Los más jóvenes, no sabrán que cuando se inició el actual régimen constitucional -ese que hoy esta situación de derribo- los ciudadanos de entonces, en general, no sabían de la existencia de la palabra solidaridad. La gente, en la mayoría de los casos, haciendo caso a lo que Jesús de Nazaret nos enseñará, aquello de “lo que de tu mano izquierda que no se entere tu mano derecha” lo que hacían, era caridad en base a ello, y como mejor les parecía y siempre con su propio dinero.
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Llegó la democracia, y quisieron hacernos creer, que la palabra solidaridad, tenía el mismo significado que “caridad”, aunque es verdad, que suena más “progre” -De igual manera, nos llegaron infinidad de palabras nuevas con significado en general de cosas que ya ejercíamos y que poco a poco han ido vaciando de contenido. Las cosas del Neo-Lenguaje– Pronto nos dimos cuenta, que, para nada; Su significado, era del todo diferente y fundamentalmente, contrario a las enseñanzas de Jesús; Solidaridad, quiere decir, hacer caridad con el dinero de los demás y sobre todo con mucha publicidad.
Al principio proliferaron todo tipo de O.N.G. y casi nos pareció una prolongación y dentro del significado de lo que entendíamos como caridad y es por ello que muchos colaboraron con ellas. Luego nos fuimos dando cuenta que estas organizaciones sin ánimo de lucro, muy al contrario, eran organizaciones con mucho ánimo de lucro y en mucho caso, con intereses algo más que oscuros y con una finalidad muy contraria a la que nos vendían.
A continuación, pasamos a que estas organizaciones dejaran de mantenerse solo en base a la ayuda voluntaria de los ciudadanos, para pasar a nutrirse a través de los presupuestos; ya del Estado ya de las Autonomías, ya de lo ayuntamientos y demás organismos manejado por los políticos, y que los contribuyentes, financiamos vía impuestos y de forma obligada. De esa misma manera y a base de confiscación fiscal, además de las innumerables O.N.G. nos obligan a mantener a los Partidos Políticos, Sindicatos, Patronales, en infinidad de instituciones que hacen de muletillas o son apéndices muy bien disfrazadas, de las ya mencionadas.
Todo el desarrollo de estas solidaridad aquí expresada, y en base a la extorsión que el pueblo español está sufriendo, pues ya casi y en cierta manera lo damos por admitido, entre otras cosas porque tenemos una defensa a día de hoy, más que complicada. Quizás porque nos hemos acostumbrado a estar de rodillas frente al poder, y quizá ya vaya siendo hora de ponerse en pie, como dice un legendario comunicador, que se ha tenido que ir al otro lado del charco, para poder seguir haciendo desde allí su programa y al que escucho cada mañana. Pero ya con lo que estoy viendo en estos días, de verdad, que ya, no: Que encima de todo lo anteriormente aquí expresado, nos quieran tomar el pelo de la manera que lo están haciendo los partidos políticos, esto no tiene nombre.
Esta mañana en las redes sociales¸ los miembros de las nuevas generaciones del PP y los de las más viejas también, se publicitaban sobre la recolecta de juguetes, que están haciendo para los niños más necesitados y con vista a la próxima llegada de los Reyes Magos desde Oriente. Pero luego en mi pueblo, al otro lado del rio, el otro partido mayoritario, el PSOE, publicitando lo mismo. Las Navidades aún no han empezado, los de VOX, ya el pasado año también lo hicieron y los de Podemos en base a lo que todos sabemos, en esto no se harán notar, ya buscarán algo para no quedarse atrás; a lo mejor al ministro Garzón, nos trae la huelga de los juguetes a las Setas de la Encarnación.
No voy a meterlos a todos en el mismo saco, pero muy pocos se quedarían fuera, en caso de hacerlo. Gente que jamás ha trabajado en nada que no sea la política, gente que fuera de la misma, carece de la más mínima aportación altruista a la sociedad; arrogándose la solidaridad, en este caso, para que los niños no se queden sin juguetes, pero eso sí, con el dinero de los demás. Señores miembros de partidos políticos, por favor, dejen ya de tomar el pelo a los ciudadanos. Por favor, un poquito de vergüenza torera.
A palos con ellos.
La Caridad es la virtud teologal superior, por encima de la Fe y de la Esperanza. Es tal cual nos muestra San Pablo en sus epístolas, nada que ver con la mundana solidaridad, y TODA la humanidad es infinitamente deuda de la Caridad de Jesucristo con nosotros, que murió en la cruz por la salvación de TODOS, entregando su Preciosísima Vida y Sangre, aunque por desgracia, los insensatos enloquecidos de egolatría rechazan ese inmenso regalo eterno de la Salvación y prefieren la condena al infierno, alejados de Dios para siempre.
La solidaridad es cosa de soberbios, que creen poder vivir sin la Caridad de Dios y que la Caridad implica humillación (la necedad es extrema si se cree tal cosa, pues nadie puede nada sin el consentimiento de Dios, todos dependemos de su Infinita Misericordia y Caridad). Y los solidarios ODIAN la humildad, de la que es máximo exponente la Virgen María.
La solidaridad puede ser definida en un lema del judío anticristo Karl Marx: “Proletarios del mundo uníos”. Es la más hipócrita forma de colectivismo, es la responsabiliad compartida e indeseada ante las pérdidas de un negocio, es el interés en que los demás asegurados paguen por el daño propio solidariamente, es muy, pero que muy INTERESADA y muy, pero que muy falsa, vana, materialista, mundana y nada noble. Por mucho que los obispos ciegos y necios a sueldo y al servicio del mundo y sus jerifaltes la prediquen insensatamente sustituyendo la Caridad Cristiana, verdadera virtud del buen cristiano católico.
La solidaridad no aparece en la Bíblia por ningún lado. Ningún santo ha predicado la solidaridad, pero sí la Caridad cristiana. La solidaridad es cosa de políticos, siervos todos del demonio, padre de la mentira. Y si aparece en alguna Bíblia protestante es porque han tergiversado el mensaje de Dios. Y pobre del que quiera sustituir la Caridad (bien espiritual) por la solidaridad (bien material).
La Caridad lleva al Cielo no por mercimiento, sino por la Gracia de Dios. La solidaridad lleva al engaño y a la división y enfrentamiento, porque no es justa.
La solidaridad se hace a bombo y platillo, trompeteando cual fariseos las buenas obras con toda propaganda. La solidaridad es la de aquellos que todo lo bueno que hacen, lo hacen para ser vistos por los demás, para recibir en el acto su recompensa. La Caridad, como la Justicia, se ha de practicar en secreto si se quiere agradar a Dios y no al mundo, por supuesto que sin jactancia alguna y sin llevar cuenta alguna de ella.
El mundo prefiere la solidaridad, Dios prefiere la Caridad.