El error más grave en política es hacer de la política una profesión. Si un político está mucho tiempo ocupando un cargo, se acostumbra a mandar y a ser obedecido, y el enjambre de aduladores que se forma a su alrededor tampoco le resulta muy útil para mantener su ego “a raya”. Se convierte así -O lo convierten- en eso que todos conocemos como “un dictador”. Pero si se limita su mandato a unos pocos años, como suele hacerse en nuestras mal llamadas democracias, no pensará más que en amasar una fortuna que le permita vivir el resto de su vida “sin dar golpe”. Se convierte en eso que todos conocemos como “un corrupto”.
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Los antiguos griegos eran muy conscientes del problema. Por eso su democracia era lo más opuesto al régimen representativo que tenemos hoy. Ellos decían que “Si la democracia es el gobierno del pueblo, obviamente es el pueblo el que tiene que gobernar”. Así, su forma de regirse era lo más parecido a la forma en la que se rige una comunidad de vecinos. Tenían muy claro que la partidocracia es otra forma de dictadura pues si un partido debe tener una voz única, eso deja sin voz a sus propios partidarios. -Si el partido vota en bloque, como uno solo, ¿Qué más da que sean cien los diputados que voten o uno solo?-.
En la democracia griega los partidos estaban proscritos. Las elecciones consistían en elegir entre los que se presentaban como candidatos ¡Pero se elegía A SUERTE! Incluso inventaron una máquina llamada kleroterión -Que aún puede verse en algún museo- para garantizar que nadie pudiera pervertir la suerte.
Sin mítines, sin campañas, sin despilfarro, sin programa, sin promesas, sin mentiras. Así era la democracia griega. Lo más parecido a la manera en que se gestiona tu comunidad de vecinos. -Pero ¿Y si la suerte elige a un ciudadano sin preparación?- Objeta el político profesional. -¿En qué consiste esa preparación?- Le pregunto -¿En agenciarse un máster falso? ¿Qué requisitos académicos se exigen, en esta falsa democracia, para ser político?-. ¡Mi hijo ya sabe que ninguno!
El Chorizo Mayor: en España ya no queda pan para tanto chorizo, estamos gobernados por psicópatas, por el dictador más grande y peor que he conocido.
El Graduado:Pedro Sánchez Pérez Castellón se ha graduado en dictador y ahora va a por la corona para ser jefe de estado de esta dictadura totalitaria comunista, este cerdo,este artista de la mentira y del embustero ya no es capaz de parar, yo creo que es el Largo Caballero de estos tiempos oscuros.
El poder hay que dárselo a quien ni lo busca ni lo pide, justo al contrario de este psicópata de la foto y la mayoría de lo que tenemos chupando de la misma.
Y aunque se exigiesen títulos, habría que hacer un examen riguroso para evaluar capacitación, porque los títulos los dan en función de la adscripción política, sindical, patronal, de parentesco con poderosos, etc., a individuos que solo se licencian y doctoran en mus, porros, botellones y orgías de todo tipo, analfabetos de la vida mal criados que jamás han cogido un pico y una pala ni han madrugado. Así de CORRUPTA es la universidad, pública o privada, una cuadra de ladrones impunes.
Lo de la comunidad de vecinos es una falacia propia del socialismo de “bienestar” y de la corrupción urbanística. La mejor y más natural forma de vida de toda la historia, es la vivienda individual familiar, predominante en los países más ricos (USA, UK, Alemania, etc.), el típico chalet o casa familiar, separada o adosada. La comunidad de vecinos genera mucha conflictividad. Siempre hay vecinos que ni pagan, ni respetan ascensores ni zonas comunes, ni al resto de vecinos (narcotraficantes, prostíbulos en pisos, música a las tres de la madrugada, delincuencia, etc.), el gasto tiende a dispararse porque la gente se inhibe ante el estigma de quedar como un tacaño, etc. Además, a la larga, ese estilo comunitario de vida fomenta una actitud colectivista hipócrita y farisea en el orden material de la vida, algo sumamente letal para las naciones. La comunidad solo es entendible en el orden espiritual de la vida (patriotismo y fe en Cristo, no en el material).
Ojalá en el futuro los robots sean capaces de construir viviendas unifamiliares baratas, en entornos con bastante árboles y naturaleza, repartiendo la población por España con una gestión sensata del suelo e infraestructuras adecuadas (por ejemplo, radiales con tres carriles por sentido y un límite más alto de velocidad, pues hoy los coches son más seguros que hace medio siglo, desarrollo de la aviación civil regional, etc.). Pero eso solo se puede lograr en un Régimen autoritario como el de Franco o el de Hitler.
No era mi intención elogiar el sistema de propiedad horizontal. Si digo que la democracia griega era lo más parecido a una comunidad de vecinos es porque, en este tipo de comunidades, ocupa el cargo, cada año, un vecino. Por supuesto, vivir en un chalet “mola más” que vivir en un piso ¡Qué se lo pregunten a Pablo Iglesias!. En cualquier caso, muchos romanos, hace dos mil años, ya vivían en pisos.