Siempre apoyaremos a la gente valiente. Y en este caso, queremos mostrar nuestro firme apoyo a un grupo de mujeres valientes que se hacen llamar MADRES DE LA GLORIETA (MURCIA) y que se reúnen todos los sábados en la Plaza de la Glorieta de Murcia contra el recorte de derechos a causa de la pandemia de COVID-19 y para que los niños no lleven mascarillas en el colegio.
El grupo, que tiene un canal de Telegram al que pueden acceder a través de este enlace, sufre un acoso continuo por parte de los agentes de la Policía Local de la capital murciana, de esos que van por la vida de generales, y que tratan a estas mujeres con la asquerosa chulería, como la que este policía local muestra a continuación.
Esta es la presentación que hacen ellas mismas de su grupo:
Durante las concentraciones que cada sábado se celebran en la Plaza de la Glorieta de Murcia contra el recorte de derechos a causa de la pandemia de COVID-19, un grupo de madres han sido denunciadas de forma injusta, intimidatoria e incluso absurda por parte de la Policía Local. Paralelamente, otras madres sufren cada día el acoso de los agentes de la Policía al llevar y recoger a sus hij@s del colegio o al ir al supermercado. Y mientras, varios millones de niños y niñas entre 6 y 12 años son obligados a asistir al colegio y allí respirar durante 5 horas a través de una mascarilla que les produce mareos, dolor de cabeza, vómitos e incluso desmayos, agravados por los abusos del personal docente.
Como las madres de la Plaza de Mayo en Argentina hace 50 años, estas madres han decidido romper el silencio, bajarse las mascarillas y gritar, gritar gritar…
Sus gritos se encontraron el pasado 27 de marzo en la Glorieta y se dieron cuenta de que no estaban solas. Quizás sus hijos e hijas eran las únicas en su colegio que luchaban diariamente por bajarse la mascarilla, pero no eran las únicas en Murcia. Descubrieron que sus historias eran idénticas: meses de lucha en solitario aguantando abusos en nombre de su salud y la de tod@s, acumulación de denuncias por respirar y acoso por parte de policías con y sin uniforme.
Estos gritos, amplificados en las redes sociales gracias a la insólita grabación realizada por una niña —de tan solo 11 años— de dos agentes de la Policía que la acosan, maltratan y mienten descaradamente simplemente porque se bajó la mascarilla en clase, ha hecho revivir el espíritu de lucha noviolenta de aquella generación de madres y abuelas que luchó denodadamente para acabar con la dictadura de su momento.
Los tiempos y la tecnología han cambiado mucho desde entonces. Aquellas madres se pasaban papelitos secretamente en lúgubres iglesias para organizar sus concentraciones cada jueves en la Plaza de Mayo, nosotras nos pasamos mensajes con el móvil y creamos canales y grupos en Telegram, aquellas temían que la policía les diera una paliza un día, nosotras tememos que un Policía palicero nos dé el día, aquellas luchaban por la aparición con vida de sus hijos y nietos, nostras luchamos por la respiración con vida de nuestras criaturas.
Somos las madres de la plaza de la Glorieta.
¿Aún piensas que eres la única que grita en tu colegio para que tus hijos no lleven mascarilla? Ya no. Únete a @madresdelaglorieta y pásate los sábados por la mañana, a partir de las 12 horas, por la plaza de la Glorieta de Murcia o la del Cardenal Belluga.
El rechazo de buena parte de la sociedad hacia todas estas medidas draconianas y absurdas en general y hacia los políticos en particular , (que próximamente pasarán por los tribunales y pagarán por todo el daño infligido) es imparable y cada vez va a más. Así que es una gran noticia, sin duda. La luz siempre vencerá a las tinieblas.
Me temo que esto ya no es solo algo de políticos: Hay que meter a un millón y medio de hijos de puta en la cárcel: jueces, matansanos, comisarios políticos bolivarianos como los que salen en el vídeo, lacayos lameculos de los medios de desinformación y otros que participan activamente en esta farsa vírica.
Aqui todos estan en el ajo y quien quiere salirse se sale el que no NO ya vale de medias tintas para mi son el crimen organizado respeto 0.