Estamos en una encrucijada de caminos tan grande que, a pesar de todo conocimiento, si es que lo tenemos o, si aún nos queda algo de raciocinio, el tiempo se nos pasa y puede llegar, si no ha llegado ya, todo lo relacionado con esta pandemia. Es raro que no encontremos a una familia española que no disfrute de este virus, llamado ARS-CoV-2, entrando en sus domicilios estas toxinas endémicas traídas desde China, y, como siempre he dicho, traído de un laboratorio experimental.
[El Nuevo Presidente De RTVE Insinúa El Final Del Programa De Jesús Cintora]
El Covid sigue vivo, lo que pasa es que, cambió para salir a buscarlo. Esta frase no es mía, la he visto en uno de los memes que recibimos a diario, y viendo esta madrugada y domingo día 9, donde la incultura y el salvajismo, la valentía cobarde de los madrugadores que estaban deseando de esa libertad que tanto adulan los imberbes primogénitos, los cuales, todos hemos oído en los telediarios de este domingo, que estaban deseando de esta libertad antes aludida. Mira por donde todo es mentira, una farsa enorme, la gente joven a pesar de todo han tenido sus botellones, sus fiestas clandestinas, incluso, algunas de ellas “secretas” a primera vista, las salidas y venidas las hemos visto a diario, sin mascarillas por las calles y sin ningún reparo y tipo de prevención.
Todas las pandemias de este tipo, llegan sin darnos cuenta, en sigilo, son unos huéspedes que llegan sin avisar. Si digo la verdad y precipitadamente estoy seguro que, habría ingenuos de mentes oblicuas para pensar lo contrario. El Covid sigue vivo, no se ha ido y con esta desescalada, incluso a medias, llegaremos a tener a este huésped metido en nuestros domicilios donde estaremos otro verano sin tomarnos un tinto con casera o una cerveza y seguiremos con paro y los bolsillos vacíos. Estos imberbes progenitores seguirán haciendo todo cuanto quieran, a cualquier hora y en cualquier momento y lugar.
Nuestras autoridades, todas ellas, unas más que otras también han tenido la culpa de lo podríamos tener en abundancia con este Covid maldito por unos y bendecido por otros, cosa que hemos visto este fin último de semana y las anteriores como si con ellos no fuera, sigo diciendo, lo hemos visto, sin mascarillas y fumando a los cuatros vientos de nuestra España como si no fuese con ellos. El Covid sigo vivo y seguirá coleando.