En el año 1984, le hacía al maestro de maestros del periodismo una entrevista en el Salón Liceo del Circulo de la Amistad de la ciudad de Córdoba, fue el día donde los informadores Técnicos Sanitarios-así se les llamaba a los visitadores médicos- se le otorgó a Don Matías Prats (padre) el primer Andaluz de Oro que otorgaba los ITS. No voy a ilustrar el enciclopédico glosario de este periodista de periodistas. El deleite de aquel salón estaba lleno y como tantas tardes nos comunicaba en las corridas de toros, lleno hasta la bandera. En la entrevista que le efectué me dijo a la pregunta mía de: ¿qué me dice a todo esto? me contesto lo siguiente: “Pues que puedas dar tú muchas, señal evidente de que triunfas en tu profesión o al menos en tu profesión de periodista…estas preguntas han estado muy bien acertadas, han tenido un fundamento lógico y no han estado revestidas en la vulgaridad…”

Como no me gusta el juego de las cartas, no seré yo quien les cante las cuarenta a estos profesionales del periodismo, Dios me libre de tanto entusiasmo, pero en la vida en que estamos y viendo el cotarro, bien en las deliberaciones, yo les llamo chiringuitos a las tertulias televisivas de nuestra España, donde por muchas reflexiones que me hago no le encuentro salida alguna para que, de una manera no caiga en el entreguismo como hay mucha prensa a la hora de enjuiciar. No se trata de escoger bandos, ya que todo periodista tiene unas normas determinadas, entre el derecho y la moral, para mi del bien y del mal y caiga quien caiga. De una responsabilidad moral y su derecho en la verdad. Como decía Matías Prats, las preguntas concretas, directas y fiables ante su interlocutor.

Hace unos días he visto en Youtube (Periodista digital) algunas preguntas al malversador de las palabras al opaco e ininteligible y ambiguo, El Rufián de rufianes, donde se dice que los periodistas le han metido un zasca, pues no, como siempre este intruso político, no ha respondido, por cierto, con algunas preguntas que le hicieron a este separatista, o como se dice en la jerga periodística, al grano, o, déjate de paja y ve al grano que te enrollas mucho. Con todo esto no se ha visto quien le ha metido el zasca a quien. Por lo que se ve, aún quedan muchos traidores y perjuros por llegar. El periodismo que se exige al periodista, es un contiguo reciclaje y autoperfeccionamiento profesional. En España hay extraordinarios profesionales, muchos de ellos los vemos en otros tipos de periodismo para exponer sus comentarios, fuera de la esfera, por llamarlas de primitiva línea en las televisiones.

Podría ser que tengan reciclaje el periodismo, podría ser. Pero, según vemos, estamos lo mismo. Cada cual barre su cocina echándola a la del otro, y no hablemos de algunas tertulianas de antena 3, la única que veo, concretamente de Elisa Beni, no por su caudal de vocabulario-mejor dicho, -vocabularia- ni por su verdad, en su mayoría, de los acontecimientos del día, sino por las manifestaciones y expresiones negativas a todo, sin sentido ninguno. Y lo más escalofriante de esta señora, es que no deja hablar a nadie, es una cotorra, una parlanchina. Hay una cosa más indignante, es que Susana Griso, la presentadora del programa, no le llama nunca la atención. Si esto es el morbo de las tertulias, mejor me callo, bueno no me callo, sería lo mismo que muchos de los informadores que llevan el silencio por bandera y el disimulo oculto en su petate. Creo que fue García Márquez, quien dijo: La prensa es la artillería de la libertad. Pero se le olvidó decir. No con balas de fogueo.

 

1 Comentario

  1. Mucho periodista no queda, son más bien voceros del régimen o como antiguamente era el pregonero que se limitaba a difundir el mandato de la autoridad competente.

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