La Plaza de Toros de Gijón, conocida como El Bibio, es uno de los pocos ejemplos gijoneses de arquitectura neomudéjar, el estilo imperante en la construcción de cosos taurinos en el último cuarto del siglo XIX. En la actualidad, cuenta con una capacidad para 9.258 espectadores.
[Conoce las oportunidades de empleo internacional de Roche Bobois]
Inaugurada el 12 de agosto de 1888. Erigida la plaza (1886-1888), bajo dirección y plano del arquitecto Ignacio de Velasco, al borde de la carretera de Villaviciosa, y basándose en un proyecto del arquitecto madrileño Carlos Velasco Peyronnet, hubo de ser rehecha una vez finalizada la guerra civil.
Es declarada Monumento Histórico-Artístico desde el 20 de marzo de 1992, pertenece a la corriente neomudéjar ‘impuesta’ por la antigua plaza de toros de Madrid ya desaparecida, tendencia que se consideraba idónea para plasmar en los ruedos peninsulares. En el diseño exterior destaca la utilización del ladrillo prensado para ornamentar los vanos, los arcos de herradura y las cresterías. El circo taurino tiene la forma de un polígono de 16 lados, tres alturas y dos volúmenes pegados al norte y al sur, haciendo el último de ellos las veces de puerta monumental.