Los festejos taurinos se encuetran regulados por el correspondiente reglamento que regula, entre otras cuestiones la figura y funciones de la presidencial festejo. La presidencia dirige el festejo, vela por mantener el orden público, el cumplimiento de la normativa correspondiente y también es el responsable de velar por los intereses del público. Por lo tanto cumple una importantísima labor.
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La presidencia es también conocida como la autoridad y ocupará un lugar privilegiado en los tendidos de sombra. El Presidente del festejo que ocupa el lugar central del palco presindencial, está asesorado por dos personas, el asesor veterinario (sentado a su derecha) y el artístico (a su izquierda).
El Presidente dirige la lidia, mediante el uso de pañuelos, y es el que decide, pues las opiniones de los asesores no son vinculantes para el Presidente. El Presidente solo deberá “obedecer” al público en la concesión de la primera oreja, el resto de trofeos será decisión suya, aunque un buen presidente también debe ser sensible a las peticiones del respetable y no hacerse protagonista del festejo.
En las plazas del continente americano por lo general, esta función la realizan aficionados de reconocida solvencia. En México les llaman “Juez de Plaza” y en los países sudamericanos, Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú, “Comisarios”. En España esta función la ejerce por lo general y según la categoría de la plaza, una autoridad policial, aunque también pueden ejerce la función de presidencia miembros de la corporación municipal de la localidad.
Además también existe la figura del “Delegado gubernativo”, que asiste al Presidente y ocupa una zona destacada del callejón, este transmitirá las órdenes de la presidencia y velará por el cumplimiento del reglamento taurino y demás normativa.