Si hace unos días os hablábamos de la casta y el encaste del toro bravo, hoy vamos a empezar a concretar desarrollando cada uno de los encastes actuales. Y vamos a empezar por la Casta Cabrera, cuyo encaste más conocido (y casi único) es el Miura.
Sobre la Casta Cabrera las fuentes más solventes apuntan que tiene su origen en los campos de Tarifa. Los toros de Cabrera eran de gran alzada, largos, agalgados y por lo tanto de mucho peso; con defensas desarrolladas, ágiles en la lidia y de mucha bravura.

[Crece La Preocupación: Cuatro Casos De Trombos Investigados Por La EMA Por Posible Relación Con La Vacuna De Janssen]
El fundador de la vacada de estas reses cabrereñas fue don Luis Antonio Cabrera, en Utrera (Sevilla) hacia el año 1730. En 1850 don  Juan Miura adquirió un gran numero de vacas y machos cabrereños. Es por esto que donde hoy se conserva con más pureza la Casta Cabrera es en la ganadería de Miura, donde siguen predominando los toros agalgados (o levantados del suelo), de cuello largo y flexible, y manos y patas altas y fino de piel.
Sus pelajes son de gran variedad: cárdenos, castaños, soldados, salineras, girones… Un animal muy bello y característico, nervioso en la lidia y que aprende rápidamente, aunque también destacan muchos de sus animales por su nobleza y fijeza en la plaza.

Casta Cabrera