La evidencia de que este gobierno nos toma por imbéciles es lo que ayer dijo Carmen Calvo acerca de quién pone las lavadoras o quién plancha en casa. Esta señora, que tiene pinta de no haber hecho nada de eso en su vida, vive en un mundo absolutamente desconocido para una gran mayoría de los mortales en el que debe faltar bastante oxígeno porque un cerebro como el que tiene ella solo puede estar así por ese motivo.

Pero siendo eso malo, lo peor es que estamos hablando de toda una vicepresidente del gobierno, de la segunda de a bordo y nos encontramos con una de las mujeres más rematadamente tontas que hay en toda España. Porque tonto es el que dice tonterías y si por algo destaca Carmen Calvo es por su gran capacidad decirlas ya que lo hace continuamente.

Que además lo haga en un momento como este demuestra que le faltan muchos hervores, tantos que está completamente cruda. El caso es que, mientras tanto, los españoles tragando saqueos por un lado y las tonterías ofensivas de Carmen Calvo por el otro. Este es el magnífico historial de estupideces de la Calvo. Son muchas más, pero deberíamos dedicar el día entero si pusiéramos todas:

  • “Yo he sido cocinera antes que fraila”.
  • “Un concierto de rock en español hace más por el castellano que el Instituto Cervantes”.
  • “Deseo que la Unesco legisle para todos los planetas”.
  • “Estamos manejando dinero público, y el dinero público no es de nadie”.
  • “Recordando al genio Leonardo da Vinci: lo que mueve el mundo no son las máquinas, sino las ideas”. Frase de Victor Hugo, no de Leonardo da Vinci.
  • “No podemos perder el dominio de la Ñ, que casualmente es la letra que está en la palabra español”.
  • “Yo transmito que soy muy yo, y que voy de yo por la vida. Soy una tía a la que no doblan. Yo no renuncio a mis vaqueros ni a nada. Cuando deje de ser ministra seguiré siendo yo, que es mi verdadero cargo”.
  • “La cultura no puede ser ni gratis, porque los creadores tienen que vivir de ella, ni cara, para que todos podamos acceder a ella. Por eso, hay que lanzar un mensaje esperanzador a los jóvenes, que son quienes cometen más estas actividades delictivas, porque su poder adquisitivo es menor y sus necesidades culturales más amplias”.
  • “Me gusta madrugar para poder pasar más rato en el baño: Allí leo el periódico, oigo la radio, oigo música y hablo por teléfono con alcaldes, en bragas”.
  • “El español está lleno de anglicanismos”.
  • “Si quieres que te sea sincera, pensaba que se vestían así cuatro, los que vemos por la tele corriendo el encierro. Pero vamos todos con uniforme, es fantástico”.