Según se ha podido constatar la información taurina ha existido desde el inicio de la actividad periodística en nuestro País. Las primeras informaciones taurinas de las que se tiene constatación son de 1556. De hecho El Cossío, recoge 270 noticias referidas a espectáculos taurinos desde 1556 a 1846 (concretamente: 5 en el siglo XVI; 135 en el XVII; 83 en el XVIII y 23 en el siglo XIX). El escritor Francisco de Quevedo ejerció como cronista taurino.
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No obstante, estos escritos, más que detenerse en el recuento pormenorizado de las suertes ejecutadas por los toreros o la descripción del comportamiento de los toros, se entretienen en narrar el adorno y boato que acompaña a este tipo de funciones. A pesar de ello “no faltan casos donde se describen los lances de los caballeros, la habilidad de los mismos, etc.
Como tal, la primera crónica publicada en un periódico lo buen en el Diario de Madrid, el 20 de junio de 1793, firmada por ‘Un Curioso’. Su director, Santiago Thewin, tuvo el acierto de ofrecer la reseña a los lectores inaugurando una costumbre que llega a nuestros días. La crónica aparecida en la célebre cabecera estaba precedida por una breve carta en la que se podía leer: “Muy Señores míos: Vmds. Suelen describir una maquina, extraer el argumento de las Comedias nuevas, hacer la descripción de una función extraña, como las que ha habido de los globos de Lunardi, pero nunca he visto descrita una función de Toros. Sin embargo, creo que el público lo agradecería: pero sea como fuere, hay vá la descripción de la fiesta última por si gustan darla a la prensa, mientras piensan en lo que han de dar por materia el día siguiente”.