigerar sus hornos.

  6. Es curioso y sospechoso que ningún político, ni responsable de sanidad, ni periodista hablen del Vaers ni de su equivalente europea. Epoch Time ha publicado la noticia de una persona prácticamente desahuciado por covid y curada con IVERMECTINA La enfermedad es real, lo demás un montaje . Se han ganado a pulso irse al infierno

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