Por qué se pelean los toros en el campo. Álvaro Domecq y Díez, en su fabulosa obra «El toro bravo» nos habla, entre otras muchas cosas, de las peleas de los toros en el campo. Para empezar nos dice que no se sabe el por qué de esta conducta del toro en el campo y de que siempre hay ejemplares que buscan la pelea, algo parecido a lo que ocurre con los humanos.
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En una de sus páginas habla de la cornada mortal que sufrió un toro en una pelea y de la actitud de los demás animales cuando huelen a sangre: «Los toros al oler la sangre sentían la llamarada de la bravura y de la rabia y querían pelearse entre sí, sin hacer caso a las voces y los gritos de los vaqueros. Se arrancaban furiosos unos contra otros y embestían a lo que tuvieran por delante. Porque decir que la sangre no solivianta al toro no es cierto. Cuando huelen a sangre arman un escándalo de berridos, bramidos, escarban y pegan carreras de un modo espeluznante».
Lo que sí ha detectado el ganadero es que cuando un toro se cambia de cerrado y pasa a otra corrida ya separada son más propensas las peleas, pues no se conocen, en estos casos calcula en un 5 por ciento las bajas, por peleas.
Además también ha comprobado que los toros más agresivos en el campo normalmente se desinflan en la plaza y es que como dice no siempre el líder en el campo es el líder en la arena.
