La OMS pide a los países que no se vacune a los niños y que esas vacunas se donen a países más pobres

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¿Recuerdan aquello que se nos decía al principio de toda esta historia del virus, eso de que los políticos siempre seguirían las pautas que les marcaran desde la OMS? Pues ya se estarán dando cuenta por dónde se las pasan porque, tras pedir que no se implantara el pasaporte de vacunación, ahora, el máximo responsable de la OMS, el miserable Tedros Adhanom Ghebreyesus ha pedido a los países más ricos que no vacunen a la población infantil y que, en su lugar, donen esas vacunas a países más pobres.

“Un puñado de países ricos, que compraron la mayor parte del suministro de vacunas, ahora se están vacunando grupos de menor riesgo. Entiendo que algunos quieran vacunar a sus niños y adolescentes, pero ahora mismo les insto a que lo reconsideren y, en su lugar, donen vacunas a Covax, ya que en los países de ingresos bajos y medianos bajos, el suministro de vacunas no ha sido suficiente ni siquiera para inmunizar a los profesionales sanitarios”, ha dicho Tedros y ha añadido que “el segundo año de pandemia será más mortífero que el primero”.

Y no, nosotros no queremos que se vacune nadie, no abogamos porque se les mande vacunas a los países pobres, abogamos porque no se vacune a nadie y mucho menos a los niños. Pero lean las palabras de Tedros con calma y piensen en lo que se nos ha dicho por parte de médicos valientes como la doctora Albarracín: Han expresado sus temores de que a partir octubre se produzcan muchos fallecimientos precisamente por las vacunas.

Que no se vacunen ni en los países ricos, ni en los países pobres, que no se vacune nadie porque, en este caso, creemos que el sinvergüenza de Tedros tiene razón y este año va a haber más muertes, pero no por la enfermedad, sino por el criminal remedio que él está promocionando.