Con todo este cuento del virus, el estado de Texas sigue dando lecciones al resto del mundo sobre libertades y derechos de sus ciudadanos. Si ya el pasado mes de marzo decidió eliminar la obligatoriedad del uso de mascarillas, ahora ha vuelto a dar una nueva lección con un proyecto de ley promulgado por el gobernador, Greg Abbott, el pasado lunes.
Con este proyecto de ley, Abbott pretende prohibir que las entidades gubernamentales y las empresas privadas requieran prueba de vacunación como condición para dar servivios o la entrada a cualquier ciudadano de ese estado.
“Texas está abierto al 100 por ciento y queremos asegurarnos de que todo el mundo tenga la libertad de ir a donde quiera sin límites”, ha asegurado el gobernador a través de su cuenta de Twitter.
Además, anunció que con la firma de ese proyecto de ley “ninguna empresa o entidad gubernamental puede exigir a una persona que proporcione un pasaporte de vacuna o cualquier otra información de vacuna como condición para recibir cualquier servicio o ingresar a cualquier lugar”.
Mientras tanto, aquí en Europa gobernados como estamos por el globalismo más nefasto y asqueroso, se pasan todas las libertades y derechos de los ciudadanos por el forro de sus caprichos y el único objetivo demostrado de los responsables políticos y sanitarios es acceder a jugosas comisiones que, a buen seguro, les están ofreciendo las farmacéuticas. Qué vergüenza.
Sin duda Europa está vendida, desde hace décadas, al globalismo. Aquí no se toman decisiones, se atacan las que les den y ya está.