Michael “Mike” Anthony Granata, era un hombre que vivía en Gilroy (California). Debido a las presiones a las que le sometió su médico y a pesar de no estar de acuerdo, Mike acabó cediendo y permitió que se le inoculara el brebaje de Moderna. Parece ser, por lo que cuenta en su propio obituario, que recibió tan solo una de las dosis el 17 de agosto de 2021 pero, para su desgracia, esa dosis resultó ser suficiente.

Mike, nacido el 21 de febrero de 1965 fallecía el pasado 1 de noviembre pero pidió a su esposa que publicara su testimonio para que nadie más pasara por lo que a él le había tocado pasar. Ella lo publicaba en el obituario de su marido: “Nunca conocí a un hombre más amable y gentil que mi esposo, Michael. Para aquellos que conocieron a Mike, saben que era un hombre bueno y honesto. Fue amable, considerado y siempre cortés. Mike insistió en que la gente supiera lo que le sucedió y causó su muerte prematura e inesperada“.

Este es el testimonio que el propio Mike escribió para ser publicado tras su muerte con la intención de que sirviera de advertencia para todo el mundo:

Muchas enfermeras y personal no enfermero nos rogaron a mi esposa ya mí que hiciéramos llegar la verdad al público sobre las vacunas Covid-19 porque la verdad de las muertes por la vacuna se ocultaba dentro de la profesión médica. Prometí que haría llegar el mensaje. Aquí está mi mensaje: tenía miedo de ponerme la vacuna por temor a morir. Ante la insistencia de mi médico, cedí a la presión de vacunarme. El 17 de agosto me administraron la vacuna Moderna y comencé a sentirme mal tres días después. Nunca me recuperé, pero seguí empeorando. Desarrollé inflamación multisistémica y falla multisistémica que los profesionales médicos no pudieron detener. Mis músculos desaparecieron como si se fueran a desintegrar. Estuve en la UCI durante varias semanas y me apuñalaron con agujas hasta 24 veces al día durante esas semanas, mientras recibía 6 o 7 IV al mismo tiempo (continuamente). Fue una tortura constante que no puedo describir. Ya no me trataban como un ser humano con sentimientos y una vida. Yo no era más que un conejillo de indias humano de la vacuna covid y los médicos estaban emocionados de participar en mi fascinante progresión hacia la muerte. Si quieres saber más, pregúntale a mi esposa. Ojalá nunca me hubiera vacunado. Si no está vacunado, no lo haga a menos que esté listo para sufrir y morir ”.

Tremendo este testimonio que debería leer todo el mundo. Y nos parece mucho más tremendo todavía, si tenemos en cuenta que fue escrito cuando él mismo era consciente de que iba a morir. Esta es, posiblemente, de las mayores pruebas que se le puede enseñar a una persona para demostrarle que está siendo engañado.

 

5 Comentarios

  1. “Muchas enfermeras y personal no enfermero nos rogaron a mi esposa ya mí que hiciéramos llegar la verdad al público sobre las vacunas Covid-19 porque la verdad de las muertes por la vacuna se ocultaba dentro de la profesión médica” Pero que estupendos se pusieron los enfermeros y los medicos pero que hijos de puta que le encargan a otros el trabajo que tendrian que estar haciendo ellos, saliendo a las calles a denunciar esta mentira. No, que la cara la den los muertos pero ellos no.
    Asi no lograremos derrotar a esos criminales.

    • ¿Por qué no denuncian estos sanitarios? Y luego van contando por ahí que están hechos polvo a raíz de la presión que tienen en el trabajo, y de las horas que echan… Deben de pagarles muy bien para aguantar tanta ignominia, y colaborar con asesinatos.

    • Se pasó hace tiempo, pero ahora ya parece estar claro lo que pretenden estos canallas eugenistas. No entiendo que no haya más denuncias. a no ser que las hay ay no nos enteremos…

  2. Por favor, hay que pasar esto por todos sitios, con pelos y señales no vaya a ser que los tragacionistas digan que es mentira, los sanitarios se han convertidos en unos cobardes y mequetrefes que sólo atienden a las “pautas” que ofrecen sus Amos, sólo actúan con los protocolos sin importarles ninguna vida de las que vayan quedando por el camino, esto se ha gestado durante más de 30 años en las enseñanzas comunistas, haz esto y ya esta bien, por lo menos aquí en España. Se ha perdido la cordura y el juramento hipocrático, que una vez existió, he visto médicos levantarse a las 3,00 de la mañana lloviendo a mares a intentar salvar a personas enfermas, eso ya se acabó no existe la profesionalidad, sólo existe “el todo por la pasta”. Vamos camino de una hecatombe con estos HDGP que no tienen el honor ni por supuesto los cojones de plantarse ante esta farsa y decir basta, porque si ellos lo hicieran el pueblo tendría pruebas irrefutables para poder abordar jurídicamente lo que esta ocurriendo, de la forma que luchamos llegaremos, pero tardaremos tiempo , mientras, mujeres, niños, neonatos, abuelos, personas de mediana edad, jóvenes, atletas incluidos muriendo miserablemente por culpa de la negligencia médica, fueron los perros sociolistos y comunistoides los que decían que había que aplaudirles a las 8,00 de la tarde, y todos los borregos a los balcones, claro ellos sabían como tapar esta falsa para que el público en general como buenos idiotas estuvieran muy satisfechos de su sanidad a pesar de que lo estaban matando. Sois canallas hasta la médula pero esto acabará a ver donde os escondeis CANALLAS

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