Imagina que estás hipotecado… ¡Bueno, igual no te hace falta imaginarlo!.. Imagina que te digo que, cada mes, a pesar de pagar religiosamente tu cuota, tu deuda sigue creciendo. Me dirás -No puedo imaginar eso porque no tiene sentido-. Tienes razón, no tiene sentido, pero así es cómo está el país.. ¡Cada mes tiene una deuda más grande con los bancos!.. ¡Y el país somos tú y yo!.. ¡Esa deuda es nuestra!.. Los préstamos que piden los políticos, los tenemos que pagar tú y yo. Ellos son los hipotecantes pero nosotros somos los hipotecados. Y sus préstamos no dejan de crecer… ¿Cuántos miles de millones han dicho los políticos que se van a gastar para cazar al bichito que nadie ha visto?.. ¿De dónde los van a sacar si el país está endeudado hasta las cejas?.. ¿Quién devolverá ese dineral?.. ¿Cómo?
[Oportunidades de empleo de Lamborghini en Italia]
Es curioso que, todo lo que ocurre, ocurre en beneficio de los bancos y las grandes multinacionales. El bichito ha provocado un desastre y para tratar de minimizar un desastre, hace falta invertir, y estando el mundo endeudado, toda inversión necesita préstamos ¡Y mira por donde, la banca nos vende los préstamos con los que tratamos de minimizar los desastres! No hay que ser muy listo para atar cabos. Al fin y al cabo, todos vendemos algo ¿no?.. ¡Todos tenemos mentalidad de vendedores!.. Este es el mundo que hicimos, al dar la máxima importancia al dinero; pero podemos deshacerlo, ahora mismo, dándole la mínima importancia.. ¡Eso es despertar, no fantasear con ángeles blancos y negros, ni con capullos que se convierten en mariposas!.. ¡Eso es salir de la Matrix, del engaño, de la ilusión, de la magia con la que secuestraron nuestra mente y nuestro cuerpo!.. ¡La magia de los números!.. ¡Nada por aquí, nada por allá!
Si dedicas la mayor parte de tu tiempo, de tu vida, a ganar dinero, no tienes tiempo para dedicar tu vida a aquello que realmente te gusta… ¡No vives a gusto!.. ¿No es eso estar secuestrado?.. ¿Y cómo se sale de ahí?.. ¿Soñando con que llegue el día en que la deuda sea cancelada?.. Entonces serás un liberto ¿no?.. ¿Entiendes el verdadero concepto de esclavitud?.. Pero, ¿Cómo soñar con ese día cuando la deuda del país sigue creciendo?.. ¡Y se están volviendo tan frecuentes los desastres!
Podemos elegir seguir viviendo así: aumentando la deuda y disminuyendo nuestro tiempo de vida. Pagando los préstamos que suscriben los políticos con ese tiempo que llamamos jubilación, que reservamos para hacer algo de lo que realmente nos gusta. De sesenta y cinco hemos pasado a sesenta y siete… ¡Dos años menos de vida!.. Pero tranquilo, los números nos dicen que disponemos de ochenta y dos. Aún te quedarán unos cuantos años para escribir tus memorias y contarnos lo que hiciste en la vida para ganar dinero.. ¡Si antes no se nos lleva algún desastre!
Pero, si elegimos despedir a los causantes de la deuda del país, a los políticos; con el dinero que nos ahorramos ¿No podemos cancelar sus temerarios préstamos y convertirnos, por fin, en hombres libres?.. -¿Y qué tiene que ver todo este rollo político-económico con la consciencia?- Me pregunta el capullo que se enrolla con cuentos de ángeles blancos y negros –¿Piensas en tu consciencia mientras piensas en ganar dinero?- Le respondo yo -¿Piensas con tu consciencia?-.. ¿Cómo se compra un alma, una vida, sino con dinero?-.
Este es el mundo que hemos hecho, al dar la máxima importancia al dinero, pero podemos deshacer lo que hicimos, cuando queramos, dándole la mínima importancia. Ningún Dios lo puede deshacer por nosotros, porque ningún Dios puede violar nuestro libre albedrío.
Sí, realmente lo único que se puede hacer en este juego amañado llamado vida y en este mundo de culto al dinero es entrar y salir del sistema para descontaminarnos y a la vez para no ser condenados al ostracismo. Es difícil, muy difícil tratar de vivir ajeno a una realidad de televisivos mamarracho que ponen énfasis en cuestiones netamente materiales y superficiales, pero es cierto que se puede vivir sin televisión, sin estar pendiente del smartphone, en contacto con la naturaleza y la gente a la que queremos.
Y, bueno, también sería saludable trabajar más a nivel personal y espiritual, pero es verdad que no siempre hay tiempo y hay que ocuparse de cuestiones más mundanas y terrenales, por decirlo así, constantemente.
Pero al menos un cambio de prioridades nos puede hacer ver la vida de otra manera, aun siendo a costa de renunciar a aquello adorado por las masas, a un absurdo que nos envilece y deshumaniza.