Tribunal Constitucional

Retengan este nombre, Juan José GonzÔlez Rivas, de perfil muy bajo, otros dicen discreto, para la gran mayoría de las personas, pero que desde 2012 es miembro del Tribunal Constitucional y al que por Real Decreto 281/2017, de 22 de marzo, se le nombró como su presidente, cargo que ocupa en la actualidad.

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¿Habían oído hablar de él?

Según los medios estamos ante un magistrado conservador. Hasta el Consejo General de la Abogacía Española le cataloga con el mismo adjetivo. ¿Conservador?, ¿Dónde estÔ el emoticono al que le caen dos lagrimones y se parte de la risa, para ponerlo a continuación de éste texto? Yo diría que es un tibio mÔs de los muchos que abundan, a raudales, en nuestra sociedad en su estrato mÔs alto.

LA SENTENCIA SOBRE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY DEL ABORTO DE BIBIANA AIDO DESCANSA EN UN CAJƓN

El ExcelentĆ­simo, por varias veces, magistrado, es el mismo que segĆŗn el Confidencial Digital, en artĆ­culo de Irene Dorta Hermoso de 24 de febrero pasado, decĆ­a:

ā€œLa ponencia sobre la constitucionalidad de laĀ ley del aborto estĆ” escritaĀ desde hace aƱos, pero sigue en un cajón.Ā Concretamente en el cajón del despacho de AndrĆ©s Ollero, magistrado del Tribunal Constitucional. Y todo apunta a que ahĆ­ se quedarĆ”. La sentencia escrita por Ć©l nunca verĆ” la luz porque, segĆŗn todas las fuentes consultadas en el órgano, el presidenteĀ Juan JosĆ© GonzĆ”lez RivasĀ no tiene intención de convocarla al pleno. QuiereĀ evitar que se produzca un debate que divida al tribunalĀ en un tema tan sensible yĀ espera a la renovaciónĀ de parte de sus miembros para que un nuevo magistrado redacte una nueva sentenciaā€

¿Han leído bien lo que dice Irene Dorta? En romÔn paladino, es decir en lenguaje llano y claro, el presidente del TC estÔ a la espera de la renovación de los miembros para que otro ponente redacte una nueva sentencia declarando, por supuesto, la constitucionalidad de la Ley de Bibiana Aido, dado que la emitida por Andrés Ollero señala la inconstitucionalidad de la misma.

Señor magistrado, ¿Cómo llamamos a eso? ¿Prevaricación? ¿Sentencia a la carta?

Usted no deberƭa estar un minuto mƔs presidiendo ese, cada dƭa, mƔs desprestigiado Tribunal.

Señor magistrado conservador, dimita y que en la dimisión le acompañe el también magistrado Andrés Ollero, al que los medios señalan como miembro del Opus Dei e igualmente conservador.

De ser cierto esto, estĆ” tardando el seƱor Ollero, otro grandĆ­simo tibio, en irse a su casa por ser ninguneado y no levantar la voz en algo tan importante para la defensa de la vida de los no nacidos. HabrĆ” que recordarles a estos magistrados conservadores lo que dice el artĆ­culo 15 de la constitución: Todos tienen derecho a la vida…

Señores GonzÔlez Rivas y Ollero, ¿cuÔntos abortos se hubieran evitado de haberse declarado anticonstitucional la Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo o Ley de Bibiana Aido? QuedarÔ esto en sus conciencias.

Doy por perdida a esta sociedad enferma que, en su mayorƭa, entre otros sƭntomas, es capaz de posicionarse defensora del aborto. Ahora bien, que dos personas, en teorƭa con principios morales y religiosos, con poder para evitar, en EspaƱa al menos, el mayor genocidio del presente siglo, se posicionen al respecto como las activistas de Femen, es para llorar.

Decía que la mayoría de la humanidad estÔ enferma y por tanto, con toda seguridad, a muchos este retrógrado que les escribe les causarÔ hilaridad por lo que dice. En esta línea y para que toda esta sociedad, entre atea y agnóstica, siga riéndose me despido con una cita del Apocalipsis 3:15-17, la cual dedico a los tibios magistrados Juan José GonzÔlez Rivas y Andrés OlleroTassara, así como al gran tibio de Oriente, quiero decir de occidente, Mariano Rajoy de Brey, que tuvo la ocasión y oportunidad de tirar a la basura semejante Ley criminal.

ā€œYo conozco tus obras, que ni eres frĆ­o ni caliente. ””OjalĆ” fueses frĆ­o o caliente!! Pero por cuanto eres tibio, y no frĆ­o ni caliente, te vomitarĆ© de mi boca. Porque tĆŗ dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tĆŗ eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudoā€.

*Un artĆ­culo de Javier CORDERO APARICIO

2 Comentarios

  1. Un inĆŗtil total…
    ”Claro que Andrés Ollero, tan opusino y cobarde él, le va a la zaga!

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