torero rácano

Hoy compartimos una nueva anécdota taurina en estas páginas y que hemos titulado el torero rácano. Una anécdota protagonizada por Corete y que deja a las claras como los matadores miraban por su dinero, algo que en lo que a los honorarios respecta ha cambiado, gracias a los convenios que regulan este particular. Dice así esta anécdota:

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«Para torear «Corete» en una ocasión en la Plaza francesa de Vichy, tomó gente en Barcelona, a fin de evitarse mayores gastos; al regresar, él lo hizo por la frontera de Irún, mientras que los subalternos efectuaron el viaje, lo mismo que a la ida, por la de Port-Bou, y como al pagarles vieron que era muy poco el dinero que les daba para comer en el camino, el picador «Carlomagno», en nombre de todos, hubo de decirle:

– Manuel, seguramente se ha equivocao usté.
– ¿En qué?
– En el dinero para la comida, porque de aquí a Barcelona tarda el tren mucho tiempo.
– Y «Corete», sin inmutarse, dijo por toda solución
– ¡Pues decirle al maquinista que aligere!».