La entrevista que ese personajillo llamado Jordi Évole había anunciado hace varios días con Miguel Bosé había generado mucha expectación. Muchos de los que esperaban ver esa entrevista lo hacía para aplaudir la valentía que el cantante ha demostrado siempre con esto del coronavirus y otros muchos para, simplemente, insultarle y tacharle de loco. De hecho, muchos de estos últimos le han estado insultando mucho antes de ver la entrevista.

Ya se sabe que vivimos en un mundo en el que lo único que vale es el pensamiento único. Solo se puede pensar de una forma determinada, solo se puede opinar lo que opine todo el mundo y cualquiera que no lo haga, se le persigue, se le insulta y se le desprecia.

Nosotros siempre hemos sido muy críticos con Miguel Bosé y sus ideas políticas, pero lo que no hacemos nunca es mantener una opinión inamovible cuando ese, al que antes hemos criticado, dice algo que nos parece tremendamente lógico y cierto.

En este caso, Miguel Bosé lo ha hecho y se ha mordido mucho la lengua porque, por sus palabras, ha dejado entrever que su madre no había recibido los cuidados necesarios antes de su muerte puesto que, según denuncia, permaneció continuamente sedada, al igual que ha sucedido con otros muchos ancianos. Escuchen las palabras de Bosé puesto que están cargadas de razón. Y a esos que le insultan, desprecian y le intentan humillar, ya despertarán algún día y el día que despierten, para su desgracia, es muy posible que lo hagan en primera persona. Ya veremos qué piensan entonces.