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Digo yo que llegado a estos extremos porque no a los 15 o a los 17. ¿Quién decide cuando un meme de persona esta más o menos maduro? Antes la mayoría de edad era a los 21 pero es que la tan denostada mili duraba dos años y se casaban muy jóvenes, pero ahora ¿acaso tienen algo mejor que hacer que ponerse a votar, conducir o abortar a los 16? Pues sí. Pues eso, estudiar –o algo que se lo parezca y si es productivo mejor que mejor–, y a jugar que son dos días que las partiditas de la “PlayStation” y los bailecitos en el “tik tok” o en “Instagram” son más importantes a esa edad, casi como es normal para este nivel de sociedad absurda.

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Cree el ladrón que todos son de su misma condición y los “perroflautas” que no se las prometen todas juntas ya echan cuentas y parece que no le salen. Además su socio de Gobierno que está de saldo, no hace más que prometerlos cosas aunque tampoco pueden acceder a ellas, y de hecho hasta a los chavales les da lo mismo porque al final, necesitan a los carcas de los papis de derechas o de izquierdas como referencia para el banco, el casero o hasta la propia administración. Que ya los vale, que hasta van a obligar a asegurar los contratos porque saben que no los van a poder pagar…

Las ayudas para la gente joven son de cachondeo pero es que la de los adultos también porque la cosa no da para más, así que de nuevo vemos como la noche confunde a los “defensores de los porros” y a las que las gusta llegar “solas & borrachas” a casa.

Como forma disuasoria para aliviarse el estrés que las provoca no conseguir todo lo que se proponen políticamente y dado que el partido se muestra en versión femenina, las invito a todas ellas a que se desprendan del “Satisficer” antiguo, que se nota que las perturba y desestabiliza demasiado (en cualquiera de sus versiones como decían el otro día en El país cultural) y dejen a los niños en paz. Utilizo este exabrupto (por el que pido perdón de antemano) porque ya sabrán que según el CIS de Tezanos, durante el confinamiento por la pandemia la gente de izquierdas se masturbó más.

O sea, que para votar, conducir y abortar si les queremos dar plenos poderes y libertades sin control y permiso paterno, pero para decidir si se juegan el dinero invirtiendo en criptomonedas como le gusta a Echenique, no. Curiosa manera de evaluar la madurez de las personas. A la izquierda caviar le encanta eso de que “de lo ideológico ya me ocupo yo”, otorgando a la chavalería privilegios y derechos de personas sensatas por lo que debido a la edad se presupone, para a ver si así de paso invierto y abono el caladero de votos no por las convicciones, valores o principios, sino por dejarlos y permitirlos hacerse mayores antes de tiempo, bajo el paraguas protector de la familia quien resignadamente casi con toda seguridad, se hará responsable de la inmadurez de los nuevos ciudadanos con derecho a equivocarse sin la experiencia vital mínimamente necesaria para cualquier cosa. Ahora bien para lo de controlar sus dineros y gestionar inmiscuyéndose en la gestión de entidades privadas mejor que se ocupe el Estado legislando sobre ello bajo la supervisión de instituciones paralelas con los enchufados al poder.

Esto va de lujo y a algunos les funciona de maravilla el negocio del chantaje al Gobierno más débil que jamás se conoció en este santo país. El reparto del dinero público vía impuesto revolucionario que los socios de Sánchez nos aplican a todos los españoles es de traca. La nueva versión macabra del presupuesto aprobado por la mayoría de indignos que se recuerda –los 188 bastardos del conglomerado Frankenstein– ha supuesto el reparto de 400 millones de euros para aplacar la sed de venganza de aquellos que nos quieren destruir a toda costa.

Y de nuevo por citar a alguno de ellos, de veras que sin saña o inquina sino simplemente desprecio ideológico, aparece “el niño de la beca”, –experto en apalear presuntamente a jubilados por las calles de Madrid–, para arramplar con otros 23 millones de euros para sus ocurrencias, en este caso con todo lo que tiene que ver con los algoritmos que según él, hacen que a los jóvenes les llueva la publicidad sobre el tema que cite antes sobre la manera de invertir en la moneda virtual. Desde luego como CEO no tiene precio por su excelente imaginación para plantear debates inexistentes en la calle, pero que gracias al altavoz de la sala de prensa del congreso de los Diputados se pagan a “cojón de obispo”.

“LA MAFIA” funciona a pleno rendimiento y eso que todavía no llueve el mana del cielo del BCE por el rescate, aunque al final es lo mismo porque solo con las ayudas y prestamos ordinarios da para el festín que la hez de la política y sociedad que nos gestiona el futuro, viva a cuerpo de rey.