ex presidenta

El pasado domingo 22 supimos que la ex presidenta de Bolivia, Jeanine Añez, había tratado de quitarse la vida debido a una «depresión severa». La información fue confirmada por su hija, Carolina Ribera y por una delegada de Derechos Humanos de la ONU.

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¿Qué es lo que sabemos?

  • Que lleva cinco meses en prisión preventiva incomunicada, sin posibilidad de salir al patio ni ver la luz del día.
  • Que justo antes del intento de suicidio le anunciaron que acusarían también a su hija.
  • Que se hizo tres cortes en las muñecas, pero que afortunadamente fue atendida por un médico.
  • Que el ministro del Interior, Eduardo del Castillo, trató de minimizar los hechos hablando de “pequeños rasguños en uno de sus brazos”.

El director del Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, informa que un familiar dormirá con ella y que eso será clave para su recuperación.

Sin embargo, su abogado Martín Camacho, advierte que si algo le pasa, el responsable será el gobierno:

“Está encerrada en una habitación, no tiene permiso ni para salir al patio, ni para salir a ver la luz del día. Entonces, deberá responder el mismo ministro de Gobierno y el mismo Gobierno del MAS por cualquier hecho o por cualquier lesión que tenga la vida de Áñez”

Y esta es la interpretación de los hechos del líder de la oposición Samuel Doria Medina, de Unidad Nacional:

“El oficialismo ha acorralado a Jeanine Áñez sistemáticamente, quitándole todos sus derechos, incomunicándola, impidiendo que atienda su salud física y mental, cerrándole todas las salidas legales (…) El Gobierno ha provocado que Añez intente quitarse la vida (…) Jeanine sufre una tortura física y psíquica que no es legal, pero que es legalizada por el aparato judicial masista (…) Todo esto se origina en el deseo de venganza del MAS (partido gubernamental) y en su impunidad para pasar por alto la Constitución y los compromisos del país con convenciones y pactos que protegen los derechos humanos de los detenidos”.

Además, este domingo un grupo de siete diputados acudieron al penal para interesarse por su salud y no les dejaron visitarla en una nueva violación de los Derechos Humanos. Más grave aún sí tenemos en cuenta que Jeanine Añez era presidenta de la Cámara de Diputados -razón por la que asumió la presidencia interina- y por tanto era su representante institucional.

Desde sectores cristianos se interpreta este acoso como una “venganza” por el hecho de que Jeanine Añez tomara posición de su cargo frente a una Biblia.

En todo caso, las reacciones no han hecho esperar:

  • Uno de los abogados de la ex presidenta dice que Jeanine intentó enviar un mensaje de “auxilio, ayuda o socorro”.
  • El secretario ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública (Sirmes), Fernando Romero, señaló que “un paciente con un problema emocional muy severo, que ha intentado quitarse la vida, no puede atenderse en un recinto carcelario, requiere un manejo multidisciplinario en un centro hospitalario”.
  • La oficina europea en La Paz mostró su “preocupación” por los hechos y pidió a las autoridades que “hagan todo para garantizar su derecho a la salud integral, tanto física como mental”.
  • Desde la embajada de los EEUU también muestran su preocupación: “alentamos al Gobierno de Bolivia a garantizar que reciba la atención adecuada”
  • Los expresidentes Carlos Mesa (2003-2005), Jorge Quiroga (2001-2002) y el socialdemócrata Jaime Paz (1989-1993) pidieron a las autoridades “preservar la vida e integridad física y psicológica” de la expresidenta.

Por todo eso estamos desde CitizenGO han lanzado una campaña #SOSJeanineAñez para exigir a al presidente de Bolivia, Luis Arce, con copia al secretario general de la OEA y a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU la excarcelación inmediata de Jeanine Añez, su debida atención hospitalaria extracarcelaria y las debidas garantías de un juicio justo y no de una venganza política.

Un artículo publicado en Actuall