El Partido Popular de Fran Hervías y García Egea comienza a recoger los frutos

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No voy a dejar de reconocer que en una organización política como es un partido y más en España, los tramposos, tienen su espacio, además de ser muy valorados. La notoriedad ofrecida al “Maquiavelo” de turno, nos dará muchas pistas de por dónde quiere ir ese partido. No hace mucho, escribí un par de artículo, ante mi sorpresa por la llegada del señor Hervías al Partido Popular. Quizás no tanto por el propio desembarco, y más, por como intentaron cambiarle la imagen, al menos, aquí en la prensa sevillana.

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Explicaba en esos artículos anteriores, fui testigo de primera orden, de cómo el señor Hervías, siendo secretario nacional de organización, destrozó todo lo que tocó, hasta dejar su partido a tamaño residual. Solo se salvó Andalucía “aquí funcionamos de otra manera”. Resaltaba también, de cómo los “avispados” dirigentes del Partido Popular, los de la nueva refundación, lo habían abrazado en su organización.

Al señor Luis Salvador -tampoco se perderá nada-  le quedan dos telediarios como alcalde de Granada; acción-reacción. Hoy ya podemos constatar, una vez destrozado su partido en esa ciudad, fruto de los muchos imitadores surgidos dentro del mismo, si, ya saben, por esos que vinieron a regenerar la vida política española.

Lo cierto es que, como pasara anteriormente en Murcia, y luego en Madrid, ningún movimiento, deja de tener consecuencias.  El sillón de “Llamadme Juanma” se está moviendo. Han pensado si el señor Hervías, fuera en realidad un tiburón del PSOE.  Seguro que a los pardillos de PP ni se les ha pasado por la imaginación. Sillón que, al margen de las” encuestas” no queda muy claro, si caerá en manos de los de siempre o en las del nuevo partido que va adquiriendo muy deprisa las tácticas de combate en estas guerras.

En fin, en esto de la política española, y cada vez más, se hace más cierto que nunca, el clásico refrán español “Siéntate en la puerta de tu casa, y veras pasar el cadáver de tu enemigo”. A continuación, ya solo se trata de cambiar el color del sillón, y azul no lo veo.