Hoy tenemos otra anécdota que compartir con nuestros lectores y amigos una anécdota que hemos titulado “una faena entre dos” y que nos lleva a otra época de la tauromaquia, en la que no existían normas ni los festejos estaban tan ordenados.
[Conoce las oportunidades de empleo internacional de Roche Bobois]
Nos hemos de remontar a un 18 de mayo de 1856 en la localidad navarra de Corella, y a un festejo en el que se lidaron tres toros de don Miguel Payales y otros tres de don Felipe Pérez Laborda por parte de los diestros Gonzalo Mora y Pedro Párraga.
Y según cuentan las crónicas, de la segunda ganadería fue el tercero de la tarde, “Cohetero”, un toro bravísimo y de mucho temperamento, con el que Gonzalo Mora pasó las de Caín, en cez de pasar de muleta, y tras haber pinchado una vez cuando llevaba un buen rato de faena, cedió los trastos a Párraga y se retiró a descansar.
Pedro Párraga rodó por el suelo de buenas a primeras, manejó luego la muleta como pudo y acabó recetando una estocada atravesadísima, de las que salen del animal por el lado contrario. Así las cosas devolció los avios a Gonzalo Mora, para descansar él a su vez.
El maestro Mora, ni corto ni perezoso, sin dar pase alguno a “Cohetero” en esta segunda “vegada”, endilgó un tremendo galletazo al astado que acabó con el bravo animal.
¡Excelente compañerismo el de Pedro y Gonzalo! Esta es la historia de una faena entre dos…