Hoy hablamos sobre el precio de las localidades, con un artículo publicado en El Ruedo en diciembre de 1954. Lo curioso es que estas mismas letras podrían escribirse hoy mismo. Y es que como siempre decimos, las cosas se repiten y los mismos problemas con la Fiesta se han ido repitiendo a lo largo de la historia…
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«Una de las cosas que debieran tomarse en serio y estudiar a fondo toreros, ganaderos y empresarios es esta del precio de las localidades. En las corridas, generalmente, no se ve gente joven; se ven personas viejas o ya maduras; pero no juventud. En cambio, abundan las mamas con chiquillos de cría; muchos niños de pecho… Es natural; no pagan billete.
Y aquello toma aspecto de establecimiento de Puericultura… En cuanto estos chavales tengan seis o siete añitos…, ¡¡al fútbol!!, que resulta más barato. Irán a las Plazas espectadores; pero ¿aficionados? Hay que pénsar menos en el negocio, amigos.
¿Por qué no se estudia la fórmula mágica que abarate los precios? Que los muchachos vayan a los toros, que es el espectáculo más hermoso del mundo… Y españolísimo, además».