El actual régimen democrático, en teoría, que se instaurará en el año setenta y ocho del pasado siglo, a pesar de que, de salida, reunía las bases mínimas para mantenerse con una pureza razonable, definitivamente está totalmente prostituido. Los partidos políticos se han hecho dueños y señores y solo en su propio beneficio, de la administración pública. Una administración pública, que se han preocupado, además, de hacerla cada vez más grande.
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Desgraciadamente el modelo educativo que, tras cuarenta años, han conseguido implantar en España y orientado fundamentalmente hacia el adoctrinamiento de la población, ha facilitado el llegar a la situación actual. En los inicios de este régimen, un señor ilustre -más que lustre yo diría que popular- miembro de la política española, hizo célebre, la frase aquella “el que se mueva, no sale en la foto” para los poco pensados; quería decir que el que no siguiera exactamente las directrices que marcará su partido, se quedaba fuera. Y fuera, hace mucho frio.
De aquellos polvos, estos lodos; los partidos han conseguido adueñarse de todas las instituciones públicas, incluido los tres poderes es los que se asienta una verdadera democracia. De estos tres, el que más ha determinado esta situación, por supuesto, el Poder Judicial. En la Constitución, en principio, decía que parte de los miembros de los órganos superiores del Poder Judicial tendrían que ser elegidos por los propios jueces. A día de hoy la totalidad de estos, son elegidos por los partidos políticos. Miembros que, a la hora de ser elegidos, la “cualidad” más valorada, es su afinidad política y no su demostrada o no, capacidad para ejercer y otorgar justicia.
La prueba más evidente ya, del colapso total de nuestra democracia, la estamos viendo con el entreguismo del Partido Popular a la forma de gobernar que tiene hoy el actual gobierno social- comunista. Aunque hacen cómo que no están de acuerdo, en lo fundamental siempre lo están. Ejercen con gran maestría el papel de “poli bueno o poli malo” alternándolo según que circunstancia. Tienen los mismos amos, son marionetas, de esos súper poderes que, a nivel mundial, controlan e imponen la agenda globalista.
Quizás entre tanto nubarrón, haya motivo para la esperanza. Hace algún tiempo, al Partido Popular, le salió un grano que rápidamente fue extirpado, aunque al parecer, no del todo; Cayetana Álvarez de Toledo, por defender lo que siempre había sido bandera del Partido Popular: la libertad y la justicia en líneas generales. Hoy, este partido tiene una segunda Cayetana, pero esta ya, con más poder que la anterior, Isabel Díaz Ayuso y con la que todo el Partido Popular, incluidos sus representantes autonómicos, aún más vendidos al globalismo, no saben cómo eliminarla; desde el “dictadorzuelo de Galicia” hasta el “Llamadme Juanma” de Despeñaperros hacia abajo, el de enmedio…
Puede que haya llegado el momento en que los partidos políticos tengan que dejar paso a verdaderos líderes. Líderes que han llegado a serlo por méritos propios, por haber demostrado su capacidad para enfrentarse y resolver problemas y fundamentalmente por su valentía. No esos “líderes” a los que nos tienen acostumbrados y que nos han ido imponiendo, solo por no moverse en la foto, la cualidad más valorada hoy, en un partido político, y con un desconocimiento absoluto, de lo que es la libertad y la justicia.
El momento lo ha sido siempre, ahora no estaríamos como estamos con los Sánchez, los Trudeau, los Macron y el futuro musolini australiano, ocupando puestos que ni merecen ni están capacitados para enfrentar si vienen mal dadas. Tampoco con los mismos, siendo sometidos a un totalitarismo “democrático” delirante de todo punto.
Todo es en esta distopía, soplar y sorber a un tiempo. La administración la primera, donde se cobija y hace fuerte lo más bajo moral de la humanidad. Tipos de esfuerzo único y a echarse a la bartola el resto, que encima te sacan pecho de su gran “hazaña”, ayudada en muchos casos cuando se trata de concurso-oposición, donde le llaman “mérito” a haber conseguido meter la cabeza (a saber cómo) y echarse 15 años cuanto menos, en fraude de ley acumulando “méritos” basados en una irregularidad y consolidados por una presión infame de unos sindicatos purria entre la purria. Tipos que quieran o no, forman parte activa de la degradación y decadencia de la civilización por su seguidismo y mirar hacia otro lado, cuando no por ser activos actores de esa degradación. Tipos que, aceptaron con su cargo la responsabilidad de “salvaguardar los intereses generales” y han entendido tales como los intereses de las partes pero no de todas, únicamente los intereses de su parte y no, efectivamente “perro no come perro”.
Cualquiera que tenga contacto estrecho con cualquier administración sin ser de ella, puede constatar lo que digo. En ella nadie actúa con acuerdo a los principios de imparcialidad, profesionalidad, diligencia, buena fe, confidencialidad, responsabilidad, ejemplaridad y honradez, como recoge el punto 3 del artículo 2 de la ley 10/2015 de función pública de la generalidad valenciana, por poner un ejemplo (calcado de la nacional en ese punto por lo menos), sobre todo a los de “ejemplaridad”, “buena fe” (porque se cubren y tapan sus miserias unos a otros y caiga quien caiga. Eso es mala fe en mi pueblo), “honradez” e “imparcialidad” por lo mismo anteriormente citado entre paréntesis. Todos se han montado su cortijillo particular y en él ejercen de cacique haciendo de su capa un sayo y jodiendo a los no “privilegiados” que no formamos parte de su club exclusivo y como somos “menos” están en su derecho de aprovecharse de nosotros. Lo de esa palabra: “Justo”, les suena a nombre de portero de finca señorial de antaño.
Pero claro, si vamos al proceso de selección, vemos ya en él mismo el defecto. Te exigen para eliminar candidatos que te sepas contenido de abogado por lo menos (leyes y más leyes para otros, que no piensa cumplir quien las hace y para todo en gordo ser portero o limpiadora), pero en ningún lado se pide honorabilidad y antecedentes demostrados de ella, o en su defecto, que no concurran los contrarios. Sí, ya sé que es una quimera, pero me reconocerán que de otro modo, “sorberán y soplarán” a un tiempo, porque si le ofreces rascarse los huevos de por vida, al vago, al aprovechado, al oportunista, al inmoral, al amoral, al injusto, al melifluo, al poco comprometido, al desaprensivo, al despiadado, al engreído, al superior (que se lo cree, claro) y al que está dispuesto a vender su alma por un plato de lentejas, o sobra el soplar o sobra el sorber, pero lo que pone en el papel – que lo resiste todo – será, nunca mejor dicho, papel mojado.
Si me habéis leído habréis comprobado que les tengo especial inquina a los funcionarios, no es nada personal en la mayoría de los casos, sí así en algunos, pero es que cuando estás dentro sin ser, te das cuenta del pelaje del paisanaje y entonces entiendes de donde emana la putrefacción y la corrupción (en la mayoría de casos tan solo moral, pero ya sabemos que sin la una no puede darse la otra) que avanza imparable engullendo una civilización que hace mucho dejó de ser tal cosa. Para muestra un botón y como no podemos ver todo el traje – imposibilidad material – nos hacemos idea de cómo será lo que no vemos. Si lo oculto fuera limpio, lo evidente no sería tan dado a la impureza y la impiedad (el soberbio del vídeo del informe Campra), es de cajón.
Continuamos la farsa. Estoy deseando con deseo malsano sí, ver caer el imperio. Rencorosa que es una.
Palomitas plis…….lo que me voy a reír viendo a pensionistas crédulos y funcionarios varios, llorar por los rincones lamentando su “suerte”.
Yo ya no me caso con nadie, que les den a todos. Hasta los huevos de flojos, melifluos, buenistas, estupendos, sibaritas de la podredumbre y correctos lamec.ulos que está una.
Se sieeeente!.
Comparto todo lo que dice, más que nada porque es cierto.
En realidad tenemos un problema grave de valores y de falta de carácter, pocos son los españoles que sin ellos mismos, se han dejado arrastrar por la corrupción sistémica que comienza en el más humilde funcionario y no termina en ningún sitio.
Sánchez no es más que la mierda acumulada durante cuarenta años que ya ha salido a la superficie.
A saber qué tipo de gentuza están colocando en la administración y para qué oscuros y peligrosos objetivos.
Un saludo.
La Constitución de 1978 se basó en la ingenuidad política y generosidad de la mayoría de los españoles, sin embargo el régimen resultante se fundamentó en la corrupción sistémica. Ésta corrupción ha llegado a ser de tal magnitud que en estos momentos está a la vista de todo aquel que quiera verla, aún así la mayoría de los medios la ignoran por interés corrupto.
La ideología ciega la libertad, lo hemos podido comprobar con la nueva ideología de “Siensia” a la que se han sumado todos los medios corruptos.
Tan culpables son en la corrupción sistémica las izquierdas y las derechas y sus medios afines.
España es desde hace muchos años un Partidocracia corrupta y extractiva de los bienes de los españoles que impide la libertad de acción y el desarrollo económico, intelectual y político.
Ahora está todo a la vista gracias a una epidemia de mierda que tiene subyugado a los cobardes y sumisos, pero el asunto viene de lejos, y la corrupción está mucho más infiltrada en el sistema de lo que muchos pueden llegar a imaginar jamás.
Así es. Desde el médico de pueblucho miserable, hasta la limpiadora que no limpia, protegida por la dirección del colegio, que carga su trabajo a las externas de empresa, para que la tipa indeseable haga 3h de 7 que tiene que hacer, y cobre de nuestros impuestos su sueldo íntegro y “bonificado” de múltiples beneficios adquiridos en fraude de ley (interina 15 años, manda huevos). Lo he visto, no hablo de oídas.
Es de tal bajeza moral, que se te abren las carnes. Pero sobretodo lo más grave es que sea la propia dirección quien lo promueva y consienta. Y para colmo, intentando abusar de varias trabajadoras de empresa, aprovechándose de sus discapacidades que les impiden defenderse (sordomudas). Deleznable es poco, pero ahí están tan campantes ejerciendo su “cacicazgo” y el resto del personal funcionario sabiéndolo mirando hacia otro lado.
La corrupción moral es galopante y ni siquiera se dan cuenta la clase de bestia que galopan. Grafenados todos, eso sí. Los primeros y dando la matraca con lo de la responsabilidad. Gracias a Dios se cansaron y me dejaros estar entonces, ahora ya ninguna influencia tienen sobre mí, pero da igual, serán otros porque el mundo está lleno de imbéciles grafenados o no. Aunque si he de decirte la verdad, creo que esto va a clarificar mucho el panorama idiotil, porque ahora ya no se confunden en la masa, ahora están marcados.
Yo ya hago mi selección con ese criterio:
Grafenado=imbécil.
No grafenado= estudiar sujeto.
Un saludo.