Cuando se habla de manipulación solemos pensar que está dirigida a solo una serie de acontecimientos o determinados sucesos específicos, que el resto de la vida sigue normal y excluida de tal influencia, y que nosotros podemos ver desde la otra vereda como les afecta a otros, mientras caminamos a salvo de sus garras protegidos por nuestro supuesto conocimiento de su existencia. El problema de esta idea radica en el falso concepto de la realidad. Como ya expliqué anteriormente, cuando hablo de ilusión de la realidad, me refiero literalmente a eso, “ilusión”, “ilusorio”, “no real”, “falso”, y todos los sinónimos que se les puedan ocurrir. Lo cierto es que nada está exento de ella a tal punto que es como si formáramos parte de un “Gran Hermano” o de un “The Truman Show ” inmenso. Todo es falso: la justicia, la democracia, el capitalismo, el comunismo, el imperialismo y todos los demás “ismos”, las religiones, los gobiernos, las monarquías, las dictaduras, la salud, la ciencia, la educación, el dinero, las finanzas, la moda, lo que está bien, lo que está mal, todo absolutamente todo forma parte de la ilusión de la realidad, y por consiguiente es manipulable. La sociedad íntegra es una gran puesta en escena, una parodia ridícula en la cual nosotros seguimos participando, una y otra vez, intentando conseguir el mejor papel del reparto, mientras detrás de bambalinas, los productores y directores se frotan las manos mientras se ríen de nuestra grotesca y ridícula inocencia.

Seguimos utilizando sus bancos, pagando sus hipotecas, comprando sus productos, viendo sus programas, creyendo sus palabras, siguiendo sus ideas, investigando su ciencia, profesando sus religiones, luchando sus guerras, entreteniéndonos con sus tonterías y viviendo sus vidas. El tiempo se acorta, y dicen que la cosecha  se acerca, ¿quiénes y qué van a cosechar? ¿Acaso somos el producto manufacturado final, o solo el desecho de la producción?, es hora de reaccionar, de romper los esquemas, y atrevernos a dejar de ser unidades de carbono dependientes, para pasar a ser verdaderamente Humanos, dueños de nosotros y de nuestra realidad, para ser artífices y creadores de nuestras vidas, y dejar de vivir en sueños que ni si quiera son nuestros, y poder gritar al final desde el fondo de nuestro Ser…. ¡LIBERTAD, LIBERTAD, ¡AL FIN LIBERTAD! 

Esto que acaban de leer, esto que los movilizó por dentro, con energías negativas y positivas, que produjo sentimientos encontrados, rechazos y aprobaciones, que los hizo pensar, dudar, querer actuar, se llama “choque”. El choque se produce cuando una realidad es expuesta abruptamente, sin filtro alguno; este rompe los esquemas de pensamiento y permite digamos, “saltar” a la fase siguiente, evitando así la recurrencia de acción y permitiendo liberar la tercera energía que equilibra y amortigua las energías del choque. Como verán no toda energía negativa es mala, solo hay que transmutarla y aprovechar la energía equilibrante para activar y poner en funcionamiento, digamos, los “sentidos cuánticos” de la unidad de carbono humano. Espero que hayan sabido interpretar esta inusual forma de transmisión de información, si acaso no lo logré disculpen ustedes el intento.

 

2 Comentarios

  1. Es un texto muy acertado,una forma de explicar,como nos sentimos muchos,siempre cuestionando nos cosas,quienes son los que están detrás del telón?,quienes manipulan los hilos?quienes quieren destruir la religión católica,y la libertad que otorga Dios a todo ser humano?.Hoy en muchas páginas se están haciendo reflexiones sobre la verdad o las verdades,por qué en las redes hay muchas falsedades y cosas indemostrables,nos advierten que sepamos discernir y que escojamos prudentemente las más dignas de crédito.Por que la información veraz,también puede ser útil,y necesaria,para una vez concretada poderla lanzar,para ‘romper esquemas’.Tambien sabemos que la aceptación de la verdad tiene tres fases:la primera ridiculizar,la segunda negar,y la tercera aceptar.

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