Desde IDE-ADE Ikaslearen Defentsarako Elkartea / Asociación para la Defensa del  Estudiante nos dirigimos a usted para hacerle llegar nuestra más profunda indignación  y estupefacción tras leer, la entrevista realizada por el Diario Vasco a su persona (“Quien  no se vacune (vacuna COVID), tendrá que acarrear las consecuencias” (Diario Vasco,  edición digital, 19-9-2021), en la que usted afirma que: 

“Quienes no han querido vacunarse tendrán que arrastrar con las consecuencias  de su propia decisión” 

“Una persona no tiene derecho a entrar en cualquier sitio de cualquier manera.  Siempre hay condiciones. Para entrar a una sala de fiestas a veces hay códigos  de vestimenta, otras cuestiones de edad” 

“Soy un convencido de la ciencia. Hay cierto punto de egoísmo en los  negacionistas. La vacuna no es solo para uno”. 

Ahora que sobran vacunas esa excusa ya no sirve. Quien no está vacunado es  porque no quiere”. 

Como Asociación para defensa del estudiante, hemos recibido numerosas  reclamaciones de personas perjudicadas procedentes del ámbito educativo (estudiantes, familias, personal docente y no docente) que están sufriendo las  consecuencias de la situación que estamos viviendo actualmente. Por todo ello, nos  dirigimos a usted para comunicarle y recordarle que además de los derechos  constitucionales reconocidos en la Carta Magna (art. 10.1, art. 14, art. 15.1, art. 17.1 y  art. 20.1, que parece que usted los obvia), existen otros fundamentos legales que  protegen a las personas contra la vacunación obligatoria o la coacción a la misma, como  son el Tratado de Helsinki, El Consentimiento Informado en la Historia de los Derechos  Internacionales, La Declaración Universal sobre Bioética de la Unesco, La Carta  Internacional de Los Derechos humanos, el Código de Nuremberg, La Declaración de  Ginebra, La ley Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y  Obligaciones en Materia de Información y Documentación Clínica o la Ley General de  Salud Pública. 

Cuando usted hace referencia al término negacionista, está utilizando un calificativo que  los medios de comunicación comenzaron a emplear de manera recurrente y peyorativa  desde que comenzó la crisis sanitaria y que se ha traducido en una programación  neurolingüística que condiciona las relaciones sociales y que soslaya la capacidad de  confrontar posturas tanto científicas como sociológicas que disienten en sus postulados  anulando la que es minoritaria o no oficialista. Nos preguntamos si usted ha tenido la  oportunidad de conversar de manera estrecha con una persona con estas convicciones, desde la empatía y la escucha activa. Si no es así, permítanos ofrecerle una composición  de lugar de las razones por las cuales este tipo de personas deciden hacer uso de su  derecho a no vacunarse conforme a la legalidad vigente.

Desde que comenzó la crisis sanitaria los medios de comunicación audiovisuales locales  y estatales han estado hablando de sintomatología de la covid-19 sin cesar (24/7) y de  manera simultánea en casi todos sus espacios informativos manteniendo a la población  en un estado de alerta constante y en algunos casos utilizando adjetivos despectivos y  

de mal gusto como, “tontos”, “bebedores de lejía”, “desinformadores”, “criminales”,  “idiotas”, “ apestados” o “asesinos porque contagian y matan en potencia” que como  jurista es posible que usted reconozca que algunas expresiones de las citadas puedan  ser constitutivas de delito de odio…y a la par, presenciábamos como el Tribunal  Constitucional anulaba y declaraba ilegales, el confinamiento y los dos estados de  alarma, y por ende, las restricciones a la movilidad y las multas derivadas de las sanciones impuestas por infracciones a la movilidad y por no llevar mascarilla en la vía  pública por personas que portaban certificado médico oficial o declaración responsable  que les eximía de llevarla. 

Afortunadamente el sentido común y la ecuanimidad han fundamentado las razones  por las cuales muchas personas han decidido no vacunarse ponderando en su voluntad  de no hacerlo, el primer factor del binomio riesgo/beneficio. Por ello, sentimos la  necesidad de informarle para que la próxima vez que sea entrevistado las tenga en  cuenta, rescatando a sí mismo, las declaraciones recientemente realizadas en Radio  Euskadi por el Viceconsejero de Salud del Gobierno Vasco insistiendo por partida doble  en que “el Pasaporte Covid es una medida con fines exclusivamente cívicos, no sanitarios,  subrayando que es un tema cívico que nada tiene que ver con la salud”. 

Desde que comenzó la vacunación entre finales de 2020 y comienzos de 2021 en el  mundo, se fueron sucediendo las diferentes variantes de este virus, cosa que no ocurrió  en 2020. Dicha vacunación que ha sido generalizada y masiva en todas las franjas de  edad a excepción de 0-12 (en algunos países ya se ha llevado a cabo), el número de  fallecidos notificados por VAERS (Sistema de notificación de reacciones adversas a las  vacunas de EEUU), Eudra Vigilance (Sistema de Farmacovigilancia de las autoridades  reguladoras de medicamentos de la Unión Europea) y el registro de efectos adversos del  UK Public Health (Salud Pública de Reino Unido), han notificado más de 40.000  fallecimientos y más de 2.000.000 de efectos adversos (que podrían reconocerse como  secundarios) notificados por VigiAccessTm (Centro colaborador de Uppsala de Suecia, de  la OMS para la monitorización de medicamentos) sólo en EEUU y Europa post  vacunación, suponiendo un deterioro del sistema inmunológico de las personas. Se  estima que sólo se reporta entre un 1 y un 10% de estos casos. Recientemente se ha  publicado en medios oficiales el fallecimiento de 300 personas en el Estado español por  la administración de la vacuna. A esto se une la falta de transparencia que se ha  detectado en el proceso de vacunación y que ha disuadido a muchas personas de  vacunarse ya que no se ha gestionado desde el consentimiento informado y consciente  de los estudios preliminares de si protegerá o no, de efectos adversos posibles en el  corto, medio y largo plazo, ni con prescripción médica atendiendo a la historia clínica del paciente, por parte de médicos comunitarios y pediatras. Subrayar que se trata de  vacunas que se han aprobado por la vía de emergencia sin ensayos clínicos previos con  tiempo suficiente (históricamente ha sido de 3 a 5 años, con estas vacunas ha sido de 3 

meses directamente en seres humanos). A este respecto, cabe una mención especial a  que los Seguros de Responsabilidad Civil se están empezando a negar a  responsabilizarse o hacer frente a demandas desencadenadas por efectos adversos de  la vacunación. Haciendo un apunte al respecto, la semana pasada tuvo lugar el primer  debate oficial entre las tesis oficialistas y las no oficialistas. Cuando uno de los médicos  disidentes citó el número de fallecidos notificados por la vacuna, los ponentes de los  preceptos oficialistas abandonaron dicho debate, siendo un reflejo del nivel de  transparencia y de tiempo y espacio dedicado al oficialismo y en contraposición a las  líneas de pensamiento que alertan sobre la peligrosidad de estos fármacos. 

Si se atiende a las indicaciones de los prospectos de las vacunas, éstas nunca señalaron  que inmunizaran pero los medios de comunicación de manera reiterada sí. Lo que sí  dicen en realidad, es que evitarán las formas graves de la enfermedad entre 3 y 6 meses,  pero no su propagación, por lo que su denominación cambia sustancialmente  equiparándose más a un medicamento o fármaco. Además se ha anunciado  recientemente el inicio de la vacunación con la tercera dosis en población  inmunodeprimida (tal y como se hizo con las dos primeras dosis) y que en países como  en Turquía e Israel ya han comenzado con la cuarta, advirtiendo por parte de las  autoridades del último país citado, los numerosos casos de efectos adversos entre la  población vacunada. En medicina, la principal contraindicación es la falta de indicación  y por ello no se explica que un virus con una letalidad del 2 por 1000 (es decir que de  1000 personas sólo 2 fallecen y 998 sobreviven) se esté implementando la vacunación  en población sin patologías previas, y sin apenas afectación de la enfermedad en  términos estadísticos, como es la población infanto-juvenil y adulta joven. Con relación  a esto, se reconoce el surgimiento de patologías cardiacas como miocarditis y  pericarditis en población joven tras la inoculación. 

Desde el sistema de salud y en los medios de comunicación se asegura y perjura que las  vacunas son seguras y necesarias. Esto es una falta deontológica severa si consideramos  la cantidad de testimonios que están expandiéndose por las redes sociales de efectos  adversos y defunciones post vacuna que están padeciendo y sufriendo muchos  pacientes y familiares de los mismos, y que tanto el sistema de salud como los medios  de comunicación se niegan a registrar/visibilizar. Por tanto, la vacuna o medicamento  sólo se podrá considerar seguro con el paso del tiempo y por otro lado, no se observa  que sea necesaria para la inmensa mayoría y de forma generalizada (que parece más  una imposición publicitaria de las cadenas de televisión y emisoras de radio) si  reparamos en que no hay una letalidad significativa (2 por 1000) y que la población  infanto-juvenil y personas sin patologías previas nunca fueron colectivos de riesgo de  formas graves de la enfermedad y que muchas personas diagnosticadas con esta  enfermedad la han pasado de manera asintomática o con leves resfriados o dicho de  otro modo, a partir de una máxima de la medicina, la mayor contraindicación es la falta  de indicación. Así mismo, los medios de comunicación insisten una y otra vez en los  niveles de ocupación de UCIS para justificar la alarma social, cuando las UCIS mantienen  habitualmente niveles de ocupación del 60-80% de sus camas fundamentalmente  porque dependen de ello para ser rentables.

Por estos motivos, reivindicamos el sentido común y apelamos al derecho de cada cual  de querer o no vacunarse dadas sus circunstancias personales, ya que en gran medida  se trata de una DECISION LIBRE PERSONAL E INTRANSFERIBLE. 

En consecuencia y debido a la vulneración de derechos que sus palabras puedan  ocasionar en una parte de la población, desde la asociación IDE-ADE solicitamos a su  persona la rectificación pública de la denominación de negacionistas a aquellas  personas que ni niegan ni afirman, simplemente ejercen sus derechos constitucionales  de manera pacífica,sin injerencias externas ni coacciones. Además queremos recordarle  que EL QUE EJERCE SUS DERECHOS NO PERJUDICA INJUSTAMENTE A LOS DEMÁS. Por  consiguiente, le rogamos tome en consideración esta máxima jurídica para evitar  posibles nuevas vulneraciones de derechos de aquellas personas que por distintas  razones quieran ejercer su legítimo derecho a no vacunarse. 

Finalmente, por los argumentos esgrimidos anteriormente en esta misiva creemos que  es razonable que presente su dimisión del cargo de Ararteko que ocupa actualmente,  puesto que su actitud es contradictoria con las funciones y principios inherentes a dicho  cargo, es decir, independencia e imparcialidad y cuyo cometido es desarrollar iniciativas  dirigidas a incrementar la sensibilidad y la conciencia sobre el respeto a los derechos  humanos. 

 

4 Comentarios

  1. Demasiadas explicaciones para un nazi que no las merece, no hay acto de mas civismo y solidaridad que ofrecer las “vacunas” que no nos pensamos poner a el mismo y a toda su familia y estirpe

  2. Tú no eres un convencido de la ciencia. Eres un idólatra infantil de la ciencia con la mente muy mermada, incapaz de distinguir la pura ciencia (que tiende a infinito, está por encima del tiempo y es inabarcable) de la ciencia instrumental prostituida o ejercida por zoquetes que se han aprendido cuatro cosas como loritos pero sin entenderlas.

    A lo mejor el que va a tener “consecuencias” por inocularse bazofia eres tú, o tu querida familia…
    Y nos va a tocar a todos cargar con más enfermos e incapacitados.
    Menudos irresponsables y egoístas son estos híbridos de cobaya y oveja. Nos hacen pagarles sus farmavicios por su cagonismo hipocondríaco, y luego hay que pagarles los paliativos.

  3. Los vascos llevan décadas ignorando que apoyaban activamente a un partido criminal, les ha llegado la hora de sufrir las consecuencias de su desaprensivo proceder.

    En la anterior crisis una amiga que vive allí me dijo – en su momento – que apenas habían notado la crisis. Eso fue gracias al expolio sistemático y sistémico de esa gente que se cree superior, pues toma superioridad: ya tienen su ansiada “independencia” para bien y para mal. Y lo mismo para los otros catetos del este peninsular.

    Bien se les podría aplicar aquello de “ten cuidado con lo que deseas ……..

    Ambos ( y otros vamos por el mismo camino) han ido tanto a la fuente que al final se les ha roto el cántaro. Tanto CIU y tanto PNV es lo que tiene: unos ahora con los radicales de oscuro pasado terrorista y otros con los otros radicales de, también oscuro pasado terrorista (Terra lliure), mas chapucero eso sí; señoreando sus vidas y caudales.

    Las malas acciones tienen consecuencias. Tardarán más o tardarán menos, pero el que la hace la paga ……ya están pagando con los regímenes más opresivos y de peor resolución de los problemas, de toda la pobre y vapuleada península……..que lo disfruten, no les arriendo la ganancia a ninguno.

    Creo que no seréis ajenos a la falta de compasión que traslucen mis palabras, pues acertaís: no me queda ya ninguna.
    Paso ya de fingir una misericordia que no siento, estoy harta de todos ellos y sus egoísmos “miramelindos”, de sus “hechos diferenciales” y de todo lo que están dispuestos a tragar por sus sueños (dejando fuera a los que están en contra, por supuesto, pero ni en esto voy a fingir: solo los proactivos, al resto que le den por cobardes).

    No!. No tienen derecho a renunciar a su libertad por una falsa seguridad. Para nada, no se lo admito, ni se lo admitiré jamás a ninguno, ni propio ni extraño!.

    No, no hay derecho alguno que les asista para renunciar a su libertad, porque con esa renuncia le dan más poder al gobernante, loco por convertirse en tirano. No les asiste ningún derecho a esa renuncia porque con ella nos convierten a muchos en damnificados de su cobardía.

    No! No les reconozco ningún derecho a ser serviles, obedientes y cobardes, porque su cobardía cercena mis derechos. Su renuncia a ser hombres y a sus derechos como hombres, me convierte a mí en pasto de tiranos.

    No! No voy a claudicar aunque sea la última mujer libre en esta jaula que es todo el planeta. Una cárcel con muros tan anchos que no los perciben desde sus terracitas, son presos sin consciencia de serlo y sin conciencia de hombres libres.

    Qué seguridad ni qué niño muerto? Acaso hay seguridad alguna en entregarse libremente a otro u otros?. Acaso la hay entregándose a quien uno no conoce?. Acaso hay alguna seguridad entregándose a un mentiroso, a un cobarde, a un desaprensivo, a un desalmado, a un abyecto, a un depravado, a un miserable, a un infame o a un tirano?.

    Mi mamá me dijo que no me fiara de extraños y eso es lo que hago: hacer caso de sus sabios consejos.

    Mi libertad es mía y de nadie más…….que vengan por mí, aquí les espero.

    Nací libre en un país con leyes que protegían mi libertad, si quieren arrebatármela que cambien esas leyes, pero todas, absolutamente todas, propias (del país) e internacionales. Hasta ese momento, hasta que no hayan cambiado todas y cada una de ellas (Núremberg, Oviedo etc) me acojeré a la última que quede para defender mi libertad de elegir si quiero no quiero ser inoculado con un medicamento experimental.

    Presiones a mí. Sabéis qué pasa? Que ahora toda la vida dura que he llevado, todas las presiones a las que me he visto sometida (que no han sido pocas), todas las pruebas adversas que he superado me han enseñado que no es egoísmo sobrevivir, que no es insolidaridad mirar por uno cuando nadie mira por ti, que no es desaprensión no dar gusto a quien solo mira por él, que no es admisible el sacrificio por quien no lo merece, que no es mala persona quién no hace mal y solo se defiende de la agresión.

    Me da igual si son muchos ellos y pocos nosotros, “las mayorías” coincidentes si son en la irracionalidad no son mayorías sino amalgamas de la nada. Me da igual si todos van “donde va Vicente” eso no es indicativo más de que no piensan por si mismos.

    No! Para nada creo que estén – ellos – beneficiando a la humanidad, más bien pienso que gracias a los pocos que resistimos a la aberración, pensamos y plantamos cara, la humanidad tendrá una oportunidad.

    Me da igual que vean en mí a alguien que ha perdido la cabeza, yo la uso, ellos no, por eso sé que los poseídos por la locura son ellos.

    Nunca el mundo se caracterizó por alumbrar muchas grandes mentes, ese es mi indicativo de que tengo razón (sin apuntar por ello que soy una “gran mente”, solo es que la mía la uso en todo su potencial sea éste el que sea).

    En cualquier caso, lo que me tiene anonadada y perpleja por completo es que las contradicciones, los absurdos y la mala fe manifiesta son evidencias tan claras de que todo huele a engaño, a podrido, que no entiendo cómo no les asalta ni una duda. Y es más, incluso asaltándoles dudas a muchos, aún así se hayan dejado embaucar por tanto farsante (salvo, claro, por aquello de esa necesidad que anida en el interior de cada uno de nosotros de “hacer el bien”).

    En fin, resistiré mientras me quede un hilillo de fuerza, suerte y vida porque mi convicción es fuerte y sé que tengo razón. Lo que no sé es si viviré para ver a todos estos canallas pagar por el daño que han hecho. Espero que sí, espero que el altísimo o la aleatoria de la vida me elija para contemplar el triunfo de la verdad (o las verdades, porque aquí hay más de un engaño).

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