Están sucediendo cosas muy extrañas en los hospitales de todo el mundo. Cosas realmente inexplicables de las que solo tienen constancia los sanitarios y las familias afectadas y, en la mayoría de ocasiones, silenciadas por los grandes medios de comunicación. Uno de estos casos terribles nos llega a través de una información difundida por la web de ‘Periodistas por la Verdad‘. Se trata del caso de una mujer llamada Alelí Loo.
Todo comienza cuando Alelí se encuentra mal al sufrir un poco de cansancio y tos. Es trasladada por su marido al ambulatorio y posteriormente la derivan al hospital UF Health Shands en Gainesville, Florida. La ingresan aislada e incomunicada, le retiran el alimento y el agua y le empiezan a alimentar exclusivamente con suero intravenoso, pese a que ella deseaba comer y beber por si misma.
Además, y según denuncia la propia familia, se le administran mórficos desde el primer día. El estado de salud de Alelí empeora a medida que pasan los días y recibe mórficos y antirretrovirales. Se le suministran varias dosis de Propofol. Aunque Alelí no desea ser intubada, finalmente accede puesto que los médicos afirman que es la única solución o morirá. Despierta de la primera intubación y se arranca, pero se le vuelve a intubar de nuevo hasta que sufre un derrame cerebral. Tres días más tarde se certifica su muerte.
Pero esta terrible historia no solo se queda en eso puesto que lo que denuncia ahora la familia es, simplemente, terrorífico ya que afirman que “fue torturada hasta la muerte” y que el hecho de “no estar vacunada fue decisivo a la hora de aplicar los protocolos más nocivos para supuestos enfermos COVID” y, por si esto fuera poco, creen que ha habido “extracción de órganos” por lo que piden “una autopsia”, que no creen “que se realice”.
No es la primera vez que nos encontramos con informaciones similares a lo largo de toda esta “pandemia”. Son muchas las denuncias que se han realizado en redes sociales, por supuesto no en prensa oficial, acerca del tráfico de órganos en pacientes que, supuestamente, han fallecido por COVID.
El hecho de que se precintaran los féretros, que se ordenara la incineración de los cuerpos sin haber sido vistos por los familiares y que se hayan prohibido las autopsias es más que sospechoso.
Ahora mismo ese país de cuchufleta, junto a Australia, son seguramente los peores donde se puede vivir. Si aquí hablamos de tiranía, lo que viven allí es un totalitarismo de un calibre inimaginable. La cuestión del tráfico de órganos es una realidad en ese miserable país, donde desaparecen miles de personas todos los años, que jamás regresan a sus hogares. Son una civilización bárbara, satanista y genocida, con el agravante de que tienen que pagarse de su bolsillo la mafiosa atención sanitaria que reciben, siendo muy costosa. Con todos los respetos, pero vivir para pagar facturas y verse obligado a tener dos y tres trabajos para subsistir, no tiene nada de sueño y sí mucho de pesadilla.
Pero no nos confiemos aquí. En nuestro país se siguieron protocolos asesinos el año pasado, no se hicieron autopsias y hubo un ocultismo espantoso con todo esto para que no se viera la farsa desde el principio. Hoy por hoy, ir a un hospital, sobre todo a un hospital público, es un ejercicio de riesgo, no solo por los protocolos demenciales que siguen llevando a cabo, sino por el desmantelamiento de dicho sector público por la casta parasitaria,lo cual hace que no haya medios para atender a casi nadie. Luego dirán que las UCIS están llenas, cuando lo cierto es que el número de UCIS por cada 100000 habitantes es escandalosamente irrisorio, no hay apenas urgenciólogos ni especialistas, las enfermeras formadas aquí se van a Francia porque aquí no hay trabajo, etc.
Pero eso sí, la piara sinvergüenza, la casta parasitaria cuenta cada vez con más prebendas y privilegios a costa de todos nosotros y ahí casi nadie se lleva las manos a la cabeza, no, esas cabezas solo están llenas de serrín y de miedo inoculado vía televisión, miedo de una enfermedad tan “letal” que hay que hacerse infinidad de pruebas para ver si se tiene o no, tan “letal” como la gripe, con un 0.30%, datos de la propia OMS.
Pero los satanistas y cerdos asesinos que están detrás de todo esto no pararán hasta machacarnos a todos.
No hay ni horcas ni guillotinas ni balas suficientes, asi que espero que si aun queda algo de eso que llaman justicia divina, las familias de estos asesinos, no lo asesinos no, esos que vean sufrir a sus familias, luego ya llegaria la hora de ajustar las cuentas con ellos, que las familias de todos estos asesinos sufren mil veces lo que estos criminales estan haciendo sufrir a personas inocentes.
Malditos por toda la eternidad que ni en el infierno los quieran.
La negligencia médica ya se cobraba millones de vidas al año, y ahora los tiktokeros llevan camino de desplazar a Stalin y Pol Pot en el ránking de genocidas, si no lo han hecho ya.
Una observación escalofriante: cada vez hay más matasanos y enfermeros tiktokeros que han ‘normalizado’ como se dice ahora el aplicar sesgos a la hora de si tratar o no, o de si aplicar un tratamiento salvador u otro de sufrimiento y muerte dependiendo de las características personales del enfermo o accidentado. Algo inimaginable hasta hace pocos años, pues aunque algunos lo pensaran no lo decían, pero que ahora hasta lo proclaman en voz alta (ver numerosos tuits de mengeles repartidos por todo el mundo).
A nuestro padre le operaron por un trombo por la vacuna,estuvo 10 horas en un pasillo del hospital,fue enviado a casa al día siguiente,y nos ocupamos nosotros mismos del postoperatorio,al menos sigue vivo.
Pilar Baselga:
BOMBAZO!!! DESCUBIERTOS LOS EXPERTOS Y SUS COMITES VENDIDOS A LA FUNDACIÓN BILL Y MELINDA GATES
@ReVelionenlagranjaVideo de Jorge Guerra:
https://odysee.com/@JorgeGuerra:4/ISGlobal:3.Fuentes donaciones web Fundación Bill y Melinda Gates:
Donaciones al instituto de salud global de Barcelona:
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Donaciones al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas:
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10:00
Me acuerdo que no hace mucho un hombre contaba por teléfono en una calle de Usera (Madrid) que había llamado para un control de las heces y resulta que la enfermera le dijo que si estaba cansado y el contesto que si que llevaba todo el día trabajando y la enfermera le dijo que era obligatorio que se hiciera una PCR…