Queridos conciudadanos: Soy una de esas personas no vacunadas que en los últimos días estamos empezando a sentir no ya sólo la presión, sino la franca hostilidad, colindante con actitudes agresivas y dictatoriales, de la mayoría social de vacunados existente actualmente en España. Y como creo que un poco de reflexión serena siempre constituye una aportación positiva en cualquier situación, he decidido escribiros la presente carta.
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En primer lugar, querría plantearme el porqué de vuestra hostilidad hacia nosotros. Ante una situación de supuesta emergencia sanitaria -que vosotros consideráis grave y real-, habéis decidido poneros lo que, sin serlo realmente, estamos llamando “vacunas”. Se supone que, así, os estáis protegiendo frente al virus Covid-19 (porque, si no, ¿para qué ponerse la vacuna?), aunque los mismos estamentos oficiales os dicen luego que podéis seguir transmitiendo ese virus. En cambio, los no vacunados hemos decidido no ponernos la inyección: en la inmensa mayoría de los casos, porque nos hemos informado exhaustivamente y desconfiamos de los efectos que producirán en el futuro las inyecciones de Pfizer y demás farmacéuticas (aparte de que ya estamos viendo los gravísimos efectos secundarios, silenciados por los grandes medios de comunicación). De esta manera, hemos renunciado a la supuesta “protección” que proporcionan las vacunas Covid-19. Ahora bien: esta renuncia, ¿en qué os perjudica a vosotros? ¿En qué sentido se supone -porque es lo que ahora suponéis- que los no vacunados somos peligrosos para los vacunados, y desde luego más peligrosos que los demás no vacunados que os rodean, junto a los cuales no sentís ningún temor?
Si se supone (y lo dicen los propios medios oficiales) que tanto vacunados como no vacunados pueden “transmitir la enfermedad”, ¿por qué nos teméis más a nosotros, los no vacunados? Y, además, en todo caso, ¿no se supone que estáis protegidos, mediante la así llamada vacuna, contra los efectos más graves del Covid-19? Si esto es así, ¿a qué tanto miedo? ¿Por qué tanta indignación contra los que no confían en la “vacunación”?
Me parece que lo que pasa en la gran mayoría de los casos es que vosotros, mis queridos conciudadanos vacunados, simplemente no os habéis detenido a pensar serena y objetivamente sobre estas sencillas cuestiones. Hace tres meses, todavía en verano de 2021, la situación epidemiológica y vacunatoria era prácticamente la misma que ahora y, sin embargo, entonces no existía aún esta atmósfera actual, de presión y hostilidad crecientes hacia los que no se han puesto la vacuna. ¿Por qué este cambio? A mi modo de ver, la razón está en la manipulación apabullante a la que intentan someternos los grandes medios de comunicación, que han decidido -seguramente porque han recibido instrucciones al respecto- que ahora toca machacar el tema de la supuesta culpabilidad de los no vacunados en que la pandemia no termine de acabarse e incluso vuelva a coger fuerza. La inmensa mayoría de vacunados parecéis estar comprando este discurso, el cual, además, toca un resorte psicológico muy efectivo: en todas las sociedades, en todas las situaciones y respecto a todos los temas, la mayoría presiona a la minoría para que se adapte a los usos mayoritarios, en pos de una homogeneidad social percibida por el grupo como un bien indispensable. La mayoría sabe que tiene la fuerza y siente un secreto placer en ajustar cuentas con la minoría disidente que se resiste. Los ejemplos históricos de este proceder son innumerables: progromos, discriminaciones, persecuciones, medidas legislativas de presión, estigmatización, señalamiento público, creación de “ciudadanos de segunda categoría”. Sin embargo, creíamos que las sociedades “abiertas y plurales” del Occidente democrático estaban protegidas contra estas pulsiones autoritarias, que nos parecían propias de épocas pasadas y de otro tipo de regímenes. Ya estamos viendo (el ejemplo de Austria es el más sangrante) que esa protección era más teórica que real.
Francia, Italia, Alemania, Austria, Green Pass… Países modernos, libres, democráticos, supuestamente tolerantes, están adoptando medidas sin precedentes contra unos ciudadanos -los no vacunados- que no hacen más que ejercer su elementalísimo derecho a la autonomía personal. Con ello, además, y como ya hemos dicho, ¿en qué os perjudicamos a los vacunados, que ya se supone que estáis protegidos? ¿Acaso los no vacunados “transmitimos más la enfermedad”, o transmitimos una “variante más letal del virus”? Ni siquiera los propios medios oficiales se atreven todavía a decir tal cosa, a propagar una falacia de tal categoría. Si bien es cierto que, mintiendo, manipulando y tergiversando datos, os hacen creer a los vacunados que “los culpables de que esta pesadilla del coronavirus no se acabe son los recalcitrantes no vacunados”. Ahora bien: esa tesis, ¿en qué datos reales e irrefutables se apoya? Pues, clarísimamente, en absolutamente ningunos. Muy por el contrario, nos llegan por doquier informes de hospitales de toda Europa que admiten que sus casos graves de Covid en UCI son actualmente, en su inmensa mayoría, pacientes que ya se vacunaron. Y, por otro lado, tenemos el ejemplo paradigmático de Gibraltar, un territorio con prácticamente el 100 % de su población vacunada y que está sufriendo en el momento presente un número creciente de casos graves.
Siendo todo esto así, ¿por qué tantos vacunados estáis actualmente convencidos de que los no vacunados somos los “culpables de la situación”? ¿Por qué no lo pensabais, o al menos no tan claramente, hace tres meses y ahora sí? ¿Qué riguroso proceso de pensamiento os ha llevado a este cambio de postura y a vuestra indignación actual? Honradamente, creo que ninguno en absoluto. Ha bastado, por el contrario, con que, desde hace algunas semanas, los grandes medios de comunicación hayan empezado a poner en el centro de su diana a los no vacunados. Ha bastado, decimos, para poner en marcha unos mecanismos emocionales enormemente primarios en una masa de vacunados entre quienes hay también, desde luego, muchas personas cultas e inteligentes: cultas e inteligentes, sí, pero no inmunes ni a sus propias reacciones de tipo tribal y atávico ni a las poderosas y sofisticadas armas de las modernas técnicas de manipulación.
Queridos conciudadanos vacunados: me gustaría que comprendierais que vosotros y nosotros no estamos en bandos distintos, sino en el mismo. Como ya muchos han señalado, estamos inmersos en una especie de Tercera Guerra Mundial: una guerra de nuevo cuño, que se desarrolla dentro de nuestras mentes y en la que las élites globalistas pretenden obtener un dominio absoluto sobre el conjunto de la población mundial, Sólo quien voluntariamente insista en cerrar los ojos no es capaz de ver que las élites que controlan el mundo por encima de los gobiernos han decidido dar un giro radical a la sociedad humana, con la fecha de 2030 marcada en rojo en su calendario. El Foro Económico Mundial de Klaus Schwab es el ejemplo más claro de tal propósito. Ellos han decidido que el viejo mundo de 2019 ya nunca va a volver. Y han diseñado para nosotros -para todos nosotros- un futuro en el que la libertad individual quedará absolutamente pulverizada: quieren integrarnos en una red digital mundial en la que mantener un margen de libertad individual frente al Sistema, como muchos hemos venido haciendo hasta ahora, ya no será posible. Por mucho que os suene a argumento de película de Netflix y a algo “que no puede darse en el mundo real”, todo esto que digo es así, y el propio Klaus Schwab lo ha reconocido abiertamente. Por favor, pensadlo bien: ¿acaso no os habría parecido en 2019 la idea de pretender “vacunar a los 8.000 millones de habitantes del planeta”, como dice Bill Gates que hay que hacer, también algo “propio de película de Netflix” y “que no puede suceder en el mundo real”?
Queridos conciudadanos vacunados: sé que es muy duro reconocer que uno, a pesar de su título universitario y su tal vez alto nivel cultural, ha sido groseramente engañado por los gobiernos y medios en los que creía poder confiar (entre nosotros, El País, El Mundo, Abc y tantos otros, para no quedarnos sólo en las masas que se enganchan al Telediario de Telecinco después de haber visto Sálvame). Como digo, es duro; pero también es necesario. Y, en realidad, no resulta muy difícil. Sólo hace falta darse cuenta de que, como es de sobra conocido, ni gobiernos ni medios son independientes respecto a los verdaderos Amos del Mundo, que son quienes controlan el flujo mundial del dinero y el sistema financiero internacional. Y, finalmente, hace falta también dejar de lado nuestro orgullo y amor propio (“¿Cómo puedo haber sido tan pardillo?”), en un doloroso pero sanador ejercicio de humildad.
No pretendo daros lecciones de nada con esta pequeña carta, tal vez inútil, que ya se acerca a su fin. Sólo quiero que veáis que nosotros, los no vacunados, no somos vuestros enemigos, sino vuestros compañeros y aliados. Y también, desde luego, que os están engañando miserablemente. ¿No os dijeron que “había que alcanzar el 70% de población vacunada para lograr la inmunidad de rebaño”? Pues, misteriosamente, ahora parece que hace falta, no se sabe por qué, el 100%. ¿Os dijeron acaso que vendrían una segunda, una tercera, seguramente una cuarta dosis y las que aún estén por llegar? No, eso tampoco os lo dijeron. ¿Os están diciendo ahora que existe una correlación clarísima, estadísticamente evidente, entre progreso de la campaña de vacunación y un llamativo aumento de la mortalidad? No, eso tampoco os lo dicen. ¿Cuánto más estáis dispuestos a tragar, cuántas mentiras más estáis dispuestos a admitir?
Por desgracia, sé que una parte de vosotros, los vacunados, ha elegido el camino de la ignorancia voluntaria, el miedo y la obediencia a los poderes establecidos, para “no tener problemas”, “poder viajar” y “que me dejen tranquilo”. Sin embargo, otros muchos seguramente no estáis tan convencidos ni tan ciegos como para negaros en redondo a revisar vuestra postura. Pensad que la élite globalista sólo puede mantener su poder sobre nosotros en la medida en que les creamos y les obedezcamos. Y, por cierto, ya que he mencionado a Austria: allí, y pese a la brutal campaña pro-vacunación en curso, nada menos que un 35 % de la población se está negando a vacunarse y, aunque no lo muestren los grandes medios, inunda las calles del país con manifestaciones multitudinarias en las que se corean emocionantes himnos patrióticos a la libertad.
Amigos vacunados: los no vacunados no somos ningún tipo de peligro ni amenaza para vosotros. Somos vuestros compañeros y aliados. No más inteligentes ni mejores que vosotros. Si acaso, sólo un poco más tercos e inconformistas. Nuestros verdaderos enemigos son ellos, la élite globalista de la familia Rothschild y compañía. Aunque, desde otro punto de vista más esencial, ya sabemos que el mayor enemigo de cada uno de nosotros es… él mismo. Porque cada uno de nosotros tiene sus propios demonios interiores -y el peor de todos es el del orgullo- contra los que luchar.
Compañeros, amigos, hermanos: la élite oscura no puede nada si nosotros no le obedecemos ni le rendimos pleitesía. En realidad, eso es lo que más temen: nuestra unión en una gran fraternidad humana. Por eso emplean tantas energías en dividirnos (Divide et impera). Y por eso es tan importante que comprendamos que la unión amorosa entre los seres humanos -también entre vacunados y no vacunados- es el instrumento más poderoso que existe para crear un nuevo mundo y para transformar luminosamente la realidad.
*Un artículo de Antonio Martínez Belchí
Chapó por el artículo, escrito desde el respeto absoluto.👏👏👏👏.
Ni con la vacuna de la gripe, que tantas bajas laborales ha causado se ha hecho una campaña tan atroz y de división social, porque Si, no es nada sanitario, esto va de división social, nos necesitan enfrentados y ahí seremos mas dèbiles, vamos a necesitar estar muy unidos para lo que nos tienen preparado, por favor, usen su sentido común, se nos ha engañado vilmente.
Estàn continuamente realizando encuestas para dividirnos, treta utilizada en guerras, por favor no entren al trapo de esta gentuza que se vende al mejor postor.
Se nos pidió que respetaramos con panfletos a los que decidieran seguir usando mascarilla en el exterior cuando se decretó que no era necesaria, vieron ustedes algún ataque por parte de quien no las utilizabamos?. No, simplemente se sacó informes mèdicos del perjuicio de dicha utilización continua para la salud, yo solo el mismo RESPETO.
Como dice el escrito busquen otra información, cuestionen todo y luego tomen la decisión que mejor les venga a ustedes, no al colectivo. Sanitariamente asi ha sido siempre.
Cuando ya no quede nadie por “inmunizar” y veais como a vuestro alrededor han caido amigos y familiares, y que caigais vosotros los “inmunizaos” ya solo sera cuestion de tiempo, y os digan que si no os poneis la cuadragesimo novena dosis perdereis el pasaportito que os daba sensacion de libertad y, por supuesto, perdereis la condicion de vacunados con la pauta completa, cuando os veais en esa tesitura tal vez alguno entonces se os encienda la bombilla y digais -mira que si nos estan engañando-
Si agudos españoles, os estan engañando pero desde el minuto cero!.
Excelente artículo, solo un apunte, pides a los inoculados pensar. Tiempo perdido, créeme. Aunque les salga (que les saldrá) mal lo de su inoculación, seguirán repitiendo como loros las excusas que les den a través de los medios afines.
No piensan. Tened en cuanta el bajísimo nivel intelectual de este país. La gente no lee, no se informa, y le importa un pito todo lo que no sea el fútbol y largarse a cualquier sitio los fines de semana…
Gran artículo y reflexión. Tengo muy claro que todo va a depender, al menos en este país, de la cantidad de personas que se pongan la tercera dosis y posteriores. Es dramático todo esto y lo que se va sabiendo, pero muchos no van a sobrevivir a una tercera dosis, mucho menos a una cuarta, no digamos ya a una quinta. ¿Qué creen ustedes que sucederá cuando,(si no sucede un milagro y la mayoría despierte) se compruebe la evidente relación entre recibir el veneno y enfermar o incluso morir? Pues que, para que no puedan existir comparaciones, irán a por nosotros, los no inoculados, de forma absolutamente salvaje y hostil, a tumba abierta. Espero que el sentido común, Dios, el cosmos, no sé, algo, haya algo que les haga despertar de una vez, porque nos llevan a todos al matadero, que sea justamente lo que pretendían : acabar con buena parte de la humanidad sin emplear una sola bala, a base de una eutanasia forzada, disfrazada de vacuna, que no lo es en absoluto. Por una parte, quiero tener esperanza, pero salgo a la calle y veo a buena parte de la gente embozalada hasta las cejas. Esto es un sinvivir, ha sido un lavado de cerebro descomunal y para cuando muchos quieran reaccionar será tarde, porque ya no podrán hacerlo. Creo que se debería ser más contundente con el mensaje, ya que la persecución es cada vez más hostil: cuantas más dosis de ese veneno, mayor es la probabilidad de morir. Así se claro. Y, como bien se dice, bastaría con desobedecer de forma multitudinaria, no solo con las inyecciones, sino con los bozales y todas las consignas anti-humanas y absurdas a las que nos han sometido durante casi dos años, sin justificación alguna.
Gibraltar es la evidencia de la mentira, pero también cuestiones como la de los “vacunados – no inmunizados”, el hecho de que, efectivamente, los “vacunados” siguen contagiando (primeramente, porque no es una afección de carácter respiratorio, sino vascular, no se les ha inmunizado frente a nada y además se quiere seguir sometiendo a través del bozal) o evitar a toda costa el contacto social, privando a la gente del contacto humano para sumirla en Estados depresivos y así bajar sus defensas, siendo más proclives a cualquier tipo de afección. Aparte, todo, absolutamente todo lo que se ha legislado en los últimos tiempos, es para facilitar la muerte de la gente, no para preservar la vida. Vamos a ver, los que tenéis tanto miedo a enfermar y morir, ¿cómo es posible que no le tengáis miedo a una cicuta en vial, mal llamada vacuna, que justamente está produciendo la enfermedad y la muerte a cada vez más personas? Por favor, no os pongáis más veneno. Hacedlo por vosotros, por vuestros hijos, por la humanidad. De seguir las cosas así, en este mundo los pocos que queden en unos años van a vivir mil veces peor que Kunta – Kinte, pues ya no tendrán la menor oportunidad de hacer frente a los genocidas que han perpetrado todo esto, ya que serán muy pocos. Que Dios nos asista y que Jesucristo nos proteja.
Está muriendo mucha gente. 30.000 en la UE, y solo los casos denunciados. Tres millones de enfermos, la mitad graves. Llegará un momento en que no se va a poder tapar.
Hoy he visto un video en elarconte.tv que muestra niños recién nacidos de padres vacunados… Si es cierto lo que dice, ya sería como para colgar de un pino a todos los relacionados con las vacunas. Terrible.
Me pusiste la piel de gallina, nunca mejor dicho, tenemos que estar unidos y ayudar a despertar a mas personas, con empatia y amor. Saludos y Feliz Existencia
¡Vaya!. Si los negacionistas de antes eran tan “bebelejias y asesinos” como los de ahora, va a resultar que los nazis eran unos santos…
ESPAÑA VUELVE A LA DICTADURA Y LOS ESPAÑOLES TENEMOS QUE INFORMARNOS DE LO QUE PASA DENTRO Y FUERA POR MEDIOS EXTRANJEROS: Durante el franquismo, hubo algunas radios clandestinas que gozaron de cierta relevancia entre la población. Radio París y Radio Pirenaica, que nació de la mano del Partido Comunista español. Radio París era una emisora legal que emitía desde Francia. Aunque algunas de sus emisiones eran bastante críticas con el régimen, la situación era diferente, puesto que no se podía prohibir su audiencia en España. En estos momentos los medios españoles no informan de lo que pasa en Francia, Alemania, Países Bajos, Austria, EEUU, Venezuela, Chile, Cuba, y por supuesto, España… HEMOS REGRESADO AL FRANQUISMO INFORMATIVO. EL PARTIDO COMUNISTA ES PARTE DEL SISTEMA GLOBALISTA Y REPRESOR. GRACIAS QUERIDOS PERIODISTAS APESEBRADOS PUES SIN VUESTRA INESTIMABLE COLABORACIÓN, ESTO JAMÁS HUBIERA SIDO POSIBLE.
Demasiadas explicaciones a estas alturas, es como darle a un burro un caramelo de menta
Buen artículo, pero los inoculados ya son caso perdido. Debemos defendernos y estar prepararos para atacar si hace falta.
Para revertir un lavado de cerebro profesional son imprescindibles dos cosas:
a) fundamental, que el perpetrador del lavado cese su actividad (por las buenas o por las malas, por lo civil o lo militar, Revilla dixit).
b) profesionales de la desprogramación mental consagrados a dicha reversión, con la víctima ya libre físicamente de su controlador mental
Los medios, ese instrumento del Mal, siguen ahí, emitiendo su veneno, su locura inducida y su distorsión de la realidad. Obviamente los gobiernos que son los que los utilizan y alimentan no van a ser los que les cierren la boca y el garito.
Y no parece que haya profesionales de la desprogramación mental preparando material sanador.
Esto no se arregla con cartas, tuits y memes, aunque naturalmente no hay que dejar de intentarlo, aunque sólo sea por su valor como contraconjuro.
Buen intento. Ahora solo falta que dejen la tele y se animen a leer.
No harán caso. Amén de la buena intención, queda la futilidad. Los vacunados, psicológicamente, necesitan culpables para no reconocer su grave error, y se aferrarán a cualquier narrativa que aplaque la agitación de sus consciencias. Creo que mejor es jugar con las propias armas del sistema, hay que contramanipular. A los vacunados hay que ofrecerles un culpable, y éste debe ser el gobierno. Y hay argumento para ello. El gobierno fue elegido por el pueblo para arbitrar y decretar en situaciones como esta, no para dejar la decisión al albur de la gente. Es simple, que el gobierno no decrete la obligación de vacunar significa que el defecto de responsabilidad no está en los no vacunados, a los que la ley ampara, sino en el gobierno que no ejerce esa, su responsabilidad. Si desviamos la atención de los vacunados hacia el gobierno, aparte de dejarnos en paz, pondríamos al gobierno contra las cuerdas, enfrentándolo a la masa inconsciente. Cuando la razón no funciona, hay que utilizar la reconducción, manipulación al fia y al cabo.
¿Estás de broma?
¿Estás diciendo que hay que decirle a esa masa zombie que la culpa es del gobierno (de elegido, nada) por no obligar a pinchar?
¿Para que legitimen aún más legislar el pinchazo obligatorio, al estilo Revilla?
Si legislan se les cae el pelo, no lo harán. Para un juez, la verdad no se haya en estudios científicos que no entiende, sino en las firmas de los compromisos declarados, es ahí la clave de todo, y el gobierno ya ha demostrado su cobardía, no se arriesgarán a delito de lesa humanidad, solo intentarán revertir la situación de la masa, ese enredo los desgastará y se paralizará el proceso. Pero si quieres una manipulación más blanda, puedes también decirles a los vacunados que si quieren la tercera dosis o seguirse vacunando, que muchos de ellos ya piensan que no, entonces, que defiendan a los no vacunados porque mientras quede gente sin vacunar ellos también tendrán una excusa para no continuar vacunándose.
Creo que no eres consciente del estado terminal de esta civilización, y sus actores.
Si legislan, legislado queda. Como los estados de alarma “inconstitucionales”.
La idea, en general, es que no vas a conseguir nada intentando convencer a un zombie. Solo se le puede redirigir a otro objetivo. Ya sé que es duro pensar así, es muy duro, pero es a la conclusión a la que he llegado después de mucho tiempo tratando con la gente cara a cara, incluso con quienes ha considerado como amigos. Y me ha costado mucho superar mi asombro y mi impotencia.
En eso estoy totalmente de acuerdo, y antes he escrito algo parecido y he acabado borrándolo sin enviar, pues detesto sonar cruel.
Pero ese nuevo objetivo, y sintiéndolo mucho por el intenso sufrimiento que van a tener, es el miedo a lo que llevan dentro (y ya hay toneladas de pruebas, incluidas sus confiables “evidencias científicas”) y las explicaciones a los que les han engañado para metérselo.
Pero soy realista y sé que todas esas personas están bajo control mental literal, y mientras no se resuelva el Mal de los medios, son capaces de convencerlos de que hasta infartos, ictus, abortos y mortinatos son culpa de una “variante” que propagan los “negacionistas”.
Los medios son la clave. Siempre. Siempre. Y soy partidaria de neutralizarlos YA. Como sea. Repito: como sea.
La policía de Austria,se retiró y no hará cumplir los mandatos,por escasez de policías.Lo de Austria es un experimento por si funciona expandirlo por Alemania y de ahí a toda Europa,están dejando a la gente sin comida ni calefacción para matarles de frío,son los políticos,quieren crear discordia entre familiares y vecinos.
Lo más dramático es lo de Australia,un verdadero genocidio en curso censurado por las redes sociales.Los militares de todo el mundo,llaman a medios independientes a que informen a la población,es URGENTE.
Los militares están de canapés y medallitas.
No me hagas reír.
Si quisieran “informar a la gente” ya habrían entrado con fusiles en un directo del Mejode o de Piqueras.
¡¡¡ Enhorabunea Eldiestro!!!!!!
Enhorabuena por las virtudes expresivas de sus lectores.
Enhorabuena por la diferenciación diferenciadora de su profesionalidad.
A los ESPIAS columnistas de otros medios, en su búsqueda incesante de nuevas ideas de otros:
Por la simple idea de aprovechamiento de oportunidades Geoestratégicas; vosotros mismos, llegados hasta el Presente; debieran con su probada Inteligencia, exigir al Gobierno y a la Sociedad el SALIRSE de este laberinto.
Pensando un poco, si toda España pensara un poco, el salirse de ese laberinto, aseguraría un futuro esplendoroso para vosotros, vuestros hijos y nietos; y sobre todo para vuestro patrimonio, puestos de trabajo y cuentas corrientes.
Piensen.
Muchas personas inoculadas ignoran todavía que han sido engañadas, y siguen contribuyendo a que la farsa siga su curso, ya veremos si despiertan cuando lleven varias dosis y vean desaparecer a familiares, amigos, o ellos mismos con lo cuál ya sería tarde.
El rechazo a la vacuna es legítimo. Yo me he vacunado y respeto al que no lo ha hecho.
No caigáis en la soberbia de los medios a los que con razón criticais (por muchas más razones que esta epidemia) y revisad vuestras fuentes de información, porque si bien, la mayoría de los que llamáis “borregos” se han vacunado por inercia del “telediario”, otros lo hemos hecho consultando fuentes directas; amigos y familiares científicos y sanitarios que lejos de decir “vacúnate y no pienses” han mostrado en qué consiste la vacuna, sus pros y sus contras (que las tiene, pero no a 5 años vista) sin censuras, sin clichés y, por supuesto, sin la presión de los medios o el puro interés económico.
Algunos de los argumentos que manejáis en la carta son tan borreguiles como los que manejan los “hooligans” del tragacionismo patrio de A3 media y Mediaset.
No digo que mintáis, sólo que estáis como el agente inmobiliario que se cree que entiende de obras.
No nos hemos informado por amiguetes ni por sanitarios de andar por casa. Nos hemos informado, primero, leyendo o escuchando a los mejores científicos, y después, rindiéndonos a la evidencia de la ingente cantidad de muertos y enfermados graves por las “vacunas”. Ya no puede estar más claro, la experiencia lo avala. Como no podia ser menos. Ha ce falta ser inconsciente para participar en un experimento genético por primera vez en la historia, que se ha hecho sin testar en animales y cuatro días en personas, cuando habrían hecho falta diez años (según el traidor Fauci, que no lo digo yo). Para más inri, solo se estudió en personas completamente sanas, y luego se lo han inoculado a todo tipo de gente enferma, pagando el pato, como no, los ancianos… Y más aún, se fiaban tan poco del experimento de marras, que sus creadores no han querido hacerse responsables de sus efectos, primarios o secundarios. Habéis obedecido a políticos corruptos, os habéis fiado de ellos… qué locura.
Una demostración de cualquier tema solo puede hacerse entre individuos con el mismo conocimiento del tema. Pero sin ser científico se pueden deducir falacias en el lenguaje. Aun si tomamos como válida o cierta solo la información oficial documentada (ema, oms, cdc, fda, pfiser, moderna, etc…), nos encontramos en los medios, respecto a esa misma información, innumerables ocultamientos, tergiversaciones y mentiras. Tantos que hacen evidente una conspiración. Además, si quienes nos oponemos al relato estuviésemos equivocados, sería sencillo demostrarlo, bastaría con hacer un ejercicio de transparencia. Sin saber qué hay bajo la alfombra, sabes que bueno no es cuando el dueño no la quiere levantar.