Confieso que este artículo puede molestar a alguno de mis lectores, si es que realmente tengo alguno, pero siempre me gusta decir la verdad de lo que pienso, sin rodeos ni dobleces. Según mi mujer soy un maleducado, y es posible que sea cierto, pero ya se sabe que los aragoneses somos nobles y tozudos, y vamos siempre de frente (no todos).
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En mi época de estudiante de bachillerato, en antiguos seminarios, reconvertidos en colegios diocesanos, para más señas, había tres asignaturas a las que llamábamos las “marías”: religión, formación del espíritu nacional y educación física. La denominación de “marías” supongo quería decir que eran menos importantes, ya que no computaban a efectos de obtener becas, y las aprobaba todo el mundo, hasta el alumno menos estudioso o peor dotado intelectualmente.
La religión solían impartirla Sacerdotes, o en su defecto seglares comprometidos con la Iglesia Católica, y consistía en la enseñanza de los preceptos y principios correspondientes.
La Formación del Espíritu Nacional la daban los Oficiales Instructores, nombrados por la Delegación Nacional de la Juventud, entre acrisolados fachas y personas del régimen, y su enseñanza fue bien nefasta, pues no lograron convencer a casi nadie de las virtudes del régimen franquista, y a los resultados me remito.
Claro que los profesores de religión tampoco tuvieron mucho éxito, y sólo hay que ver lo vacías que están las Iglesias, y no digamos los confesonarios, dónde es difícil ver a alguien, como no sea el Sacerdote leyendo el Breviario, con cara de aburrimiento.
Y de las clases de educación física, casi mejor no hablar. El “profesor” era un Oficial del Ejército, procedente de la escala auxiliar, y toda su “formación” consistía en hacernos correr la hora de clase a toda velocidad, a riesgo de sufrir un infarto, o saltar el potro, caballo, plinton…, que no sé cómo estoy vivo todavía.
Pues bien, cuarenta años después, siguen existiendo las tres “marías”, aunque ignoro si se siguen llamando así o no. La educación física, según me cuenta mi hijo, que está cursado el bachillerato, es impartida por profesionales competentes, que les dan una buena formación teórica y práctica.
Igual sucede con la formación del espíritu nacional, ahora llamada educación para la ciudadanía, con el mismo sesgo ideológico que su predecesora, antes inclinada a estribor y ahora a babor, alabando al socialismo y al comunismo, criticando al capitalismo en general y al empresariado en particular, etc. Confío y espero que tengan el mismo éxito que la asignatura anterior: el descrédito más absoluto de sus enseñanzas entre el alumnado.
¿Y qué pasa con la enseñanza de la religión? Pues que sigue existiendo e impartiéndose mayoritariamente por seglares, nombrados por el Ordinario del lugar –es decir, el Obispo-, pero pagados por nuestros impuestos, con cargo a los presupuestos estatales o autonómicos correspondientes.
¿Es justa esta situación? Creo que no. Es cierto que la Constitución reconoce la religión católica como la mayoritaria del pueblo español –cada vez menos, por otra parte-, pero no sé cuál es la justificación o razón por la que tenemos que pagar con nuestros impuestos esas clases.
Yo marco todos los años en la declaración de la renta la casilla de la Iglesia Católica, y lo reconozco públicamente. Es decir, soy fiel a mi religión –a pesar de ser una oveja descarriada y un pecador-, pero creo que la Iglesia con ese dinero que recibe de los fieles podría costear perfectamente el salario de dichos profesores, nombrados –repito- por los Obispos, y cesados discrecionalmente por los mismos.
Es decir, personal dependiente de la Iglesia, que se integran en los claustros correspondientes, asimilados a personal interino, pues no han hecho oposición alguna ni obtenido plaza en propiedad, pues su situación es totalmente precaria. Y por lo tanto es un gasto fácilmente prescindible por las administraciones públicas.
Al fin y al cabo, siempre podremos pagar los padres las clases de religión, como una actividad extraescolar más. Aunque más bien pienso que la formación religiosa debe darse en el hogar y en la Parroquia correspondiente.
Porque, si mantenemos las clases de religión católica, ¿cómo podemos justificar que no se paguen las clases de otras religiones cuyos fieles también deseen recibir formación en la enseñanza pública..?
Y, la verdad, no creo que los españoles tengamos que apechugar con el adoctrinamiento de los musulmanes en nuestros centros públicos, como de hecho ya viene sucediendo en muchos de ellos…
Yo soy ateo, y no entiendo porque tengo que pagar las clases de religión católica.
¡Y, mucho menos, musulmana o judía, que nada tienen que ver con nuestra cultura e historia!
El verdadero problema es que lo que se imparte dista mucho de ser Religión Católica. Para empezar, de estos profesores hay de todo, hasta ateos, pseudoateos o católicos mas de boquilla que otra cosa, y no hay mas que ver sus vidas y sus familias. Pero es que desde el Concilio Vaticano II tanto la Iglesia como la propia Religión quedaron adulteradas a tal punto que ya quedan pocos sacerdotes auténticamente católicos, no digamos ya los fieles.
Buenos días, Ramiro.
Soy profesora de Religión de Primaria en un colegio concertado. Para poder impartir esta asignatura , tuve que aprobar unos exámenes y estudiar Teología en la carrera de Magisterio para obtener la D. E. I en mi época. A mí no me nombró ningún Obispo. Tengo una titulación que respalda una formación académica.
Para impartir esta asignatura en Educacion Secundaria y Bachillerato, se debe hacer unos cursos específicos en Teología y de Didáctica de la Religión, así comopasar unos exámenes que te habilitarán para impartir esta asignatura.
El Estado paga a estos profesores como paga igualmente a los profesores de Valores.
Es una asignatura que entra en el currículo.
Un saludo
Pues mira, yo no estoy de acuerdo con muchos chiringuitos del Estado, entre ellos, las CC.AA. y como estoy en democracia , o se supone, me aguanto. La asignatura de religion es optativa, por tanto ¡viva la libertad!… en China te obligan a lo que quiere la dictadura comunista, ya sabes…En cualquiera de los casos, te recomendaría más información, son maestros igual que el resto, no los elige el Obispado, su currículum nada tiene que ver con la catequesis…y si, con personas como tu, perderemos la identidad y la cultura…luego nos llevamos las manos a la cabeza cuando vemos un toro en la portada de una catedral…y como siempre mezclamos churras con meninas. Entre unos, imponiendo costumbres y culturas ajenas, y aquellos que no defienden sus raíces, nos está quedando un pais precioso carente de valores…pero siempre quedará la educación física, que es lo más importante de la vida.
Gracias, doña Mercedes.
Tengo amigos profesores de religión en institutos públicos, y nombrados o propuestos, o no vetados, por el Obispado o Arzobispado correspondiente…
Alguno de ellos, al divorciarse, dejó de ser propuesto, o nombrado, pues se estimó que su “estilo de vida” no era el que marcan los Evangelios. (Ha habido casos sonados, que han lelgado a los tribunales, con sentencias dispares, como casi siempre sucede, sobre todo en asuntos polémicos).
Algunos Obispos nombran a ex sacerdotes, pues entienden que tienen una buena formación religiosa, pero otros SE NIEGAN A NOMBRARLES, pues dicen que cómo van a dar clases de religión personas que han adjurado del sacerdocio…, ¡y se han casado, o arrejuntado, por ejemplo!
En fin, de todo hay en la Viña del Señor.
Por lo que usted cuenta, está en UN COLEGIO CONCERTADO, es decir, en un centro privado pero subvencionado…
Si lee detenidamente el artículo, verá que habló de centros públicos, de profesores que podríamos llamar “especiales”, asimilados a funionarios públicos, en este caso a interinos, al no haber realizado ni superado oposición alguna, entre otros motivos porque no hay oposiciones a plazas de profesores de religión, ni católica ni ninguna otra, etc.
Gracias por su atención, y cordiales saludos de Ramiro.
(PARTICULARMENTE ENTIENDO QUE ES IMPOSIBLE ENTENDER LA HISTORIA DE ESPAÑA, SU PASADO Y SU PRESENTE SIN CONOCER EL HECHO RELIGIOSO, LA INFLUENCIA DE LA IGLESIA CATÓLICA EN NUESTRAS VIDAS, ETC).
En primer lugar, le ruego no me tutee, pues no nos conocemos de nada, al menos que yo sepa.
Supongo será usted una de las profesoras “beneficiadas” por estos contratos… Lo celebro por usted, pero sepa que con el actual desgobierno socialcomunista, les quedan dos telediarios.
Le aconsejo que se vaya buscando otro trabajo, o intente pasar a alguna otra asignatura que vaya a permanecer en el curriculum escolar, pues ya habrá oído usted decir a la ministra de “educación2 que los hijos no son de los padres, sino del Estado, que es precisamente lo que dicen en los países comunistas.
Yo pienso que un español no puede entender la historia de España, ni la realidad actual, sin una buena formaicón religiosa, que puede adquirir perfectamente en el seno de la familia, o en la Parroquia correspondiente.
Mi hijo estuvo dos años preparándose para la primera comunión, de la misma forma que asistió a las clases de religión, pues entendimos que era bueno para él, además de ser católicos practicantes.
En otras palabras, que yo no soy su enemigo, ni siquiera su adversario, pero si me planteo serias dudas respecto a como está organizada actualmente la enseñanza de la religión católica en España, y que va a ser un “coladero” para que al final tengamos imanes y rabios en las escuelas, colegios e institutos.
Buenas noches y cordiales saludos.
Por esa regla de tres,yo estoy sana y no tengo porqué pagar los hospitales. Desde luego se nota que no das religión.
Pienso lo mismo que usted, por lo que suscribo íntegramente su contestación…
Me puede usted decir, qué formación hay en “casa”…. ah, si…el cristianismo a medida. Gracias por subestimarnos tanto. Insisto, nos va a quedar un país, como el de las maravillas.