cochino

Soy una persona que sueña mucho en la cama. Sin ir más lejos, anoche también tuve un sueño. Se había metido en mi casa, un cochino vulgar. Es decir, no era de pata negra. Ni tan siquiera de recebo, el olor que echaba era nauseabundo, asqueroso y muy sucio. No comprendo como en los sueños se puede oler, aquel cochino, era tal la envergadura del olor que no traspasaba a los receptores, no permitiendo a los cilios-seguro estoy por la magnitud de los olores olfatear. Era la primera vez que olía en mis sueños. También era la primera vez que un cerdo me hablaba. Me quedé boquiabierto, espantado de ver que, entre el hozar y hociqueo me decía palabras inequívocas, discontinuas, a pesar de esta contrariedad, pude entrever algunas palabras de este guarro.

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No comprendo como esta noche -me decía el marrano- te acostaste con el entrecejo fruncido, no te creas nada de lo que dicen los periódicos, y la tele, no te creas nada, son mala gente, de personas mediocres que solamente saben difamar y enmarañarnos la vida. Mira, es mentira todo cuanto dicen y pregonan, es mentira que, mis socios, los de la ETA los sediciosos y sublevados catalanes y los comunistas de Podemos, me están regalando sus votos para darles lo que me solicitan y piden, mentira cochina- mira por donde salió, la palabra cochina- todo es mentira. Me seguía diciendo aquél hediondo animal de cuatro patas y hocico morrocotudo. Puta invención de algunas televisiones y de algunos tertulianos que, solamente saben entorpecer y enredar la vida cotidiana de mis compatriotas, los españoles.

El cochino, erre que erre. Todo cuanto dicen del Sánchez que es: un cateto, plagiador, embustero, felón, traidor y algunos calificativos más, son falsos, es mentira. Aquél marrano, hablaba por los codos, seguía con su hozar y su confundible ¡oink, ¡oink! Por el dormitorio de mi casa.

También dicen que el gobierno todo cuanto legisla y decreta son milongas, cantos de sirena. El tal Sánchez es un señor de los pies a la cabeza., miré al cerdo con mi ceño fruncido quedando helado de los que estaba viendo. Como si fuese un Dorian Gray, le iba cambiando la cara, solamente la cara, su cuerpo seguía siendo de cochino. Hay que ver como son los sueños. Este me dejó atontado con sus bufidos entrecortados de vez en cuando hocicaba por el suelo, para ver si se echaba algo al morro, hay que ver como son algunos sueños.

Aquél guarro seguía con sus erres que erres: ahora están, diciendo las malas lenguas que, si, el Ábalos que ha regresado estos días y la Delcy de los cojones, vuelven a ser el cotilleo.  Los cotilleos de siempre. Y, no hablemos de los presupuestos-seguía diciendo el marrano-estos presupuestos son las delicias para el electorado, no solo para el de Sánchez, sino para todos los sufriditos del PP y de VOX. Las maletas del séquito de Delcy Rodríguez no pasaron por los controles de seguridad, otra mentira.

Y yo, sin poder cerrar mis ojos. Aquel animal con cara de Dorian Gray y cuerpo de cochino-seguro que estará dando vueltas por ahí, Este, el guarro, con la pezuña cerró la puerta de mi dormitorio. Aquél cochino por arte de magia se marchó con cara de Dorian Gray, eso sí, con sus patas y pezuñas de cerdo, hocico de marrano y resoplidos, con un olor a nauseabundo, repugnante.  Al cerrar la puerta seguía con sus, oinc, oinc. Hay que ver lo que saben los cochinos. Hablan y hablan, a veces, como las personas. Hablando de cochinos: el que nace lechón, muere cochino. ¿me entienden?

2 Comentarios

  1. Yo le veo un gran parecido con el dictador que tenemos desgobernando España y humillando y torturando a los españoles, este cerdo no tiene nada que envidiar al gran dictador de Canadá ni al puerco cochino que maltrata al pueblo argentino, a ver si ahora que estamos en época de matanza a alguno de estos cerdos o a todos les llega su San Martín.

  2. San Martín de Porres y a la porra con tanto detritus.

    España hiede a muerte y yo no he sido. Ha sido Sánchez.

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