Es tremendo cómo mienten las televisiones y de qué forma tan vergonzosa intentan manipular incluso en asuntos completamente absurdos. Un ejemplo claro es lo que ha sucedido con una reportera alemana de la cadena RTL.
La presentadora de los informativos de RTL Susanna Ohlen transmitía en directo desde Bad Münstereife, una de las ciudades afectadas por las graves inundaciones sucedidas este fin de semana, para “ayudar” en los esfuerzos de recuperación por los destrozos provocados por esas inundaciones. Pero antes de entrar en directo se puso a mancharse la ropa, la cara y las manos con barro para hacer creer a la audiencia que ella también estaba ayudando. Lo que no sabía Ohlen es que había vecinos grabando esa vergonzosa escena desde las casas de enfrente.
Artikel: "Aufräumarbeiten nach Flut: RTL-Moderatorin Susanna Ohlen packt in Bad Münstereifel mit an"
Was auch geschah:pic.twitter.com/zp1p3XbAaK
— Argo Nerd (@argonerd) July 22, 2021
"Zahlreiche prominente Helfer packen ebenfalls mit an und unterstützen die Menschen vor Ort tatkräftig. Eine von ihnen ist Susanna Ohlen (39)."https://t.co/3saW2cIJ53 pic.twitter.com/h5IHpgYdUZ
— Argo Nerd (@argonerd) July 22, 2021
Después de embarrarse, como si nada, poniendo cara de mártir.
— Andrej Leonenko (@andrejlnnk) July 22, 2021
RTL se “puso estupenda” y colgó una información en la que se decía: “Numerosos colaboradores destacados también echan una mano y apoyan activamente a la población local. Una de ellas es Susanna Ohlen ”. Pero cuando aparecieron los vídeos de lo que en realidad hizo Ohlen tuvieron que eliminar inmediatamente esa publicación y anunciaban que la suspendían de empleo por unos días.
“El comportamiento de nuestra reportera contradice claramente los principios periodísticos y nuestros propios estándares”, dijo RTL en respuesta al incidente. “Por ese motivo, le hemos suspendido de empleo el mismo lunes cuando nos enteramos”.
¿Creen que eso es excepcional en una televisión? Mucho nos tememos que no. Y esta vez nos hemos enterado y lo hemos visto todos con nuestros propios ojos, imaginen de cuántas coas no nos enteraremos.