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¿Imaginas poder adquirir la chaqueta preferida de Albert Einstein? La prestigiosa casa de subastas Christie´s la vendió, no hace mucho, por 146.000 dólares. ¿Imaginas la emoción que debió sentir el comprador al ponérsela? ¡Dicen que aún conserva el olor personal del científico!

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Es un hecho que ilustra perfectamente la especial relación que une a los “cientifistas” con la ciencia. Ellos mantienen una relación emotiva, pasional, no-racional. ¡Aman a la ciencia! Diles que Einstein tuvo un papel decisivo en el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaky, por ejemplo, y verás cómo se te tiran a la yugular. Si te metes con Einstein, lo sienten como si te metes con su novia.

¿Por qué tanto insulto, tanta burla, tanta censura, hacia los que no sienten como ellos? ¿A qué se debe tanta agresividad, tanta visceralidad? Pues, obviamente, a su poco entendimiento. ¿Acaso no sabemos todos que los insultos empiezan donde terminan los argumentos? Ellos son amantes y por tanto creyentes pues ¿Quién no cree en aquello que ama? Creen en la ciencia y creen en el progreso aunque no puedan decirte hacia donde progresamos. Creen que avanzan pero no saben hacia donde se dirigen. Igual defienden los adelantos farmacológicos que sirven, supuestamente, para “vivir más”, como defienden la eutanasia.

Y así, el poco entendimiento de los cientifistas les predispone a coleccionar fetiches y a pagar escandalosas cantidades por los mismos, igual que los amantes del cine pagan escandalosas cantidades por los vestidos de Marilyn. Para ellos, oler la chaqueta de Einstein suple el hecho de que lo entienden lo mismo que entienden a su novia; eso es, nada de nada. Un verdadero científico no hubiera pagado ni diez dólares por ella, pues para alguien que razona, no deja de ser una prenda vieja y sucia.

3 Comentarios

  1. Bueno, es una forma de poner verde a tanto cientifista como hay por doquier… es increíble, y yo milito (sí, milito, lo expreso así) contra todos ellos, que, por desgracia, hay mucho. Y debido a ello, nos han metido esta bazofia asquerosa (es ésa la única razón), porque antes los habían endiosado, claro. Y si no, hágase la prueba: métase con un científico y será desturido hasta por el más paria de la sociedad. Un “científico” goza de la llamada “presunción de credibilidad”. Los demás, no. Por eso, por eso…

  2. Tal cual, sociedad materialista, grotesca, aberrante, enferma, podrida, corrupta, depravada, aborregada, embrutecida y apestosa.

  3. No sólo una prenda vieja y sucia, sino una prenda probablemente sin trazabilidad, con lo que les gusta a los científicos la trazabilidad, con toda lógica. Que lo mismo salió del armario de Einstein que llevaba ochenta años apolillada en un guardarropía de Christie’s. En este mundo de estafadores una se espera cualquier cosa.

    Eso siendo magnánimos y aceptando que haya gente fetichista con cualquier cosa que les suene a fama y crean o sientan que el alma de su ídolo está impregnada en sus posesiones físicas, al modo de esas culturas que no toleran las fotografías porque consideran que capturan el alma del fotografiado.

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