Hubo un tiempo, no tan lejano, en los que la sociedad reconocía los valores tradicionales que le habían servido para que el hombre, se distanciara de otras especies de animales y traernos hasta donde estamos. Hubo un tiempo en los que el honor, la verdad y la justicia entre otros, eran valores más que reconocidos. Era en aquellos tiempos cuando para ser nombrado caballero, se exigía jurar por el respeto a esos y otros valores y también por defender siempre a los más débiles.
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Fue al principio de la primera década de la segunda mitad del siglo XIX cuando Benito Juárez hizo célebre aquella frase “Malditos aquellos que dicen defender a los más débiles, pero que luego con sus hechos los traicionan” no era más que profundizar en aquella aún más celebre del famoso rabino con el que comenzamos a contar los años en paralelo al de su nacimiento “Por sus hechos (y no por sus palabras) los conoceréis.
Me gusta pasear y lo hago, a pie, en bicicleta y en moto, en coche lo imprescindible. Cuando de peatón, voy por las aceras o zonas peatonales, al igual que todos, tengo que ir con mil ojos para evitar que los ciclistas y los diversos artilugios modernos que gozan de absoluta impunidad desde las autoridades, me atropellen, ya por circular por fuera de los carriles bici cuando los hay, ya por un exceso de velocidad muy por encima de la permitida.
Cuando voy en bieleta por la calzada, es aún peor, el peligro viene desde los coches que abusan de los vehículos pequeños, aún más que el clásico grandullón con los más pequeños. La velocidad de los mismos, en muchos casos también excesiva (nuestras autoridades aún no se han enterado que en las travesías, está prohibido desde el pasado dos de enero, circular a más de 30 km/h, que unido a la fuerza y el volumen que desplazan es un verdadero peligro para la vida de los ciclistas. Esta misma situación que se da con los ciclistas, se da de igual manera con los motoristas, con la diferencia de que estos, en algunos casos, pueden tirar de velocidad para esquivar la embestida de un coche.
Todo lo aquí expuesto es por la propia experiencia. Cada vez me lo miro más, a la hora de coger los vehículos ligeros, por el abuso y la falta de respeto que en general se da desde los conductores de coches. Nuestras autoridades no están por la labor, y en las autoescuelas parece que tampoco. Qué tiempos aquellos en que la propia Dirección General de Tráfico, nos bombardeaba constantemente con publicidad en ese sentido. Está claro que esta sociedad, definitivamente, ha cogido el camino de la involución, abusar en todo y a todos los niveles de los más débiles ya no se penaliza. Hoy, aunque es Podemos quien mejor los expresa lo de “cuanto peor mejor” en cuanto a los hechos, es filosofía de todos los partidos.
El escritor valenciano Juan Bautista Perales,escribió la historia de los Caballeros de Játiva,también la de los Caballeros de Montesa,estos libros hoy están descatalogados,por qué el apellido de su autor tiene un origen español-valenciano y no catalán,hasta tal punto que en la educación valenciana son desconocidos,desconociendo de este modo muchos valencianos,su propia historia por la censura catalanista,Ausiàs Match era catalán y no valenciano,sin embargo no conocen a Antonio Canals ni siquiera los libros escritos por Jaime l,que en Cataluña estropearon llenándolos de tachones.Ocurre lo mismo en Castilla la Mancha,o en Andalucia?,cuéntennos sus experiencias.