querencias

Define el Diccionario de la Real Academia de la Lengua la querencia como la «tendencia o inclinación del toro a preferir un determinado lugar de la plaza donde fijarse». En este artículo vamos a hablar de las querencias del toro bravo. En general se considera que las querencias que tienen los toros son dos, las naturales y las accidentales.

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La querencia natural es la que se encuentra situada en la zona de los toriles, porque por esa ha sido la zona de salida del toro desde los corrales, que es donde el animal ha pasado el tiempo antes de saltar al ruedo.

La querencia accidental puede ser el lugar del ruedo donde ha muerto otro toro o un caballo, el lugar donde haya sangre, la zona de barrera donde el animal se siente guarecido…

Según el Cossio, «es necesario prestar atención a las querencias del toro. Es muy peligroso lidiar un toro sin conocer perfectamente sus querencias. Si en la salida el torero se mete en el terreno del toro, es probable que embroque allí con el torero al encontrarse en el terreno de su querencia. Es poco probable que un toro aquerenciado en su terreno tome el engaño por completo; y posiblemente su comportamiento presente síntomas de un falso estado de aplomado».

El conocimiento de las querencias es imprescindible para un torero. Aunque deba tratar de impedir con los recursos de la lidia que el toro se encele con esa querencia, cuando es inevitable, debe tenerlo en cuenta y hacer la faena en su querencia; por ejemplo, en los terrenos de tablas de un manso, y «permitirle la huida limpia hacia sus terrenos».